Con serios desafíos, Argentina experimenta ligero repunte de su actividad económica

Actualizado 2020-10-23 10:11:20 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 22 oct (xinhua) -- Argentina experimenta una moderada recuperación de su actividad económica, producto de la flexibilización de las medidas de aislamiento, tras cumplir siete meses de cuarentena y superar el millón de contagios por COVID-19.

No obstante, este ligero repunte podría no ser suficiente para evitar un mayor declive de la economía hacia finales de año y una inminente escalada inflacionaria, según refieren analistas en este país sudamericano.

Desde julio pasado, el Gobierno argentino ha atenuado el aislamiento preventivo y obligatorio autorizando la reapertura de comercios y actividades consideradas "no esenciales", con lo cual la actividad económica en distintos rubros ha evidenciado una leve recuperación.

En julio y agosto, la actividad económica creció en 1,7 por ciento y 1,1 por ciento mensual, respectivamente, a partir de las medidas de flexibilización según datos oficiales. Sin embargo, este crecimiento es significativamente menor al repunte que se evidenció en mayo y junio cuando los sectores productivos y comerciales registraron incrementos superiores al 7 por ciento luego de un profundo derrumbe mostrado en abril, primer mes de la cuarentena estricta.

"Recordemos que en abril la economía estuvo cien por ciento parada, los sectores que se autorizaron a partir de mayo permitieron mostrar esa mejora. Sin embargo, en julio hemos vuelto a ver una mejora pero en menor medida, un aumento muy bajo de la actividad en términos interanuales", señaló el economista Pablo Salvador, en entrevista con Xinhua.

"La economía del segundo trimestre cayó 19 por ciento, un récord absoluto, y se espera que caiga cerca del 12 por ciento hacia fines de año, un récord para nuestro país", agregó el profesor de economía en la Universidad Nacional de Cuyo.

Analistas infieren que a pesar de la recuperación en determinados sectores, la economía doméstica caerá fuertemente porque se continúa con la política de emisión monetaria que, aunque estimula la demanda, depara en una fuerte incertidumbre sobre el alza del dólar y sobre la inflación.

Salvador apunta que, además, "la economía no tiene un plan, un objetivo, un camino que seguir, con lo cual es muy difícil generar confianza, los sectores esta muy golpeados".

"El Gobierno lo que está haciendo es emitir para tratar de sostener a los sectores más vulnerables, y el tema es que no se ve una recuperación de la economía, y al no verse una luz al final del túnel es muy difícil que la economía se recupere si no se produce algún cambio estructural", remarcó.

De esta forma, a medida que se vaya flexibilizando aún más la cuarentena, se podrá observar una continua mejora de la actividad en las industrias, comercio y el resto de los sectores, pero podrían tornarse en "soluciones esporádicas o recuperaciones parciales, y no en un despegue" si no hay un plan, explicó Salvador, doctor en Economía por la Universidad de Jyväskylä de Finlandia.

Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción industrial ha logrado morigerar su descenso hasta un 10,8 por ciento en agosto desde el descenso del 53,1 por ciento reportado en abril, pero aún con dicha mejora, el indicador continúa presentando una merma.

"La mayor flexibilización de la cuarentena, el leve repunte del consumo, y los mayores controles a las importaciones están permitiendo acelerar el proceso de recuperación del sector manufacturero. Igual, las tasas de caídas continúan siendo profundas", sostuvo la CAME en su último informe sobre el balance de la actividad.

En los primeros ocho meses del año, las pequeñas y medianas empresas, que aglutinan a unas 600.000 entidades y dan trabajo a más de 4 millones de personas, acumulan una baja anual de 20,8 por ciento, adelantó la entidad.

Por el lado de las ventas minoristas también se ha comenzado a notar una recuperación pero los indicadores siguen siendo negativos, sostuvo la confederación. En septiembre, las pequeñas industrias argentinas tuvieron una baja de las ventas del 10,1 por ciento, un importante repunte frente al 57,6 por ciento reportado en abril pasado.

Entre los analistas económicos preocupa la política de emisión de pesos que ha reforzado el Banco Central de Argentina (BCRA) junto con el Gobierno a fin de intentar atenuar la crisis mediante una estimulación de la demanda.

Desde el inicio de la pandemia, el Ejecutivo ha concretado medidas de asistencia como el "Ingreso Familiar de Emergencia" (IFE), una asignación de 10.000 pesos (120 dólares) para proteger a los sectores más vulnerables, así como el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para asistir a las pequeñas y medianas empresas.

"Se emiten en la argentina a razón de 200.000 millones de pesos por mes para cubrir los gastos del Tesoro. Los economistas calculan entre 2 y 2,5 billones de pesos para este año. Significan mas de 9.000 millones de pesos por día", apuntó el analista y articulista Guillermo Kohan en una columna publicada en el diario local El Cronista.

En ese sentido, Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped) de la Universidad de Buenos Aires, sostiene que "las medidas de contención como el IFE o ATP fueron indudablemente necesarias como paliativos pero además de que no pueden extenderse en el tiempo, se debe encontrar un plan".

"Para salir de la crisis, potenciado en grado sumo por el frenazo económico derivado de la cuarentena y la pandemia, es preciso, primero, reconocer la naturaleza profunda de las dificultades de Argentina, luego entonces aparecerá la necesidad de la búsqueda de acuerdos sociales, económicos y políticos", concluyó el experto.

 
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Con serios desafíos, Argentina experimenta ligero repunte de su actividad económica

Spanish.xinhuanet.com 2020-10-23 10:11:20

BUENOS AIRES, 22 oct (xinhua) -- Argentina experimenta una moderada recuperación de su actividad económica, producto de la flexibilización de las medidas de aislamiento, tras cumplir siete meses de cuarentena y superar el millón de contagios por COVID-19.

No obstante, este ligero repunte podría no ser suficiente para evitar un mayor declive de la economía hacia finales de año y una inminente escalada inflacionaria, según refieren analistas en este país sudamericano.

Desde julio pasado, el Gobierno argentino ha atenuado el aislamiento preventivo y obligatorio autorizando la reapertura de comercios y actividades consideradas "no esenciales", con lo cual la actividad económica en distintos rubros ha evidenciado una leve recuperación.

En julio y agosto, la actividad económica creció en 1,7 por ciento y 1,1 por ciento mensual, respectivamente, a partir de las medidas de flexibilización según datos oficiales. Sin embargo, este crecimiento es significativamente menor al repunte que se evidenció en mayo y junio cuando los sectores productivos y comerciales registraron incrementos superiores al 7 por ciento luego de un profundo derrumbe mostrado en abril, primer mes de la cuarentena estricta.

"Recordemos que en abril la economía estuvo cien por ciento parada, los sectores que se autorizaron a partir de mayo permitieron mostrar esa mejora. Sin embargo, en julio hemos vuelto a ver una mejora pero en menor medida, un aumento muy bajo de la actividad en términos interanuales", señaló el economista Pablo Salvador, en entrevista con Xinhua.

"La economía del segundo trimestre cayó 19 por ciento, un récord absoluto, y se espera que caiga cerca del 12 por ciento hacia fines de año, un récord para nuestro país", agregó el profesor de economía en la Universidad Nacional de Cuyo.

Analistas infieren que a pesar de la recuperación en determinados sectores, la economía doméstica caerá fuertemente porque se continúa con la política de emisión monetaria que, aunque estimula la demanda, depara en una fuerte incertidumbre sobre el alza del dólar y sobre la inflación.

Salvador apunta que, además, "la economía no tiene un plan, un objetivo, un camino que seguir, con lo cual es muy difícil generar confianza, los sectores esta muy golpeados".

"El Gobierno lo que está haciendo es emitir para tratar de sostener a los sectores más vulnerables, y el tema es que no se ve una recuperación de la economía, y al no verse una luz al final del túnel es muy difícil que la economía se recupere si no se produce algún cambio estructural", remarcó.

De esta forma, a medida que se vaya flexibilizando aún más la cuarentena, se podrá observar una continua mejora de la actividad en las industrias, comercio y el resto de los sectores, pero podrían tornarse en "soluciones esporádicas o recuperaciones parciales, y no en un despegue" si no hay un plan, explicó Salvador, doctor en Economía por la Universidad de Jyväskylä de Finlandia.

Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción industrial ha logrado morigerar su descenso hasta un 10,8 por ciento en agosto desde el descenso del 53,1 por ciento reportado en abril, pero aún con dicha mejora, el indicador continúa presentando una merma.

"La mayor flexibilización de la cuarentena, el leve repunte del consumo, y los mayores controles a las importaciones están permitiendo acelerar el proceso de recuperación del sector manufacturero. Igual, las tasas de caídas continúan siendo profundas", sostuvo la CAME en su último informe sobre el balance de la actividad.

En los primeros ocho meses del año, las pequeñas y medianas empresas, que aglutinan a unas 600.000 entidades y dan trabajo a más de 4 millones de personas, acumulan una baja anual de 20,8 por ciento, adelantó la entidad.

Por el lado de las ventas minoristas también se ha comenzado a notar una recuperación pero los indicadores siguen siendo negativos, sostuvo la confederación. En septiembre, las pequeñas industrias argentinas tuvieron una baja de las ventas del 10,1 por ciento, un importante repunte frente al 57,6 por ciento reportado en abril pasado.

Entre los analistas económicos preocupa la política de emisión de pesos que ha reforzado el Banco Central de Argentina (BCRA) junto con el Gobierno a fin de intentar atenuar la crisis mediante una estimulación de la demanda.

Desde el inicio de la pandemia, el Ejecutivo ha concretado medidas de asistencia como el "Ingreso Familiar de Emergencia" (IFE), una asignación de 10.000 pesos (120 dólares) para proteger a los sectores más vulnerables, así como el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para asistir a las pequeñas y medianas empresas.

"Se emiten en la argentina a razón de 200.000 millones de pesos por mes para cubrir los gastos del Tesoro. Los economistas calculan entre 2 y 2,5 billones de pesos para este año. Significan mas de 9.000 millones de pesos por día", apuntó el analista y articulista Guillermo Kohan en una columna publicada en el diario local El Cronista.

En ese sentido, Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped) de la Universidad de Buenos Aires, sostiene que "las medidas de contención como el IFE o ATP fueron indudablemente necesarias como paliativos pero además de que no pueden extenderse en el tiempo, se debe encontrar un plan".

"Para salir de la crisis, potenciado en grado sumo por el frenazo económico derivado de la cuarentena y la pandemia, es preciso, primero, reconocer la naturaleza profunda de las dificultades de Argentina, luego entonces aparecerá la necesidad de la búsqueda de acuerdos sociales, económicos y políticos", concluyó el experto.

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