Una empleada portando una mascarilla desinfecta las manos de una mujer en una tienda del centro comercial Alto Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 15 de octubre de 2020. Los centros comerciales de la ciudad argentina de Buenos Aires reabrieron sus puertas luego de permanecer cerrados casi siete meses por la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19), con estrictos protocolos sanitarios y tecnología china a fin de garantizar a clientes y empleados concurrir minimizando los riesgos para su salud. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 15 oct (Xinhua) -- Los centros comerciales de la ciudad argentina de Buenos Aires reabrieron sus puertas luego de permanecer cerrados casi siete meses por la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), con estrictos protocolos sanitarios y tecnología china a fin de garantizar a clientes y empleados concurrir minimizando los riesgos para su salud.
La empresa Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima (IRSA), a la que pertenecen los principales centros comerciales de la capital, estableció protocolos aprobados por las autoridades que, además de garantizar el distanciamiento social, ponen a disposición del público alcohol en gel y sanitizantes, junto con cámaras termográficas provistas por la compañía china Hikvision.
"Las soluciones termográficas Hikvision tienen dos cámaras, una óptica y una termográfica. El sensor termográfico, en particular, posee un chip con tecnología avanzada que desarrolla algoritmos de inteligencia artificial. Primero detecta a la persona, su rostro, y luego el área de la frente, para poder medir la temperatura", explicó Martín Izikovic, representante de la compañía Protection Now, la empresa encargada de proveer esta tecnología a todas las sucursales de IRSA.
El directivo remarcó que en caso de detectarse a una persona con una temperatura superior a la permitida, el dispositivo emitirá una alarma y se impedirá su ingreso, dando paso a la activación de los protocolos vigentes para la COVID-19.
Durante una recorrida este jueves por los establecimientos "Alto Palermo", en el norte de la capital, y "Abasto Shopping", en el centro geográfico de Buenos Aires, Xinhua constató que para complementar las medidas de seguridad también se habilitaron estaciones que cuentan con alcohol en gel y sanitizantes a disposición del público.
Además, se colocó cartelería con información sobre los métodos de prevención y se señalizaron los lugares de espera para garantizar una distancia de dos metros entre empleados y clientes.
La esperada reapertura de los "shoppings" porteños se dio de cara al Día de la Madre, que se celebrará aquí el domingo próximo e incluye también a los establecimientos denominados "DOT Baires", "Paseo Alcorta" y "Patio Bullrich", entre otros.
"Está cerrado el patio de comidas y los juegos, eso atrae mucha gente que, hoy en día, no hay. Esperamos que el viernes y el sábado, días de más movimiento, podamos tener un poquito más de gente", dijo a Xinhua Romina Castellano, empleada del local Home Collection, dedicado a la venta de ropa de cama.
La mujer destacó que ella y sus compañeras pudieron mantener el puesto laboral a pesar del aislamiento obligatorio, que comenzó el 20 de marzo: "Las expectativas son buenas, seguramente va a costar reactivarse el movimiento de gente que solíamos tener en este shopping, que es muy popular, pero ya vienen las Fiestas (de Fin de Año), en noviembre empieza a haber más movimiento, y esperemos que levante (mejore) lo antes posible", señaló Castellano.
Los centros comerciales de Buenos Aires acordaron en el protocolo de reapertura permitir la presencia de una persona por cada 15 metros cuadrados, con accesos supervisados por personal autorizado del gobierno de la ciudad.
En el caso del "Abasto Shopping", el acceso es con barbijo, únicamente por el ingreso que da a la tradicional avenida Corrientes, donde además de las cámaras termográficas chinas hay tres contadores de personas cuyos resultados se reflejan en una pantalla al frente.
Sara Gómez, empleada en un local dedicado a la venta de juguetes y globos, dijo a Xinhua que "hay poca gente en el patio de comidas, porque no se pueden quedar a comer, sólo pueden comprar la comida y se tienen que ir, entonces no hay tanta circulación. Los juegos están cerrados, así que no hubo muchas ventas, lamentablemente, pero esperamos lo mejor".
En la ciudad de Buenos Aires hay 16 centros comerciales, que contaban con 3.743 locales, pero debido a la situación casi 800 cerraron sus puertas. En el "Abasto Shopping" hay 180 locales, de los que 40 cerraron sus puertas.
Sergio Dattilo, gerente de Relaciones Institucionales de IRSA, dijo a Xinhua: "Estamos muy contentos de finalmente haber podido reabrir en esta fecha previa al Día de la Madre, pero en el camino perdimos entre el 25 por ciento y el 30 por ciento de locatarios, que ya no van a estar. Estamos comprometidos en reconstruir esta industria que, sin dudas, es una de las más castigadas en la pandemia".
Argentina registró su primer caso de COVID-19 el tres de marzo e inició una cuarentena el día 20 de ese mes, medida que regirá hasta el 25 de octubre próximo, con permisos y flexibilizaciones para la industria, el comercio y el transporte.
El país contabilizó hasta la noche del jueves 949.063 casos y 25.342 decesos.
