MONTEVIDEO, 10 sep (Xinhua) -- El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dijo hoy jueves que le preocupa el impacto del cierre de fronteras para el turismo en la próxima temporada de verano austral, y consideró "difícil" levantar en este momento esa restricción a raíz de la emergencia sanitaria por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
"A mí me preocupa la temporada turística. Ahora, pensar hoy en abrir la frontera con Argentina, que es nuestro primer suministro de turistas sobre todo en la temporada estival, es muy difícil", sostuvo el mandatario en entrevista con la emisora local "Radio Rural".
"Cuando uno ve el número diario de casos y de muertes en Argentina es muy difícil pensar en eso (la reapertura)", agregó.
Hasta el momento, Uruguay admite el ingreso al país de ciudadanos uruguayos o con residencia legal y de transportistas o trabajadores extranjeros, siempre que cumplan con las cuarentenas obligatorias.
El gobierno anunció el pasado 18 de agosto que reabrirá las fronteras para los turistas de la Unión Europea (UE) en una fecha que aún no determinó, en reciprocidad a la medida inversa aplicada por el bloque europeo.
Los turistas europeos deberán presentar un "test" (prueba) PCR negativo de COVID-19 realizado hasta 72 horas antes de su ingreso, realizar una cuarentena de una semana y luego realizarse un nuevo "test" o, en su defecto, extender la cuarentena hasta 14 días.
El turismo, uno de los sectores más afectados por la pandemia, representa el 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) uruguayo, y es el 8 por ciento de la mano de obra activa.
En 2019, el país sudamericano recibió 3,2 millones de visitantes del extranjero (cifra cercana a su población), de los cuales unos 1,7 millones fueron argentinos y unos 489.000 brasileños.
Uruguay tiene la epidemia bajo "relativo control", y acumula desde el 13 de marzo pasado 1.741 casos de COVID-19, de los cuales 218 tienen la infección en curso, 1.478 se recuperaron y 45 fallecieron.