GINEBRA, 8 sep (Xinhua) -- Los logros de China contra la COVID-19 han hecho que el mundo tenga más confianza a la hora de luchar contra la pandemia, dijo un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"¡La acción de China contra la epidemia de COVID-19 ha logrado una victoria gradual hasta ahora!", exclamó Ren Minghui, director general asistente de Cobertura Sanitaria Universal y Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la OMS, en entrevista con Xinhua.
"Cuando la mayoría de los países se enredan en lograr un equilibrio entre la reanudación del trabajo y las medidas de prevención y control, China básicamente ha controlado la epidemia sin una vacuna, y ha reanudado con éxito el trabajo y las escuelas", dijo Ren, y agregó que "este es un resultado bastante difícil de obtener".
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo una vez que el pueblo chino ha hecho contribuciones a toda la humanidad sacrificando el curso de sus vidas normales. En este sentido, Ren señaló que la cultura oriental enfatiza los intereses públicos, mientras que los intereses individuales pueden ser sacrificados frente a los intereses colectivos.
"Ese es un factor importante para la eficacia de la prevención y el control de las epidemias de China", dijo el funcionario de la OMS.
Tras repasar la experiencia de China en la lucha contra la COVID-19, Ren dijo que cree que China se ha adherido a los "cuatro elementos antiepidémicos" para lograr la actual situación de estabilidad.
El primer elemento es la cooperación internacional. Dijo que desde el brote de la COVID-19, China ha cooperado con la OMS y ha compartido la secuencia genética del virus con el resto del mundo de manera oportuna, ha participado en investigaciones científicas mundiales sobre la prevención y el control de la COVID-19 y ha proporcionado asistencia material y compartido experiencia con otros países.
"Eso es lo que un gran país responsable debe hacer", señaló Ren.
"La COVID-19 es una nueva enfermedad infecciosa. Cuantos más incógnitas sobre la enfermedad infecciosa, más cooperación internacional se necesita", dijo. "Me di cuenta de que el Dr. Zhong Nanshan, académico de (la) Academia China de Ingeniería, y otros se han comunicado con expertos internacionales de forma virtual acerca de la COVID-19, y médicos y enfermeras chinos también han intercambiado (su) experiencia con contrapartes extranjeras".
El segundo elemento es "creer en la ciencia". Ren dijo que el Gobierno chino ha creído en los basamentos científicos de los expertos en salud pública en torno a que las estrictas medidas de prevención y control son clave para obtener buenos resultados.
El tercer elemento importante es la idea de actuar como "una sola mente", dijo el funcionario de la OMS, y añadió que la acción concertada, la coordinación y la unidad nacional del pueblo chino en la prevención de epidemias son cruciales para una victoria gradual.
El cuarto es el lema de "la salud primero". Ren observó que el Gobierno chino antepone la salud del pueblo, razón por la cual no tienen prisa por restablecer un orden económico y social normal en medio de la pandemia.
En cambio, China puso en marcha medidas de protección para reanudar gradualmente el trabajo y las escuelas de manera ordenada, de modo que el desarrollo del país gane un impulso duradero, señaló.
"'La salud primero' es la configuración general de China. Incluso a nivel de ciudad o distrito, la política sigue siendo la misma, por lo que China está haciendo bien en seguir este principio", dijo.
En cuanto a la pandemia actual a nivel mundial, Ren dijo que todavía está en la "etapa de estancamiento". A medida que los métodos de prueba se vuelven más avanzados y los tratamientos más específicos, la proporción de pacientes gravemente enfermos y casos de muerte disminuyen.
Mientras tanto, a medida que se reanuda el trabajo y los estudiantes regresan a las escuelas, el número de casos en los jóvenes está aumentando. La situación general no parece tan buena, y los países no deben bajar la guardia, advirtió el funcionario de la OMS.
El éxito de la prevención y el control de la COVID-19 de China ha demostrado que siempre que se implementen medidas de salud pública, la enfermedad puede controlarse eficazmente sin una vacuna incluso en la temporada de gripe de otoño e invierno, añadió.
