WASHINGTON, 20 nov (Xinhua) -- Los países de la alianza de inteligencia de los "Cinco Ojos" deberían dejar de inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong, que son asuntos internos de China, y "volver la mirada a sus propios problemas de gobernanza, que con tanta urgencia deben ser abordados", instó el viernes la Embajada de China en Estados Unidos.
Un portavoz de la embajada respondía así a una declaración conjunta de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, los países que componen la alianza, sobre la decisión de China acerca de la elegibilidad de los miembros del Consejo Legislativo de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK).
"Cuando alguien tiene el corazón ciego, no es de esperar que le brillen los ojos. Los países de la alianza de los 'Cinco Ojos', entre ello Estados Unidos, deben reflexionar sobre el complejo de superioridad racial que subyace en sus corazones, renunciar al orgullo y los prejuicios heredados del dominio colonial de Hong Kong y abandonar su ilusión de usar a Hong Kong para contener el desarrollo y la prosperidad de China", dijo el portavoz a través de un comunicado.
"Los instamos a renunciar a la hipocresía y el doble rasero", recalcó. "En el mundo de hoy, ningún intento de presionar a China ni dañar su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo podrá imponerse", añadió.
En su declaración sobre Hong Kong, continuó el vocero, los países de la alianza "violaron abiertamente" el derecho internacional y las normas básicas que gobiernan las relaciones internacionales, al tiempo que se entrometieron en los asuntos de Hong Kong, y por lo tanto, en los asuntos internos de China. "La parte china está muy preocupada al respecto y se opone con resolución", agregó.
La decisión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, aprobada en conformidad con su Constitución, la Ley Básica de la RAEHK y la ley de seguridad nacional, es "una medida necesaria" para defender y salvaguardar el principio de "un país con dos sistemas", así como para proteger el Estado de derecho y el orden constitucional de la región, añadió el vocero.
"Es totalmente legítimo, está justificado y se ajusta estrictamente a la Constitución y otras leyes. Las personas que ocupan cargos públicos deben respetar las leyes constitucionales de su país y honrar la promesa de lealtad a su país", apuntó. "Es algo simple y claro. Ningún lugar en el mundo, ni siquiera Estados Unidos, haría la vista gorda si violasen esa lealtad y traicionasen a su país. Es lo mismo en Hong Kong, como parte que es de China".
Desde el regreso de Hong Kong a China, la base legal de la administración de la RAEHK por parte del Gobierno chino ha sido la Constitución de China y la Ley Básica, no la Declaración Conjunta Chino-Británica, recordó.
"La declaración conjunta nunca ha conferido al Reino Unido ni a ningún otro país el poder de asumir ninguna responsabilidad sobre Hong Kong después de su regreso. No hay base legal ni justificación para que la alianza de los 'Cinco Ojos' apunte a los asuntos de Hong Kong", dijo.
