RIO DE JANEIRO, 13 sep (Xinhua) -- La caída de la media diaria de muertes en Brasil provocadas por la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) debe ser "celebrada", aunque todavía es "muy pronto" para poder sacar conclusiones debido a la complejidad que presenta el país y su tamaño continental, afirmó a Xinhua el profesor de medicina e investigador Antonio Silva Lima.
Durante más de dos meses, Brasil mantuvo una elevada tasa de más de 1.000 muertes diarias causadas por la COVID-19, aunque desde el pasado 7 de septiembre, la tasa se redujo a cerca de 800 óbitos por día.
Para Silva Lima, "es muy pronto para sacar conclusiones, claro que debemos celebrar la caída de la tasa de muertes, pero debe ser algo muy pautado por criterios objetivos, como la caída de la tasa de contagios, que tiene que ser constante, y que los indicadores epidemiológicos de casos y muertes se mantengan a la baja durante un largo plazo, lo que garantice que tengamos una cierta seguridad en el caso que haya algún rebrote en alguna área de Brasil", explicó en una entrevista telefónica.
Profesor de medicina en la Universidad de Fortaleza, Silva Lima recordó que "cuando analizas a Brasil como un todo, un país continental que vive epidemias distintas y que ahora parecen equipararse, parece que ahora hay una estabilidad, pero esta estabilidad tiene diferencias. Hay áreas en las que el virus circula todavía con alguna constancia, y otras donde está muy restringido, las llamadas "bolas", donde no hubo o ya no hay transmisión".
Según Silva Lima, la epidemia llegó a Brasil en las clases más ricas, y posteriormente se instaló entre las más vulnerables, que son los que sufrieron más con los efectos de la enfermedad.
"La historia natural de esta epidemia nos mostró que, inicialmente, el epicentro en la mayoría de las ciudades fue en los barrios más ricos, porque fue una enfermedad importada de otros países, pero rápidamente la expansión fue muy rápida hacia las zonas más pobres, donde viven más personas, y fueron muy afectadas", explicó.
"Si se analiza la mortalidad, es muy superior entre las personas más pobres y de menor escolaridad. Aunque el contagio eventualmente pueda ser importante o de alta magnitud en la mayoría de las clases sociales, los más vulnerables acaban siendo los más perjudicados, no tienen tanto acceso a los respiradores o a la salud. Los casos más graves, las complicaciones y las muertes, fueron muy superiores entre las clases más bajas", lamentó.
Preguntado sobre el regreso de las clases presenciales en el país, el médico brasileño comentó que "es algo que no veo vinculado a una vacuna contra la COVID-19. Veo mucho más que el regreso debería ser pautado por criterios mejores y más definidos de flexibilización, de reducción constante y larga de óbitos y casos, y sobre todo de la caída de circulación viral del virus, que no esté circulando".
Para Silva Lima, "las clases presenciales siempre deben retomarse con protocolos rigurosos". También apuntó que "un tema que es relevante es que hay algunas vulnerabilidades con el no regreso de las clases. Existe una discusión en el mundo entero de que las escuelas son esenciales, y tenerlas cerradas tanto tiempo puede ser perjudicial para los alumnos a largo plazo.
"Creo que siempre que haya una situación epidemiológica bien definida, protocolos de seguridad, rastreo y aislamiento, debe pensarse en el regreso de las clases, porque incluso hay una vulnerabilidad social importante de los niños y niños que no están en la escuela, que no hay guarderías públicas disponibles y con los padres trabajando desde hace tiempo", dijo.
"Por estas razones, creo que los epidemiólogos no podemos pecar por exceso de euforia ante una situación que es muy compleja y llena de nudos, tenemos que pensar en el regreso de las clases presenciales siempre que haya indicadores muy sostenibles y con protocolos de seguridad eficientes para detectar cualquier pequeño brote del virus en las escuelas", concluyó.
