Una trabajadora porta una mascarilla mientras desinfecta equipos de ejercicio en un gimnasio On Fit, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 27 de octubre de 2020. Los gimnasios de la ciudad argentina de Buenos Aires avanzan en los preparativos para reabrir en la nueva normalidad, luego de permanecer cerrados más de siete meses por la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19), con protocolos que hacen hincapié en el distanciamiento social, la higiene y la ventilación de las instalaciones, a fin de resguardar la salud de socios y empleados. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 27 oct (Xinhua) -- Los gimnasios de la ciudad argentina de Buenos Aires avanzan en los preparativos para reabrir en la nueva normalidad, luego de permanecer cerrados más de siete meses por la pandemia de COVID-19, con protocolos que hacen hincapié en el distanciamiento social, la higiene y la ventilación de las instalaciones, a fin de resguardar la salud de socios y empleados.
Según un reciente relevamiento de la Cámara Argentina de Gimnasios, la capital tenía en marzo 1.350 gimnasios y ahora hay 200 menos, como consecuencia de un cierre tan prolongado.
El sector recibió con expectativa la implementación, el lunes pasado, de la sexta etapa del Plan Integral y Gradual de Puesta en Marcha de la ciudad de Buenos Aires, que contempla la reapertura de gimnasios, junto con actividades en las áreas de educación, gastronomía, cultura, deportes, cultos e investigación universitaria.
"Tenemos esperanza con la reapertura de los gimnasios, aunque suena a poco que en la ciudad de Buenos Aires nos permitan trabajar solamente con el 25 por ciento del aforo. Si bien es un pequeño paso para adelante, nos va a seguir asfixiando económicamente, porque esos ingresos no van a poder cubrir ni siquiera los costos fijos que tenemos. De todas maneras, siempre es mejor estar abiertos que cerrados", dijo a Xinhua el director de la cadena de gimnasios "On Fit", Guido Miguez, durante una recorrida por la sede que la compañía posee en la calle Lavalle al 925, en el centro de Buenos Aires.
Para su habilitación, cada gimnasio debe presentar una declaración jurada en la Agencia Gubernamental de Control (ente público), con una descripción de su sistema de ventilación a efectos de garantizar una renovación del aire en el salón.
El protocolo oficial sugiere 10 reposiciones de aire por hora y señala que los establecimientos que carecen de una ventilación natural deberán generarla de manera mecánica, con extractores de aire. La excepción rige sólo para locales que tienen un espacio exterior habilitado para actividades recreativas.
Voceros del gobierno de la capital argentina indicaron que el protocolo establecido requiere una ocupación máxima de hasta el 25 por ciento de su capacidad de acuerdo a las características del sistema de ventilación, entrenamientos sin contacto físico, un sistema de turnos y la recomendación de no realizar actividades aeróbicas como correr en cintas.
Miguez puntualizó que "el protocolo consiste en tres ejes importantes. El primero tiene que ver con el control, controlar a la gente que entra, sea tomándole la temperatura o sabiendo quiénes son los que están entrando. Para eso, hay que pedir turno previo, para poder ingresar y, de esa manera, en el caso de tener alguna situación relacionada con la COVID-19, poder rastrear a todas las personas que estuvieron entrenando en ese mismo horario".
"El segundo, el distanciamiento y la cantidad de personas que pueden entrenar en un mismo horario, y el tercero, todo lo que tiene que ver con limpieza. La higiene personal, dejar espacios donde la gente se pueda lavar las manos, que es lo más importante, poder higienizar cada uno de los elementos que se están utilizando y finalmente, tener la higiene del lugar, que se da con todo el personal de limpieza que ponemos a disposición y haciendo un corte de 15 minutos entre hora y hora para desinfectar los lugares y que vuelva a entrar la gente a entrenar", explicó el directivo de "On Fit".
A tono con la nueva normalidad, el establecimiento dispuso un sistema de tarjetas rojas y verdes para determinar qué máquinas pueden utilizarse y cuáles no, de forma tal que cada persona que ingresa a ejercitarse tenga un espacio no menor a dos metros de distancia respecto a otra persona.
Además, se inhabilitó el uso de vestuarios y duchas, y sólo se pueden utilizar los baños.
Argentina confirmó hasta la noche del martes 29.730 decesos y 1.116.609 positivos de la COVID-19.
El país sudamericano inició el 20 de marzo una cuarentena para mitigar la propagación del virus, medida que, con una reapertura gradual de comercios, industrias, actividades escolares y del transporte, se extiende hasta el 8 de noviembre próximo.