BEIJING, 17 nov (Xinhua) -- A medida que los líderes de los miembros del BRICS convocan el martes una cumbre anual por videoconferencia, necesitan forjar un consenso más fuerte para mejorar su cooperación y trabajar más de cerca con otros países para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y la crisis económica mundial.
La cumbre virtual de las cinco principales economías emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se materializa en un momento en que la comunidad internacional se enfrenta a profundas transformaciones y crecientes incertidumbres, como el aumento del proteccionismo comercial y el unilateralismo.
La crisis del coronavirus está agravando la situación. Y dentro de sus países, todos los miembros del BRICS se enfrentan al arduo trabajo de impulsar el desarrollo nacional.
A lo largo de los años transcurridos desde la formación del bloque, los países BRICS han elevado continuamente su clasificación económica mundial y han ampliado la cooperación integral, en particular en los sectores económico y comercial, que han arrojado resultados considerables durante la última década.
Por ejemplo, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), también conocido como el banco BRICS, ha obtenido notables logros.
El banco multilateral ha aprobado 65 proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible por un valor de 21.000 millones de dólares en todos sus países miembros en los últimos cinco años, que van desde el desarrollo urbano hasta el saneamiento del agua, desde la energía limpia hasta las ciudades inteligentes, dijo el presidente del NBD, Marcos Troyjo, a principio de mes.
La entidad bancaria también está proporcionando hasta 10.000 millones de dólares en asistencia relacionada con la crisis y proyectos de recuperación económica a través de su programa de respuesta de emergencia a la COVID-19, agregó.
Para asegurar que los países BRICS puedan dar rienda suelta a su potencial de cooperación y se genere una segunda "década dorada" para el bloque a pesar de las dificultades actuales, necesitan unir sus manos más estrechamente.
La prioridad inicial es trabajar con el resto del mundo en la épica lucha contra la pandemia. Los países BRICS deben fortalecer la cooperación en salud pública, intercambiar experiencias en prevención y control de epidemias y hacer contribuciones conjuntas para asegurar que las vacunas, una vez listas, sean asequibles y accesibles a nivel mundial.
Los países miembros también necesitan, a condición de mantener la seguridad sanitaria, reanudar el trabajo y la producción y establecer "vías rápidas y verdes" para facilitar el flujo de personas y mercancías de manera ordenada.
La segunda tarea común es profundizar su cooperación económica y comercial para infundir un nuevo impulso a la economía mundial. La economía china ya se está recuperando y es muy probable que se convierta en la única gran economía del mundo que registre un crecimiento positivo este año. Otros países BRICS también cuentan con una perspectiva económica optimista.
El economista británico Jim O'Neill, mejor conocido por acuñar el acrónimo BRIC a principios de la década de 2000, dijo al medio estadounidense CNBC que China está "bien encaminada" para recuperarse de la crisis económica tras la pandemia y seguirá siendo "el más importante impulsor marginal" del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
O'Neill señaló que es probable que Brasil, Rusia e India también experimenten un resurgimiento económico en forma de V en los próximos trimestres.
Para facilitar una recuperación más firme de sí mismos y de la economía mundial, los miembros del BRICS deben fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas y estabilizar conjuntamente las cadenas industriales y de suministro mundiales.
A largo plazo, mientras reflexionan sobre la actualización de la estrategia para su asociación económica, los países BRICS deben aprovechar sus respectivas fortalezas y explorar conjuntamente nuevos motores de crecimiento, a fin de lograr una mayor calidad, así como un desarrollo más resiliente y sostenible, y generar nuevos caminos que podrían inspirar a otros mercados emergentes y países en desarrollo.
El tercer trabajo consiste en mejorar la gobernanza económica mundial para que pueda reflejar mejor las transformaciones del panorama político y económico mundial actual.
En conjunto, los miembros del BRICS representan el 30 por ciento de la masa continental del mundo, el 42 por ciento de la población mundial y el 20 por ciento del PIB mundial, lo que los coloca en una buena posición para desempeñar un papel más importante en el anclaje de este mundo cambiante.
Yaroslav Lissovolik, director de programa del grupo de expertos ruso Valdai Discussion Club, calificó a los BRICS como "trampolines" para reformar la gobernanza global, y señaló que, además del peso creciente del bloque en la economía mundial, los BRICS ejercen una "ventaja comparativa" al ser equiparados con otros grupos o mecanismos del resto del mundo, dado que "este conjunto diverso está presente en todas las principales regiones del mundo en desarrollo".
Los países BRICS, como representantes del mundo en desarrollo, comparten la obligación de aumentar la voz y la influencia de los mercados emergentes y los países en desarrollo en el escenario internacional.
Actualmente, la globalización económica se enfrenta a fuertes vientos en contra. Los países BRICS deben unirse para contrarrestar el proteccionismo y el aislacionismo, mantener el sistema de comercio multilateral centrado en la Organización Mundial del Comercio y construir una economía mundial abierta.
El presidente chino, Xi Jinping, ha comparado las economías BRICS con cinco dedos de una mano, argumentando que son "cortos y largos si se extienden, pero un puño poderoso si se aprietan". De hecho, si los cinco países pueden forjar una asociación más firme, sus esfuerzos conjuntos siempre podrán generar más cambios positivos en el mundo.