Buenos Aires recupera su tradicional café en la calle con reapertura de bares y restaurantes

Actualizado 2020-09-01 09:44:40 | Spanish. xinhuanet. com

ARGENTINA-BUENOS AIRES-COVID-19

Personas portan mascarillas mientras consumen alimentos en una mesa instalada sobre la banqueta frente a una cafetería, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 31 de agosto de 2020. La ciudad argentina de Buenos Aires recuperó el lunes su tradicional café en la calle con la reapertura de bares y restaurantes, tras un cierre que se prolongó más de cinco meses por la cuarentena dispuesta en marzo ante la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)

BUENOS AIRES, 31 ago (Xinhua) -- La ciudad argentina de Buenos Aires recuperó este lunes su tradicional café en la calle con la reapertura de bares y restaurantes, tras un cierre que se prolongó más de cinco meses por la cuarentena dispuesta en marzo ante la pandemia del nuevo coronavirus.

Dueños, empleados y clientes de varios "cafés" porteños ubicados en los barrios de Belgrano, Colegiales, Villa Pueyrredón y Villa Urquiza, distritos de la zona norte de la capital, coincidieron en la expectativa que genera la reapertura, en una nueva etapa del aislamiento vigente para mitigar los efectos de la pandemia.

"La cuarentena afectó a los 500 establecimientos y a unos 10 mil trabajadores y trabajadoras representados en nuestra entidad. Todos tuvieron dificultades estos meses para funcionar, pagar alquileres y sueldos", dijo a Xinhua el presidente de la Liga de Bares de Buenos Aires, Mariano Ruiz.

El joven, propietario del establecimiento Berna, en la calle Zapiola al 1500, del barrio de Colegiales, puntualizó que la reapertura es un aliciente luego de tantos meses cerrados, en los que la única posibilidad fue hacer envíos a domicilio o retirar la compra en la puerta del local: "Después de cinco meses, la expectativa es alta, aunque el clima no está acompañando, lo que dificulta una apertura exitosa".

"Por un lado, nos dejan abrir, pero la cantidad de mesas que podemos poner son pocas. En paralelo, los dueños de los inmuebles, con la apertura, ya empiezan a exigir el pago completo del alquiler, y lo mismo demandan los proveedores, por eso muchos han preferido seguir cerrados", lamentó Ruiz.

El titular de la Liga de Bares señaló que "abrir sólo con mesas afuera no es suficiente, y corremos el riesgo de volver a cerrar en 15 días, como ocurrió en otras ciudades. De todos modos, la esperanza es lo último que se pierde".

La habilitación permitió a los porteños retomar el clásico café al paso con medialunas (croissants): "Necesitábamos salir y compartir un café. El día no acompaña, porque hace un poco de frío, pero no nos importó", declaró frente al local "Havanna", en la esquina de las calles Artigas y Mosconi, la oficinista Liliana Bonín.

En la nueva fase del aislamiento, los establecimientos que tienen la habilitación necesaria sólo pueden recibir personas en mesas ubicadas en espacios abiertos del exterior, con distanciamiento social, uso obligatorio de tapabocas para empleados y clientes, y un máximo de cuatro comensales por mesa, según el estricto protocolo aprobado para la labor.

"Fueron cinco meses de incertidumbre, de tener que hacer malabares para poder llegar a fin de mes", sostuvo José Astudillo, un joven venezolano encargado de un local de café y dulces ubicado en la calle Echeverría al 3200.

Añadió que con la reapertura esperan "recuperar algo del trabajo. Los mozos (camareros) además recuperan la propina, que es siempre importante en su salario".

En el lugar solían trabajar cuatro camareros, pero ahora la dotación se redujo a dos.

El protocolo aprobado establece que no puede haber servicio en los salones internos de los comercios, las mesas deben tener un radio propio libre de 1,7 metros cuadrados respecto de otras, y todas deben contar con alcohol en gel o sanitizante.

Muchos de los establecimientos exhiben su menú habitual a través de la lectura de un código con el teléfono móvil: "Es algo nuevo pero útil, para evitar el contacto con papeles", afirmó Martina Novaro en la cafetería "Le Blé", del barrio de Villa Urquiza.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires puntualizó que para el lunes quedaron habilitados a ofrecer servicio en mesas al aire libre unos 1.800 negocios de un total de 10.000.

"Consideramos que es conveniente en esta etapa liberar las áreas donde el propio gobierno puede tener supervisión del espacio público, para dar cierta garantía de que en esta etapa podamos tener una observación de cómo vamos avanzando", explicó en una conferencia de prensa el ministro de Salud de la ciudad, Fernán Quirós.

El funcionario añadió que se han "priorizado los espacios públicos para supervisar en forma directa y estar seguros de que se cumple la normativa".

Argentina confirmó hasta la noche de este lunes 417.735 casos de la COVID-19.

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Buenos Aires recupera su tradicional café en la calle con reapertura de bares y restaurantes

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Personas portan mascarillas mientras consumen alimentos en una mesa instalada sobre la banqueta frente a una cafetería, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 31 de agosto de 2020. La ciudad argentina de Buenos Aires recuperó el lunes su tradicional café en la calle con la reapertura de bares y restaurantes, tras un cierre que se prolongó más de cinco meses por la cuarentena dispuesta en marzo ante la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Martín Zabala)

BUENOS AIRES, 31 ago (Xinhua) -- La ciudad argentina de Buenos Aires recuperó este lunes su tradicional café en la calle con la reapertura de bares y restaurantes, tras un cierre que se prolongó más de cinco meses por la cuarentena dispuesta en marzo ante la pandemia del nuevo coronavirus.

Dueños, empleados y clientes de varios "cafés" porteños ubicados en los barrios de Belgrano, Colegiales, Villa Pueyrredón y Villa Urquiza, distritos de la zona norte de la capital, coincidieron en la expectativa que genera la reapertura, en una nueva etapa del aislamiento vigente para mitigar los efectos de la pandemia.

"La cuarentena afectó a los 500 establecimientos y a unos 10 mil trabajadores y trabajadoras representados en nuestra entidad. Todos tuvieron dificultades estos meses para funcionar, pagar alquileres y sueldos", dijo a Xinhua el presidente de la Liga de Bares de Buenos Aires, Mariano Ruiz.

El joven, propietario del establecimiento Berna, en la calle Zapiola al 1500, del barrio de Colegiales, puntualizó que la reapertura es un aliciente luego de tantos meses cerrados, en los que la única posibilidad fue hacer envíos a domicilio o retirar la compra en la puerta del local: "Después de cinco meses, la expectativa es alta, aunque el clima no está acompañando, lo que dificulta una apertura exitosa".

"Por un lado, nos dejan abrir, pero la cantidad de mesas que podemos poner son pocas. En paralelo, los dueños de los inmuebles, con la apertura, ya empiezan a exigir el pago completo del alquiler, y lo mismo demandan los proveedores, por eso muchos han preferido seguir cerrados", lamentó Ruiz.

El titular de la Liga de Bares señaló que "abrir sólo con mesas afuera no es suficiente, y corremos el riesgo de volver a cerrar en 15 días, como ocurrió en otras ciudades. De todos modos, la esperanza es lo último que se pierde".

La habilitación permitió a los porteños retomar el clásico café al paso con medialunas (croissants): "Necesitábamos salir y compartir un café. El día no acompaña, porque hace un poco de frío, pero no nos importó", declaró frente al local "Havanna", en la esquina de las calles Artigas y Mosconi, la oficinista Liliana Bonín.

En la nueva fase del aislamiento, los establecimientos que tienen la habilitación necesaria sólo pueden recibir personas en mesas ubicadas en espacios abiertos del exterior, con distanciamiento social, uso obligatorio de tapabocas para empleados y clientes, y un máximo de cuatro comensales por mesa, según el estricto protocolo aprobado para la labor.

"Fueron cinco meses de incertidumbre, de tener que hacer malabares para poder llegar a fin de mes", sostuvo José Astudillo, un joven venezolano encargado de un local de café y dulces ubicado en la calle Echeverría al 3200.

Añadió que con la reapertura esperan "recuperar algo del trabajo. Los mozos (camareros) además recuperan la propina, que es siempre importante en su salario".

En el lugar solían trabajar cuatro camareros, pero ahora la dotación se redujo a dos.

El protocolo aprobado establece que no puede haber servicio en los salones internos de los comercios, las mesas deben tener un radio propio libre de 1,7 metros cuadrados respecto de otras, y todas deben contar con alcohol en gel o sanitizante.

Muchos de los establecimientos exhiben su menú habitual a través de la lectura de un código con el teléfono móvil: "Es algo nuevo pero útil, para evitar el contacto con papeles", afirmó Martina Novaro en la cafetería "Le Blé", del barrio de Villa Urquiza.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires puntualizó que para el lunes quedaron habilitados a ofrecer servicio en mesas al aire libre unos 1.800 negocios de un total de 10.000.

"Consideramos que es conveniente en esta etapa liberar las áreas donde el propio gobierno puede tener supervisión del espacio público, para dar cierta garantía de que en esta etapa podamos tener una observación de cómo vamos avanzando", explicó en una conferencia de prensa el ministro de Salud de la ciudad, Fernán Quirós.

El funcionario añadió que se han "priorizado los espacios públicos para supervisar en forma directa y estar seguros de que se cumple la normativa".

Argentina confirmó hasta la noche de este lunes 417.735 casos de la COVID-19.

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