ESPECIAL: Regreso a clases presenciales, un desafío para Argentina

Actualizado 2020-10-08 09:28:34 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 7 oct (Xinhua) -- El regreso a las clases presenciales en Argentina, suspendidas desde el 16 de marzo por la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), es un desafío que obliga a analizar el riesgo epidemiológico que afronta cada comunidad educativa antes de establecer la reapertura de las aulas, explicaron expertos consultados por Xinhua.

"Argentina está todavía pasando por un proceso epidémico muy fuerte, entonces es importante que esto sea tomado en cuenta. Las escuelas deben cerrarse si no hay otra alternativa", dijo a esta agencia mediante videoconferencia el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (Organización Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal.

El experto planteó que en países como Argentina, de amplia extensión territorial y con una organización política federal, "lo importante es el análisis de riesgo a nivel local, en la comunidad, para (ver) si podemos reabrir algunas escuelas donde haya transmisión no comunitaria, con las recomendaciones específicas, como mantener el distanciamiento social, aumentar los espacios dentro de las escuelas o aumentar la ventilación".

El experto sostuvo que la OPS confía en que Argentina volverá a evaluar la situación educativa tan pronto se contenga la pandemia: "Pero como digo, no necesariamente en todas las comunidades quizás deban estar las escuelas cerradas en países grandes y federales", afirmó.

Ante la falta de clases presenciales desde el 16 de marzo por la pandemia, Argentina desarrolló diversas estrategias para que alumnos de todos los niveles puedan continuar sus estudios desde el hogar, entre ellas un portal digital con material pedagógico, programación audiovisual a través de medios públicos y cuadernos impresos para contrarrestar la falta de acceso a la tecnología en zonas de escasos recursos.

A pesar de esas alternativas, estudiantes y sus padres han realizado manifestaciones en diversas partes del país. De hecho, una nueva manifestación está convocada para el jueves 8 de octubre en la ciudad de Buenos Aires, frente al Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación, bajo el lema "a cacerolear por nuestras instituciones educativas".

Con 840.915 contagios y 22.226 decesos, el país austral se ubica sexto a nivel mundial en cantidad de casos confirmados y el duodécimo a nivel global en cuanto a decesos, de acuerdo con el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

De las 24 provincias del país, en 19 de ellas hay transmisión comunitaria de COVID-19, y los casos crecen de manera exponencial en distritos del interior, alejados de la capital, Buenos Aires.

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, dijo que el Gobierno nacional aspira a una "vuelta segura, progresiva y escalonada" de las clases presenciales, con la prioridad puesta en los estudiantes que finalizan el nivel primario o secundario.

Según el diario La Nación, de Buenos Aires, habrá un "índice epidemiológico objetivo" para habilitar la vuelta paulatina a las aulas y, en "lugar de exigir una circulación baja o nula del virus, cada jurisdicción deberá usar esta herramienta para medir el riesgo: un semáforo que prenderá luces de alerta -baja, media o alta- y así determinar cuándo es el momento adecuado para abrir las escuelas".

Las provincias de San Luis (centro), Formosa (norte) y La Pampa (centro) actualmente ofrecen clases presenciales pero sólo para alumnos de escuelas rurales, mientras que las provincias de San Juan (oeste), Catamarca (noroeste) y Santiago del Estero (norte) debieron dar marcha atrás por el aumento de casos, aunque éstos no estuvieron relacionados con la actividad escolar.

Consultado por Xinhua sobre un eventual regreso a clases y la nueva normalidad educativa, el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Omar Sued, dijo que "si la situación está desbordada en varias provincias, como ocurre en Salta (norte), Jujuy (norte), Mendoza (oeste) o Río Negro (sur), es muy difícil pensar en planes de apertura".

"Vamos aprendiendo día a día, y todos los planes que uno hace, la vida se encarga de cambiarlos. Es muy difícil hacer predicciones a largo plazo, por eso nos manejamos con ventanas de una o dos semanas", afirmó el profesional.

Para ilustrar la importancia de establecer índices epidemiológicos según cada comunidad educativa, Sued dijo que en el Área Metropolitana de Buenos Aires "la situación parece estar un poco más estable, pero sobre la costa atlántica, en la ciudad de Mar del Plata (400 kilómetros al sudeste de la capital) la situación es bastante crítica".

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

ESPECIAL: Regreso a clases presenciales, un desafío para Argentina

Spanish.xinhuanet.com 2020-10-08 09:28:34

BUENOS AIRES, 7 oct (Xinhua) -- El regreso a las clases presenciales en Argentina, suspendidas desde el 16 de marzo por la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), es un desafío que obliga a analizar el riesgo epidemiológico que afronta cada comunidad educativa antes de establecer la reapertura de las aulas, explicaron expertos consultados por Xinhua.

"Argentina está todavía pasando por un proceso epidémico muy fuerte, entonces es importante que esto sea tomado en cuenta. Las escuelas deben cerrarse si no hay otra alternativa", dijo a esta agencia mediante videoconferencia el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (Organización Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal.

El experto planteó que en países como Argentina, de amplia extensión territorial y con una organización política federal, "lo importante es el análisis de riesgo a nivel local, en la comunidad, para (ver) si podemos reabrir algunas escuelas donde haya transmisión no comunitaria, con las recomendaciones específicas, como mantener el distanciamiento social, aumentar los espacios dentro de las escuelas o aumentar la ventilación".

El experto sostuvo que la OPS confía en que Argentina volverá a evaluar la situación educativa tan pronto se contenga la pandemia: "Pero como digo, no necesariamente en todas las comunidades quizás deban estar las escuelas cerradas en países grandes y federales", afirmó.

Ante la falta de clases presenciales desde el 16 de marzo por la pandemia, Argentina desarrolló diversas estrategias para que alumnos de todos los niveles puedan continuar sus estudios desde el hogar, entre ellas un portal digital con material pedagógico, programación audiovisual a través de medios públicos y cuadernos impresos para contrarrestar la falta de acceso a la tecnología en zonas de escasos recursos.

A pesar de esas alternativas, estudiantes y sus padres han realizado manifestaciones en diversas partes del país. De hecho, una nueva manifestación está convocada para el jueves 8 de octubre en la ciudad de Buenos Aires, frente al Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación, bajo el lema "a cacerolear por nuestras instituciones educativas".

Con 840.915 contagios y 22.226 decesos, el país austral se ubica sexto a nivel mundial en cantidad de casos confirmados y el duodécimo a nivel global en cuanto a decesos, de acuerdo con el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

De las 24 provincias del país, en 19 de ellas hay transmisión comunitaria de COVID-19, y los casos crecen de manera exponencial en distritos del interior, alejados de la capital, Buenos Aires.

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, dijo que el Gobierno nacional aspira a una "vuelta segura, progresiva y escalonada" de las clases presenciales, con la prioridad puesta en los estudiantes que finalizan el nivel primario o secundario.

Según el diario La Nación, de Buenos Aires, habrá un "índice epidemiológico objetivo" para habilitar la vuelta paulatina a las aulas y, en "lugar de exigir una circulación baja o nula del virus, cada jurisdicción deberá usar esta herramienta para medir el riesgo: un semáforo que prenderá luces de alerta -baja, media o alta- y así determinar cuándo es el momento adecuado para abrir las escuelas".

Las provincias de San Luis (centro), Formosa (norte) y La Pampa (centro) actualmente ofrecen clases presenciales pero sólo para alumnos de escuelas rurales, mientras que las provincias de San Juan (oeste), Catamarca (noroeste) y Santiago del Estero (norte) debieron dar marcha atrás por el aumento de casos, aunque éstos no estuvieron relacionados con la actividad escolar.

Consultado por Xinhua sobre un eventual regreso a clases y la nueva normalidad educativa, el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Omar Sued, dijo que "si la situación está desbordada en varias provincias, como ocurre en Salta (norte), Jujuy (norte), Mendoza (oeste) o Río Negro (sur), es muy difícil pensar en planes de apertura".

"Vamos aprendiendo día a día, y todos los planes que uno hace, la vida se encarga de cambiarlos. Es muy difícil hacer predicciones a largo plazo, por eso nos manejamos con ventanas de una o dos semanas", afirmó el profesional.

Para ilustrar la importancia de establecer índices epidemiológicos según cada comunidad educativa, Sued dijo que en el Área Metropolitana de Buenos Aires "la situación parece estar un poco más estable, pero sobre la costa atlántica, en la ciudad de Mar del Plata (400 kilómetros al sudeste de la capital) la situación es bastante crítica".

010020070760000000000000011100001394252891