BEIJING, 23 sep (Xinhua) -- El lanzamiento del cohete Gran Marcha-4B de China desde el noroeste del país esta semana incluyó el uso de aletas de rejilla para guiar y localizar los restos caídos del vehículo espacial de forma más precisa que antes.
El cohete de combustible líquido de tres etapas despegó a las 13:40 hora local del lunes portando un satélite de monitorización oceánica en una órbita inclinada 66 grados.
Lo que atrajo más la atención fue el hecho de que la primera etapa del cohete incluyó una aleta de rejilla recuperada de un cohete Gran Marcha-4B lanzado en 2019. Luego de garantizar que la estructura estaba completa, los científicos repararon su cubierta resistente al calor para hacerla reusable, señalaron fuentes de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China.
Las aletas de rejilla, como alas, son usadas para controlar los cohetes a altas velocidades.
Pequeña de tamaño, la aleta de rejilla tipo gofre es el primer producto reusable en los cohetes chinos, y marca un paso importante hacia el desarrollo de vehículos de lanzamiento reusables de despegue y aterrizaje verticales, dijo la fabricante de cohetes en un comunicado después del lanzamiento.
El sistema de lanzamiento de rejilla comenzó a trabajar luego de que sus etapas una y dos se separaron. Dirigió la primera etapa de regreso a áreas de aterrizaje y transmitió información de vuelo a las estaciones terrestres, lo que será útil para la optimización del sistema, expansión de aplicación y predicción de sitio de aterrizaje subsecuentes. De acuerdo con la compañía, la aleta de rejilla usada en el lanzamiento del lunes disminuyó el rango de las áreas de aterrizaje en más de 85 por ciento.
A diferencia de las áreas de aterrizaje de muchos países, que típicamente se localizan a lo largo de las líneas costeras, los principales sitios de lanzamiento de China se encuentran tierra adentro, lo que significa que los cohetes vuelan siempre directamente sobre áreas densamente pobladas. Por ello, luego de los lanzamientos, los propulsores de los cohetes y otros restos caen a tierra, amenazando a las comunidades locales.
Este año el país ha tenido varios lanzamientos espaciales. Volver la recuperación de los restos de cohete precisa y controlable se ha vuelto una tarea urgente de los científicos chinos.
China probó primero la tecnología de control de aleta de rejilla en un cohete portador Gran Marcha-2C el 26 de julio de 2019. La primera etapa del cohete fue controlada para caer en un área predeterminada.
El Gran Marcha-4B puede lanzar uno o varios satélites con distintos requerimientos orbitales. Cuenta con una capacidad de carga de 2,5 toneladas para órbita heliosincrónica.
