COMENTARIO: El mundo debería ser realista ante las duras realidades de la lucha contra la pandemia

Actualizado 2020-10-21 17:35:20 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 21 oct (Xinhua) -- En apenas un mes el número de casos de COVID-19 a nivel mundial aumentó de 30 a 40 millones, alertando sobre que las peores horas de la pandemia aún están por llegar.

El último hito sombrío de las 40 millones de infecciones es un golpe a la ingenua expectativa de que el virus de alguna manera puede retirarse por sí solo.

Aunque algunas partes del mundo han hecho un mejor trabajo para contener el virus y las curvas de infección en algunos países se han estancado, es demasiado pronto para que el mundo baje la guardia contra el patógeno mortal y solapado.

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha admitido que los próximos meses serán un desafío "simplemente porque todos nosotros en Austria y Europa ya estamos cansados del corona, pero pasarán meses antes de que realmente podamos lograr un gran avance con una vacuna".

Lo que nos han enseñado los últimos diez meses es que, si bien las medidas de restricción no son populares, son innegablemente necesarias y efectivas contra el virus altamente contagioso.

Es por eso que algunos países de Europa, donde el último aumento de casos confirmados se ha convertido en una gran preocupación, han endurecido una vez más las restricciones, incluida la restricción de viajes, cierres selectivos y toques de queda.

El hito de los 40 millones confirma una vez más que es imposible encubrir o vencer el brote con mentiras y encontrando falsos responsables.

Desde el comienzo de la pandemia, algunos políticos estadounidenses en Washington han estado expandiendo enérgicamente mentiras y rumores relacionados con el virus, inventando tratamientos no probados como la hidroxicloroquina y atacando a profesionales y expertos médicos.

La negligencia y arrogancia de estos políticos han contribuido al trágico fiasco de Estados Unidos en la lucha contra la pandemia.

Lo peor está por llegar, a menos que el enfoque científico pueda tener ventaja en la lucha contra la pandemia. Con este fin, una tarea urgente es desacreditar el mito de la llamada "inmunidad colectiva", que es a la vez inmoral y poco científica.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la "inmunidad colectiva" es un tipo de protección que debe lograrse mediante la vacunación, no exponiendo deliberadamente a las personas a una enfermedad potencialmente mortal, y que "permitir a un virus peligroso, el cual no conocemos a plenitud, correr con libertad es simplemente poco ético".

El hito de los 40 millones subraya que la lucha contra el virus por sí sola es inútil. Mientras surjan las infecciones, nadie está a salvo.

Los países del mundo deben poner en común su sabiduría y sus recursos en la investigación y el desarrollo de vacunas, y distribuirlas de manera justa en todo el mundo una vez que estén disponibles.

Mientras tanto, a la vez que los gobiernos son los responsables de formular políticas antipandémicas eficaces y guiar al público a través de esta crisis de salud pública sin precedentes, la gente del común tiene un papel por desempeñar.

Como advirtió el principal experto en enfermedades infecciosas de EE. UU. Anthony Fauci, a veces "es posible tener que morder la bala y sacrificarse" en medio de infecciones que aún aumentan.

El secretario general de la ONU, António Guterres, comentó recientemente que, lamentablemente, la comunidad internacional no está superando la prueba de la pandemia, entendida como un gran desafío mundial.

No hay tiempo que perder a medida que se acerca la temporada de gripe y aumenta el riesgo de nuevas infecciones. Se necesitan medidas más sobrias para frenar la propagación de la enfermedad mortal y poner fin a esta pesadilla de una vez por todas.

 
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COMENTARIO: El mundo debería ser realista ante las duras realidades de la lucha contra la pandemia

Spanish.xinhuanet.com 2020-10-21 17:35:20

BEIJING, 21 oct (Xinhua) -- En apenas un mes el número de casos de COVID-19 a nivel mundial aumentó de 30 a 40 millones, alertando sobre que las peores horas de la pandemia aún están por llegar.

El último hito sombrío de las 40 millones de infecciones es un golpe a la ingenua expectativa de que el virus de alguna manera puede retirarse por sí solo.

Aunque algunas partes del mundo han hecho un mejor trabajo para contener el virus y las curvas de infección en algunos países se han estancado, es demasiado pronto para que el mundo baje la guardia contra el patógeno mortal y solapado.

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha admitido que los próximos meses serán un desafío "simplemente porque todos nosotros en Austria y Europa ya estamos cansados del corona, pero pasarán meses antes de que realmente podamos lograr un gran avance con una vacuna".

Lo que nos han enseñado los últimos diez meses es que, si bien las medidas de restricción no son populares, son innegablemente necesarias y efectivas contra el virus altamente contagioso.

Es por eso que algunos países de Europa, donde el último aumento de casos confirmados se ha convertido en una gran preocupación, han endurecido una vez más las restricciones, incluida la restricción de viajes, cierres selectivos y toques de queda.

El hito de los 40 millones confirma una vez más que es imposible encubrir o vencer el brote con mentiras y encontrando falsos responsables.

Desde el comienzo de la pandemia, algunos políticos estadounidenses en Washington han estado expandiendo enérgicamente mentiras y rumores relacionados con el virus, inventando tratamientos no probados como la hidroxicloroquina y atacando a profesionales y expertos médicos.

La negligencia y arrogancia de estos políticos han contribuido al trágico fiasco de Estados Unidos en la lucha contra la pandemia.

Lo peor está por llegar, a menos que el enfoque científico pueda tener ventaja en la lucha contra la pandemia. Con este fin, una tarea urgente es desacreditar el mito de la llamada "inmunidad colectiva", que es a la vez inmoral y poco científica.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la "inmunidad colectiva" es un tipo de protección que debe lograrse mediante la vacunación, no exponiendo deliberadamente a las personas a una enfermedad potencialmente mortal, y que "permitir a un virus peligroso, el cual no conocemos a plenitud, correr con libertad es simplemente poco ético".

El hito de los 40 millones subraya que la lucha contra el virus por sí sola es inútil. Mientras surjan las infecciones, nadie está a salvo.

Los países del mundo deben poner en común su sabiduría y sus recursos en la investigación y el desarrollo de vacunas, y distribuirlas de manera justa en todo el mundo una vez que estén disponibles.

Mientras tanto, a la vez que los gobiernos son los responsables de formular políticas antipandémicas eficaces y guiar al público a través de esta crisis de salud pública sin precedentes, la gente del común tiene un papel por desempeñar.

Como advirtió el principal experto en enfermedades infecciosas de EE. UU. Anthony Fauci, a veces "es posible tener que morder la bala y sacrificarse" en medio de infecciones que aún aumentan.

El secretario general de la ONU, António Guterres, comentó recientemente que, lamentablemente, la comunidad internacional no está superando la prueba de la pandemia, entendida como un gran desafío mundial.

No hay tiempo que perder a medida que se acerca la temporada de gripe y aumenta el riesgo de nuevas infecciones. Se necesitan medidas más sobrias para frenar la propagación de la enfermedad mortal y poner fin a esta pesadilla de una vez por todas.

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