OSLO, 28 ago (Xinhua) -- No existe ninguna base fáctica para trasladar la culpa a China por la propia responsabilidad de una respuesta ineficaz a la pandemia de la COVID-19, dijo el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, de visita en Oslo.
Wang hizo la declaración el jueves en una rueda de prensa conjunta ofrecida con la ministra de Relaciones Exteriores de Noruega, Ine Eriksen Soreide, cuando un reportero solicitó un comentario a Wang sobre la acusación de que China no compartió oportunamente información sobre el nuevo coronavirus, el cual de acuerdo con el reportero se originó en China, y de que esto condujo a la propagación de la COVID-19 a otros países.
"Lo que usted señala no es un hecho. China fue el primer país en reportar la epidemia, lo cual no significa que la epidemia del nuevo coronavirus se haya originado en China", dijo Wang.
Una gran cantidad de información y de investigaciones, dijo, han descubierto la existencia del nuevo coronavirus en múltiples países de todo el mundo, y algunos de ellos surgieron antes de que China reportara el virus.
De modo que determinar el sitio en el que se originó la epidemia y quién es el "paciente cero" es una cuestión científica que requiere que científicos y expertos médicos lleguen a una conclusión a través de la investigación científica, dijo Wang, quien agregó que nadie tiene derecho a politizar al rastreo del origen, y mucho menos a etiquetar el virus.
El nuevo coronavirus era desconocido para todos antes de la epidemia. China llevó a cabo una investigación epidemiológica cuando empezaron a descubrirse casos de una neumonía desconocida, identificó el patógeno, y compartió la secuencia genética completa oportunamente con el mundo, dijo Wang.
Después de confirmar la transmisión del virus entre seres humanos, la parte china también tomó la resuelta decisión de confinar a Wuhan en el centro de China. Esta no fue una decisión fácil, dijo Wang, porque Wuhan es una ciudad con una población de 10 millones de habitantes. "Pero aún así tomamos esta decisión sobre la base del principio de que la vida y la salud de las personas son lo más importante".
Por otra parte, explicó el jefe de la diplomacia china, China activó la respuesta de emergencia de primer nivel en todas las provincias, regiones autónomas y municipalidades, interrumpió rápidamente la cadena de transmisión del virus, y finalmente superó de manera eficaz la epidemia.
El equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud que visitó China coincidió en que las medidas tomadas por China fueron muy oportunas y eficaces. No sólo evitaron la propagación de la epidemia en China, sino que permitieron al resto del mundo ganar tiempo. Esos son los hechos básicos, dijo.
Wang señaló que no existe ninguna base fáctica para que Estados Unidos trate de culpar a China por su propia respuesta ineficaz a la epidemia.
El 23 de enero, cuando China confinó a Wuhan e implementó en todo el país la respuesta de emergencia de primer nivel y tomó precauciones integrales de conformidad con las enfermedades infecciosas de Clase A, sólo había nueve casos confirmados en países y regiones fuera de China y sólo uno en Estados Unidos, dijo Wang.
El 31 de enero, Estados Unidos suspendió los vuelos directos con China. El 2 de febrero cerró sus fronteras a todos los ciudadanos chinos cuando sólo se habían anunciado poco más de 10 casos confirmados en Estados Unidos. "El cronograma es claro", enfatizó.
Luego de que China interrumpió la propagación de la epidemia hacia el resto del mundo, la razón por la cual la epidemia se propagó tan dramáticamente en cierto país es un asunto que merece una seria consideración y una investigación a fondo, dijo Wang.
"Considero que con el tiempo, la verdad del asunto se volverá más clara", indicó.
Noruega es la tercera escala después de Italia y Países Bajos de la primera gira de Wang por el extranjero tras la disminución de la epidemia de COVID-19. La visita oficial a Europa del 25 de agosto al 1 de septiembre también lo llevará a Francia y Alemania.
