Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 10 sep (Xinhua) -- Varios padres de alumnos y expertos en Chile ven con cautela y preocupación el posible retorno a clases de estudiantes propuesto por el gobierno del país sudamericano, en medio de la pandemia.
La chilena Paz Carrión tiene 34 años y un hijo de 10, quien alcanzó a ir solo dos semanas a clases hasta que el nuevo coronavirus (COVID-19) comenzó a expandirse en la región Metropolitana, donde ellos viven.
"La rutina cambió del cielo a la tierra", confesó la abogada de profesión a Xinhua.
Las dinámicas educativas y de aprendizaje también han variado, puesto que los estudiantes chilenos han saltado de los salones de los colegios a las pantallas de los computadores hogareños.
"Hubo un cambio negativo por la metodología utilizada por los colegios y porque al tener clases en una pantalla, en cuadraditos, hace que el niño no pueda dimensionar lo que le están explicando, no hacer las preguntas pertinentes con la cercanía que tenía en una sala de clases", reflexionó Carrión.
A principios de agosto, el Ministerio de Educación (Mineduc) de Chile presentó el plan "Orientaciones para la reapertura de los colegios el 2020. Preparando el regreso" en el que se detalló las medidas sanitarias y de protección de salud que deben adoptar los colegios.
Entre estas resaltaron el uso de mascarillas y escudo facial en clases, acceso al alcohol gel, además de la distancia entre estudiantes de, al menos, un metro.
Asimismo, el Mineduc informó el miércoles pasado a la prensa local que 107 establecimientos educacionales han solicitado formalmente reanudar las actividades presenciales y 37 recintos ya retornaron, aunque ninguno en la capital.
Sin embargo, Paz Carrión fue tajante al responder que no llevaría al colegio a su hijo porque "aún estamos en una pandemia y el virus no está erradicado. Por lo tanto, la situación de riesgo sería igual para los niños".
"Los niños no tienen el discernimiento que tenemos nosotros los adultos. Entonces las pocas medidas que hay no van a dar abasto y el contagio va a ser evidente en la población infantil", complementó la especialista en temas de infancia.
Así como Carrión, el 93 por ciento de los apoderados consultados respondió que no cree que el Mineduc entregue confianza para un retorno seguro a clases, en una encuesta difundida esta semana por la Asociación Nacional de Padres y Apoderados de los Colegios de la Federación de instituciones de Educación Particular (Anapaf) de Chile.
Paula Alarcón, magister en Diseño Curricular y Proyectos Educativos por la Universidad Andrés Bello, coincidió con Carrión en que la vuelta al colegio "es riesgosa".
Alarcón, quien también es profesora de Historia y Geografía y tiene trayectoria en la educación municipal, explicó a Xinhua que hay una preocupación grande por el estado emocional tanto de estudiantes como de profesores.
También profundizó que hay una gran diferencia entre los establecimientos educativos privados y públicos en Chile.
"En el sistema público, desde mi experiencia, las salas siempre cuentan con máximo 45 estudiantes por sala. Siempre están muy llenas. Dependiendo la comuna o la región donde ellos viven, es muy desigual, entonces están todos muy juntos", indicó.
Agregó que en el nivel básico inicial y secundario es "muy posible que se contagien muchos porque sabemos que en Latinoamérica somos más de piel y los niños se abrazan, juegan".
Además, comentó que es difícil aplicar el plan porque la mayoría de los estudiantes en el sistema público comparten un pupitre entre dos.
"En cambio, en el sistema privado, es distinto. Pueden tener máximo 20 estudiantes por sala y tienen más recursos: acceso a plataformas virtuales. Para ellos sería mucho más factible el retorno a clases gradual, pero incluso, aunque sean 20 estudiantes, también es complejo", advirtió.
Alarcón recalcó que es evidente que este año habrá una debilidad en el aprendizaje, pero, más allá del contenido o lo que pueda entregar el profesor en su asignatura, "algo perjudicial va a ser comunicarse con el otro. No estar físicamente con el otro compañero", uno de los perjuicios de las clases virtuales.
La experta en educación detalló que, bajo un retorno masivo a clases, debiera ser mitad presencial, rotando los estudiantes por clases, y mitad virtual. Además, recomendó un máximo de 10 estudiantes por sala.
En el informe "Panorama de la Educación" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su versión 2020 publicado esta semana, se detalló que, con más de 30 estudiantes por clase en el nivel secundario inferior, países como Chile "podrían enfrentar mayores dificultades para reorganizar sus cursos en grupos más pequeños de estudiantes para mantener una distancia segura entre escritorios".
En medio de esta pandemia que anticipa una segunda ola de contagios, Carrión y su hijo esperan el próximo año poder retomar sus rutinas, entre más incertidumbres que certezas.
