Por René Quenallata Paredes
Una mujer porta una mascarilla mientras muestra una papeleta durante el simulacro de la jornada de votación organizado por el Tribunal Supremo Electoral boliviano para mostrar las medidas de prevención de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19), en un aula de la Unidad Educativa Agustín Aspiazu, en La Paz, Bolivia, el 9 de octubre del 2020. Analistas políticos perfilan como crucial el voto de los electores indecisos para definir una posible segunda vuelta en Bolivia, donde participarían los dos candidatos más votados en la primera, cuando falta poco más de una semana para que se lleven a cabo las elecciones generales el próximo 18 de octubre. (Xinhua/Mateo Romay)
LA PAZ, 9 oct (Xinhua) -- Analistas políticos perfilan como crucial el voto de los electores indecisos para definir una posible segunda vuelta en Bolivia, donde participarían los dos candidatos más votados en la primera, cuando falta poco más de una semana para que se lleven a cabo las elecciones generales el próximo 18 de octubre.
De acuerdo con las últimas encuestas de intención del voto, los candidatos presidenciales con las mayores preferencias electorales son Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), y Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), quienes se enfrentarían en un hipotético balotaje en noviembre venidero, en caso de que ninguno alcance mayoría absoluta en la primera jornada.
La Constitución boliviana señala que será proclamada a la Presidencia y Vicepresidencia la candidatura que haya reunido el 50 por ciento más uno de los votos válidos o que haya obtenido un mínimo del 40 por ciento de los sufragios válidos, con una diferencia de al menos 10 por ciento con relación al candidato seguidor.
Esta figura no se ha dado desde el 2009, cuando se aprobó en la Constitución la segunda vuelta, tras las amplias victorias de Evo Morales, el primer indígena en llegar a la Presidencia de Bolivia y el único en sobrepasar el 50 por ciento de la votación por tres ocasiones consecutivas.
De acuerdo con la última encuesta de intención del voto de la firma Ipsos difundida el jueves, la categoría del voto blanco (indecisos) se redujo al 19,4 por ciento, a diferencia de las tendencias registradas a fines de septiembre anterior por las encuestadoras Ciesmori y Tu Voto Cuenta, que registraron el 27 por ciento de electores sin una preferencia definida.
La encuesta de Ipsos ubicó además a Arce con el 34 por ciento de las preferencias, Mesa con el 27,9 por ciento y Luis Fernando Camacho (Creemos) con el 13,8 por ciento, tendencia que de confirmarse perfila un balotaje.
El politólogo Marcelo Arequipa comentó este viernes a Xinhua que en las actuales condiciones políticas, el MAS deberá esperar hasta el final para saber si pudo conquistar al amplio y definitorio porcentaje de electores indecisos.
El docente de la Universidad Católica de La Paz mencionó entre las condiciones del MAS, el no contar con su líder histórico (Evo Morales), el estigma del presunto fraude electoral del año pasado y la tenaz lucha de sus opositores.
Arequipa consideró prematuro, sin embargo, hablar de una segunda vuelta electoral en Bolivia, pues entre el 20 y el 27 por ciento aún está en juego y marcará en definitiva al futuro gobierno.
El también experto en estrategias políticas alertó no dejar de lado el voto de los bolivianos en el exterior, que supera el 4 por ciento, pero que a la hora de sumar podría definir la diferencia necesaria para una victoria en primera vuelta del MAS o la definición en un balotaje.
Por su parte, el también analista político, Andrés Gómez, manifestó a Xinhua que aún es un misterio saber por quién se definirá el alto número de electores indecisos.
El abogado de profesión y docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) expuso que el porcentaje de ciudadanos que aún no han definido su voto se dividirá sobre todo entre los dos primeros candidatos de las encuestas y en menor medida entre el tercero.
"Ese voto puede catapultar a Arce (...) para ser ganador en la primera vuelta o condenarlo al balotaje, donde puede ser derrotado por el voto unificado de los 'antimasistas' (contrarios al MAS)", añadió el analista.
Gómez advirtió que el nuevo gobierno de Bolivia tendrá, sin embargo, una gestión marcada por la ingobernabilidad, ante una Asamblea Legislativa Plurinacional partida en dos bandos.
En tanto, para la politóloga Susana Bejarano, la tendencia actual marca el camino de un balotaje histórico en el país sudamericano, ya que sería la primera vez para definir al ganador de la Presidencia.
"Estamos frente a una elección competitiva. Aparentemente vamos a la segunda vuelta, pero siempre hay sorpresas que pueden darnos en esta contienda democrática", dijo Bejarano.
"Esperemos que se asuma con madurez los resultados, para que no se degenere en nuevos conflictos sociales y políticos", agregó la politóloga, quien cuenta con estudios superiores en relaciones internacionales y política pública aplicada.
Bejarano se refirió también a la declinación de la candidatura de Jeanine Añez, líder del gobierno interino apoyado por la oposición, como el impulso para que el candidato Mesa recuperara espacio y pudiera disputar al MAS en segunda vuelta la Presidencia de Bolivia.
Tanto Bejarano como Arequipa coincidieron en señalar que estos últimos días antes de la jornada electoral serán clave para que los candidatos puedan conquistar a los electores indecisos, con iniciativas imaginativas capaces de seducir a ese segmento decisivo en las elecciones generales de Bolivia.
