WASHINGTON, 23 sep (Xinhua) -- Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), dijo hoy que la mayoría de los estadounidenses siguen siendo susceptibles a la COVID-19.
"Los CDC están en proceso de realizar un estudio muy grande y secuencial en todo Estados Unidos para medir la serología", dijo Redfield en una audiencia ante el Comité de Salud del Senado. "Los resultados preliminares de la primera ronda indican que una mayoría de nuestra nación, más del 90 por ciento de la población, sigue siendo susceptible".
"Esto varía en diferentes zonas geográficas entre estados", dijo, "pero sí indica que una mayoría de estadounidenses siguen siendo susceptibles a este virus", dijo Redfield.
Las declaraciones se producen un día después de que Estados Unidos superó los 200.000 decesos por COVID-19 y llegó a cerca de siete millones de contagios, ambas cifras las más altas de todo el mundo.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, también asistió a la audiencia y advirtió sobre los efectos de largo plazo que la enfermedad podría tener sobre los infectados.
Fauci señaló que en un estudio reciente realizado en personas no deportistas que se recuperaron del virus se encontró que en la resonancia magnética que se les realizó "entre 60 y 70 por ciento de ellas tenían indicios de enfermedad inflamatoria en el corazón".
"Cuando hay inflamación puede haber cicatrices que más tarde pueden conducir a arritmias o a cardiomiopatías", dijo. "Esto es algo a lo que realmente tenemos que estar atentos".
Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y Brett Giroir, subsecretario de salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos, también ofrecieron su testimonio en la audiencia.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo que el hecho de que el país haya llegado a los 200.000 decesos es "una vergüenza". También ha buscado defender la respuesta de su administración a la pandemia, la cual ha sido duramente criticada.
