ESPECIAL: Sobrepeso y obesidad, pandemia "más silenciosa" que COVID-19, advierten en Argentina

Actualizado 2020-10-22 00:47:31 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 21 oct (Xinhua) -- El ministro de Salud de Argentina, Ginés González García, dijo recientemente ante un plenario de comisiones del Senado, que el sobrepeso y la obesidad constituyen una pandemia "mucho más mortal" que la de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) e implica "un grave problema de salud pública" para el país.

Desde 2017, Argentina conmemora cada tercer miércoles de octubre el "Día Nacional de Lucha contra la Obesidad", con el fin de instalar esta problemática en la agenda pública y sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención para realizar los controles pertinentes.

La especialista en obesidad, Paola Urrutia, dijo al respecto en entrevista con Xinhua que el fenómeno "ha venido incrementándose desde hace varias décadas".

Seis de cada 10 adultos argentinos presentan exceso de peso, mientras que en el caso de niños en edad escolar, el 30 por ciento de ellos tiene sobrepeso y el 6 por ciento obesidad, según datos del Ministerio de Salud.

Urrutia, integrante del centro médico Bionut, que trata de manera interdisciplinaria esta problemática de salud, coincidió en forma plena con la advertencia del ministro de Salud, en el sentido de que la obesidad es una enfermedad crónica "que ha sido subestimada por gran parte de la población".

"Por diversos motivos culturales, sociales e inclusive históricos, a la obesidad se la consideraba un símbolo de estatus, reflejo de la riqueza y el poder de una persona", sostuvo.

"Múltiples factores han contribuido para que la obesidad alcance niveles cada vez más altos, desde la industrialización que ha generado mayor consumo de productos ultraprocesados e hipercalóricos, a la falta de tiempo que se relaciona con la desorganización en los hábitos y horarios de alimentación", dijo la experta.

Comentó que a lo anterior se suma la disminución en la movilidad durante la cuarentena por la COVID-19, "con aumento del sedentarismo y un impacto significativo en el incremento de peso".

Durante la cuarentena, el 55 por ciento de la población incrementó, "por estrés o ansiedad", el consumo de alimentos ultraprocesados o hipercalóricos como harinas, golosinas, gaseosas o alcohol, al tiempo que redujo el consumo de frutas y verduras en un 24 por ciento, según datos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.

"La falta de actividad física y la limitación en las actividades cotidianas, con el incremento del sedentarismo, han conllevado a un incremento promedio de tres a seis kilogramos en más del 80 por ciento de los argentinos", añadió Urrutia, con base en datos de una encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición de julio pasado.

La especialista en nutrición remarcó que el sobrepeso y la obesidad "son la raíz de otras enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial (...) cardiovascular, hígado graso, accidentes cerebrovasculares o inclusive algunos tipos de cáncer".

La entrevistada instó por ello a las personas en lo individual a incorporar hábitos saludables como la ingesta adecuada y variada de alimentos cada tres o cuatro horas, limitar los productos ultraprocesados, aumentar el consumo de agua y disminuir el sedentarismo con mayor actividad física.

A nivel colectivo, Urrutia propuso mayor capacitación del personal de salud, políticas públicas que incluyan la reducción de precios en productos saludables y la aplicación del etiquetado frontal en los alimentos.

Propuso también la reducción de horas laborales en trabajos sedentarios y generar prácticas que limiten el uso del transporte público o privado para favorecer traslados a pie.

Dos personas que padecen obesidad contaron también a Xinhua su situación durante la pandemia del nuevo coronavirus y alertaron sobre la importancia de combatir el sobrepeso.

"Inicié en la pandemia un tratamiento, una iniciativa que asumí y en la que tengo muchas expectativas, porque los cambios empezaron a verse muy pronto, no sólo en la balanza sino en las medidas corporales. Eso me impulsó a tener más ganas", dijo Romina Vaena, de 48 años.

La mujer puntualizó que durante la cuarentena ha dejado de lado los traslados en automóvil e incorporado el hábito de caminar para hacer las compras en comercios cercanos, además de alimentos más saludables y una menor ingesta de productos industrializados.

"Cuando noté que me estaba complicando en kilogramos y al escuchar que los factores de riesgo hacen que la enfermedad de COVID-19 sea más grave, entendí que tenía que ocuparme. Empujada por una amiga de toda mi vida entendí que no debía posponerlo al fin de la pandemia, sino ocuparme ya", afirmó Vaena.

Por su parte, Viviana Paz, de 34 años, sostuvo que comenzó su tratamiento al iniciar la pandemia y que pudo adaptarse tanto a las consultas como a las clases en línea.

"Pude organizarme, pensar y preparar yo misma lo que iba a comer. Perdí a mi padre en el mes de mayo, así que trato de superarme día a día, focalizándome en él, que es mi motor, ya que estaba muy contento de ver los cambios", compartió Paz.

"Mis expectativas son las mejores porque me siento bien y cada día quiero estar mejor", agregó la mujer respecto a su tratamiento para combatir el problema del sobrepeso.

Argentina, en cuarentena desde el 20 de marzo pasado y cuya medida estará vigente hasta el próximo 25 de octubre, informó la noche del martes de 1.018.999 casos confirmados de la enfermedad y 27.100 decesos desde el inicio de la pandemia en el país.

 
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ESPECIAL: Sobrepeso y obesidad, pandemia "más silenciosa" que COVID-19, advierten en Argentina

Spanish.xinhuanet.com 2020-10-22 00:47:31

BUENOS AIRES, 21 oct (Xinhua) -- El ministro de Salud de Argentina, Ginés González García, dijo recientemente ante un plenario de comisiones del Senado, que el sobrepeso y la obesidad constituyen una pandemia "mucho más mortal" que la de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) e implica "un grave problema de salud pública" para el país.

Desde 2017, Argentina conmemora cada tercer miércoles de octubre el "Día Nacional de Lucha contra la Obesidad", con el fin de instalar esta problemática en la agenda pública y sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención para realizar los controles pertinentes.

La especialista en obesidad, Paola Urrutia, dijo al respecto en entrevista con Xinhua que el fenómeno "ha venido incrementándose desde hace varias décadas".

Seis de cada 10 adultos argentinos presentan exceso de peso, mientras que en el caso de niños en edad escolar, el 30 por ciento de ellos tiene sobrepeso y el 6 por ciento obesidad, según datos del Ministerio de Salud.

Urrutia, integrante del centro médico Bionut, que trata de manera interdisciplinaria esta problemática de salud, coincidió en forma plena con la advertencia del ministro de Salud, en el sentido de que la obesidad es una enfermedad crónica "que ha sido subestimada por gran parte de la población".

"Por diversos motivos culturales, sociales e inclusive históricos, a la obesidad se la consideraba un símbolo de estatus, reflejo de la riqueza y el poder de una persona", sostuvo.

"Múltiples factores han contribuido para que la obesidad alcance niveles cada vez más altos, desde la industrialización que ha generado mayor consumo de productos ultraprocesados e hipercalóricos, a la falta de tiempo que se relaciona con la desorganización en los hábitos y horarios de alimentación", dijo la experta.

Comentó que a lo anterior se suma la disminución en la movilidad durante la cuarentena por la COVID-19, "con aumento del sedentarismo y un impacto significativo en el incremento de peso".

Durante la cuarentena, el 55 por ciento de la población incrementó, "por estrés o ansiedad", el consumo de alimentos ultraprocesados o hipercalóricos como harinas, golosinas, gaseosas o alcohol, al tiempo que redujo el consumo de frutas y verduras en un 24 por ciento, según datos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.

"La falta de actividad física y la limitación en las actividades cotidianas, con el incremento del sedentarismo, han conllevado a un incremento promedio de tres a seis kilogramos en más del 80 por ciento de los argentinos", añadió Urrutia, con base en datos de una encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición de julio pasado.

La especialista en nutrición remarcó que el sobrepeso y la obesidad "son la raíz de otras enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial (...) cardiovascular, hígado graso, accidentes cerebrovasculares o inclusive algunos tipos de cáncer".

La entrevistada instó por ello a las personas en lo individual a incorporar hábitos saludables como la ingesta adecuada y variada de alimentos cada tres o cuatro horas, limitar los productos ultraprocesados, aumentar el consumo de agua y disminuir el sedentarismo con mayor actividad física.

A nivel colectivo, Urrutia propuso mayor capacitación del personal de salud, políticas públicas que incluyan la reducción de precios en productos saludables y la aplicación del etiquetado frontal en los alimentos.

Propuso también la reducción de horas laborales en trabajos sedentarios y generar prácticas que limiten el uso del transporte público o privado para favorecer traslados a pie.

Dos personas que padecen obesidad contaron también a Xinhua su situación durante la pandemia del nuevo coronavirus y alertaron sobre la importancia de combatir el sobrepeso.

"Inicié en la pandemia un tratamiento, una iniciativa que asumí y en la que tengo muchas expectativas, porque los cambios empezaron a verse muy pronto, no sólo en la balanza sino en las medidas corporales. Eso me impulsó a tener más ganas", dijo Romina Vaena, de 48 años.

La mujer puntualizó que durante la cuarentena ha dejado de lado los traslados en automóvil e incorporado el hábito de caminar para hacer las compras en comercios cercanos, además de alimentos más saludables y una menor ingesta de productos industrializados.

"Cuando noté que me estaba complicando en kilogramos y al escuchar que los factores de riesgo hacen que la enfermedad de COVID-19 sea más grave, entendí que tenía que ocuparme. Empujada por una amiga de toda mi vida entendí que no debía posponerlo al fin de la pandemia, sino ocuparme ya", afirmó Vaena.

Por su parte, Viviana Paz, de 34 años, sostuvo que comenzó su tratamiento al iniciar la pandemia y que pudo adaptarse tanto a las consultas como a las clases en línea.

"Pude organizarme, pensar y preparar yo misma lo que iba a comer. Perdí a mi padre en el mes de mayo, así que trato de superarme día a día, focalizándome en él, que es mi motor, ya que estaba muy contento de ver los cambios", compartió Paz.

"Mis expectativas son las mejores porque me siento bien y cada día quiero estar mejor", agregó la mujer respecto a su tratamiento para combatir el problema del sobrepeso.

Argentina, en cuarentena desde el 20 de marzo pasado y cuya medida estará vigente hasta el próximo 25 de octubre, informó la noche del martes de 1.018.999 casos confirmados de la enfermedad y 27.100 decesos desde el inicio de la pandemia en el país.

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