SANTIAGO, 23 sep (Xinhua) -- El avance de China en reducir y eliminar la pobreza a gran escala en el país no tiene parangones históricos, afirmó el académico Francisco Urdínez, respecto a los esfuerzos realizados por la nación asiática para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes en las últimas décadas.
"El proceso de sacar gente de la pobreza en China, por la magnitud del fenómeno, no tiene comparación, y el proceso de migración rural-urbano tampoco, están muy correlacionadas las dos cosas", señaló Urdínez, profesor del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Urdínez, doctor en relaciones internacionales, destacó en entrevista con Xinhua que China "ha mutado de una forma tan única y radical, que será estudiado en los próximos siglos como un caso histórico" de éxito en la materia.
En palabras del profesor Urdínez, la estrategia de "alivio preciso de la pobreza" en China consiste en identificar de manera específica "quiénes son las familias que aún necesitan asistencia, que aún son gente mayoritariamente del interior de China".
"Por lo tanto, el gobierno ha asistido con construcción de viviendas, urbanización de ciudades", entre otros aspectos, según la consideración del entrevistado.
El especialista estimó que Latinoamérica podría implementar "ciertas políticas en regiones no urbanas para asistir a gente que aún vive en condiciones más precarias", basándose en las lecciones aprendidas por China, aunque ambas realidades distan entre sí.
A juicio del entrevistado, China puede cooperar "en el financiamiento de bancos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por ejemplo, o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura".
Dichas entidades "pueden asistirnos mucho en programas para mejorar la calidad de vida de gente que vive en la extrema pobreza en la ruralidad de América Latina y el Caribe", comentó Urdínez.
A los actuales índices de pobreza en la región se suma la debacle provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, por lo que "este tipo de proyectos de infraestructura son importantes para reactivar las economías y generar impacto positivo".
"Además de hablar de crecimiento, tenemos que hablar de un desarrollo económico", planteó.
Afirmó también que el repunte de la economía china y la reactivación de su industria luego de la crisis sanitaria, han tenido efectos positivos en la región latinoamericana.
El efecto es positivo dado "el aumento de la demanda de las materias primas, que se traslada a un aumento de sus precios, que son fundamentales para nosotros que vivimos de la exportación, y genera mayor alivio en nuestras arcas públicas", según la visión del experto.
"Esto nos permite tener un poco más de margen para distribuir y ejercer políticas públicas que empujen un poco la economía en nuestra región", dijo.
"Funciona un poco como un motor en América del Sur", agregó Urdínez, en referencia a la alta demanda de minerales y alimentos de parte del país asiático, lo que brinda mayores posibilidades de cooperación entre ambos.