OPS destaca cooperación entre China y América Latina en pos de vacunas contra COVID-19

Actualizado 2020-09-03 08:14:09 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 2 sep (Xinhua) -- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó hoy la cooperación entre China y América Latina en pos de obtener una vacuna contra el nuevo coronavirus (COVID-19).

El doctor Marcos Espinal, Director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, resaltó este miércoles ante una consulta de Xinhua "los esfuerzos que se hacen con las vacunas que se encuentran en ensayos clínicos y la colaboración que realizan Argentina, Brasil, Perú, México, con potenciales vacunas como las chinas".

"La OPS ve con muy buenos ojos este liderazgo de nuestros Estados miembros y de nuestros países. Es importante aclarar que la OPS ha sido un largo proponente de la colaboración Sur-Sur, la colaboración Norte-Sur y la colaboración triangular", remarcó el experto.

Espinal subrayó que "todo lo que va en beneficio de encontrar soluciones para esta pandemia es aplaudido y muestra el liderazgo de nuestros países".

"Países como Brasil tienen una larga trayectoria de producir vacunas. Es importante tener en cuenta que cuando la vacuna o las vacunas estén disponibles, habrá que hacer la transferencia de tecnología para muchos de nuestros países, que tienen la capacidad para manufacturar estas vacunas", dijo el funcionario de la OPS a esta agencia.

Espinal remarcó que "un solo país no va a proveer todas las vacunas para un mundo de casi 8.000 millones de personas" y recordó la importancia de que países como Argentina y Brasil puedan manufacturar estas vacunas para la región.

"Lo aplaudimos. La vacuna es un bien público y nuestra región lo que muestra es liderazgo y que le importa su gente, que contribuye de manera importante a la salud pública mundial", sostuvo el experto.

Brasil prepara para antes de fin de año la construcción de una nueva fábrica estatal de vacunas en Sao Paulo, el estado más industrializado y poblado del país, para incrementar la producción local de dosis de la Coronavac contra la COVID-19, del laboratorio chino Sinovac Biotech, anunció el 28 de agosto pasado el gobernador paulista, Joao Doria.

En declaraciones a Xinhua, el gobernador explicó entonces que la nueva fábrica de vacunas, financiada por donaciones, apunta a aumentar la producción de vacunas del estatal centro laboratorial Instituto Butantan contra el coronavirus.

La vacuna puede estar lista "a partir de diciembre", luego de la fase de tests en 9.000 brasileños que están siendo sometidos a ensayos, dijo.

El proyecto para la nueva planta de fabricación de vacunas estará financiado por las donaciones de empresas brasileñas y multinacionales radicadas en Brasil que ya han aportado para el fondo contra el coronavirus unos 96 millones de reales (unos 17,2 millones de dólares).

El Instituto Butantan, el laboratorio público paulista y actualmente el mayor fabricante de vacunas de América Latina, desarrolla la vacuna en Brasil y pretende, según Doria, tener lista 45 millones de dosis en diciembre y otras 15 millones en marzo, siempre y cuando a partir de diciembre reciba la luz verde de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).

Yin Weidong, presidente y CEO de Sinovac, afirmó que ambas partes "están trabajando a la par para acelerar el estudio clínico de fase III en Brasil, así como la colaboración tecnológica".

"Tenemos mucha confianza en el Instituto Butantan y esperamos trabajar juntos para lanzar el producto al mercado después de que garantice la seguridad y eficacia de la vacuna lo antes posible, con el fin de contribuir a detener el brote de COVID-19 y asegurar la disponibilidad y asequibilidad de la vacuna COVID-19 en todo el mundo", agregó Yin.

Por su parte, Argentina autorizó el viernes 21 de agosto los ensayos clínicos de fase III de una vacuna inactivada desarrollada por China contra la COVID-19.

"Estamos ansiosos de que empiece el estudio para obtener resultados y compartirlos", expresó ese día el ministro de Salud argentino, Ginés González García.

En la ceremonia para realizar el anuncio participaron autoridades de Argentina y China, del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm Group), de China National Biotec Group (CNBG), una farmacéutica afiliada a Sinopharm que produce el antígeno, y del laboratorio argentino Elea Phoenix.

El presidente de Sinopharm Group, Liu Jingzhen, dijo ese día que "aunque China y Argentina están separadas por un océano, están profundamente conectadas de corazón a corazón frente a la pandemia y estamos luchando lado a lado y avanzando hacia el mismo camino".

Una iniciativa similar tiene lugar en Perú, que otorgó la autorización el 20 de agosto también a CNBG y Sinopharm Group para realizar ensayos clínicos de tercera fase, aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo junto con expertos de la Universidad Cayetano Heredia y la Universidad Nacional de San Marcos.

México, en tanto, a principios de agosto acordó con las compañías chinas Cansino Biologics y Walvax Biotechnology que participará también en la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna.

La fase 3 de los ensayos clínicos normalmente involucra a miles de personas para verificar la seguridad y la efectividad de las vacunas que son claves para su aprobación en el mercado.

Como la epidemia ha estado bajo control en China, el país ya no tiene las condiciones para ensayos clínicos de gran escala, por esa razón, todos los ensayos de fase 3 están siendo realizados en el extranjero.

De acuerdo con una directriz para la evaluación clínica de las vacunas contra la COVID-19 publicada recientemente por la Administración Nacional de Productos Médicos, la vacuna debe ofrecer inmunidad durante al menos seis meses y de preferencia durante más de un año.

 
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OPS destaca cooperación entre China y América Latina en pos de vacunas contra COVID-19

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BUENOS AIRES, 2 sep (Xinhua) -- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó hoy la cooperación entre China y América Latina en pos de obtener una vacuna contra el nuevo coronavirus (COVID-19).

El doctor Marcos Espinal, Director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, resaltó este miércoles ante una consulta de Xinhua "los esfuerzos que se hacen con las vacunas que se encuentran en ensayos clínicos y la colaboración que realizan Argentina, Brasil, Perú, México, con potenciales vacunas como las chinas".

"La OPS ve con muy buenos ojos este liderazgo de nuestros Estados miembros y de nuestros países. Es importante aclarar que la OPS ha sido un largo proponente de la colaboración Sur-Sur, la colaboración Norte-Sur y la colaboración triangular", remarcó el experto.

Espinal subrayó que "todo lo que va en beneficio de encontrar soluciones para esta pandemia es aplaudido y muestra el liderazgo de nuestros países".

"Países como Brasil tienen una larga trayectoria de producir vacunas. Es importante tener en cuenta que cuando la vacuna o las vacunas estén disponibles, habrá que hacer la transferencia de tecnología para muchos de nuestros países, que tienen la capacidad para manufacturar estas vacunas", dijo el funcionario de la OPS a esta agencia.

Espinal remarcó que "un solo país no va a proveer todas las vacunas para un mundo de casi 8.000 millones de personas" y recordó la importancia de que países como Argentina y Brasil puedan manufacturar estas vacunas para la región.

"Lo aplaudimos. La vacuna es un bien público y nuestra región lo que muestra es liderazgo y que le importa su gente, que contribuye de manera importante a la salud pública mundial", sostuvo el experto.

Brasil prepara para antes de fin de año la construcción de una nueva fábrica estatal de vacunas en Sao Paulo, el estado más industrializado y poblado del país, para incrementar la producción local de dosis de la Coronavac contra la COVID-19, del laboratorio chino Sinovac Biotech, anunció el 28 de agosto pasado el gobernador paulista, Joao Doria.

En declaraciones a Xinhua, el gobernador explicó entonces que la nueva fábrica de vacunas, financiada por donaciones, apunta a aumentar la producción de vacunas del estatal centro laboratorial Instituto Butantan contra el coronavirus.

La vacuna puede estar lista "a partir de diciembre", luego de la fase de tests en 9.000 brasileños que están siendo sometidos a ensayos, dijo.

El proyecto para la nueva planta de fabricación de vacunas estará financiado por las donaciones de empresas brasileñas y multinacionales radicadas en Brasil que ya han aportado para el fondo contra el coronavirus unos 96 millones de reales (unos 17,2 millones de dólares).

El Instituto Butantan, el laboratorio público paulista y actualmente el mayor fabricante de vacunas de América Latina, desarrolla la vacuna en Brasil y pretende, según Doria, tener lista 45 millones de dosis en diciembre y otras 15 millones en marzo, siempre y cuando a partir de diciembre reciba la luz verde de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).

Yin Weidong, presidente y CEO de Sinovac, afirmó que ambas partes "están trabajando a la par para acelerar el estudio clínico de fase III en Brasil, así como la colaboración tecnológica".

"Tenemos mucha confianza en el Instituto Butantan y esperamos trabajar juntos para lanzar el producto al mercado después de que garantice la seguridad y eficacia de la vacuna lo antes posible, con el fin de contribuir a detener el brote de COVID-19 y asegurar la disponibilidad y asequibilidad de la vacuna COVID-19 en todo el mundo", agregó Yin.

Por su parte, Argentina autorizó el viernes 21 de agosto los ensayos clínicos de fase III de una vacuna inactivada desarrollada por China contra la COVID-19.

"Estamos ansiosos de que empiece el estudio para obtener resultados y compartirlos", expresó ese día el ministro de Salud argentino, Ginés González García.

En la ceremonia para realizar el anuncio participaron autoridades de Argentina y China, del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm Group), de China National Biotec Group (CNBG), una farmacéutica afiliada a Sinopharm que produce el antígeno, y del laboratorio argentino Elea Phoenix.

El presidente de Sinopharm Group, Liu Jingzhen, dijo ese día que "aunque China y Argentina están separadas por un océano, están profundamente conectadas de corazón a corazón frente a la pandemia y estamos luchando lado a lado y avanzando hacia el mismo camino".

Una iniciativa similar tiene lugar en Perú, que otorgó la autorización el 20 de agosto también a CNBG y Sinopharm Group para realizar ensayos clínicos de tercera fase, aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo junto con expertos de la Universidad Cayetano Heredia y la Universidad Nacional de San Marcos.

México, en tanto, a principios de agosto acordó con las compañías chinas Cansino Biologics y Walvax Biotechnology que participará también en la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna.

La fase 3 de los ensayos clínicos normalmente involucra a miles de personas para verificar la seguridad y la efectividad de las vacunas que son claves para su aprobación en el mercado.

Como la epidemia ha estado bajo control en China, el país ya no tiene las condiciones para ensayos clínicos de gran escala, por esa razón, todos los ensayos de fase 3 están siendo realizados en el extranjero.

De acuerdo con una directriz para la evaluación clínica de las vacunas contra la COVID-19 publicada recientemente por la Administración Nacional de Productos Médicos, la vacuna debe ofrecer inmunidad durante al menos seis meses y de preferencia durante más de un año.

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