BUENOS AIRES, 21 ago (Xinhua) -- Argentina autorizó los ensayos clínicos de fase III de la vacuna inactivada desarrollada por China contra la COVID-19, informó hoy viernes el Ministerio de Salud del país sudamericano.
"Estamos ansiosos de que empiece el estudio para obtener resultados y compartirlos", expresó el ministro de Salud argentino, Ginés González García.
Añadió que están "muy orgullosos de este logro en el que las partes hemos comprometido todo el esfuerzo para que podamos avanzar en forma conjunta y solidaria para obtener vacunas a disposición de nuestro pueblo".
En la ceremonia para realizar el anuncio participaron autoridades de Argentina y China, del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm Group), de China National Biotec Group (CNBG), una farmacéutica afiliada a Sinopharm que produce el antígeno, y del laboratorio argentino Elea Phoenix.
González García manifestó "el orgullo argentino de contar con capacidad técnica, desarrollo tecnológico y trayectoria clínica" para trabajar junto a China en la batalla contra la COVID-19.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina aprobó la realización de los ensayos clínicos.
El presidente de Sinopharm Group, Liu Jingzhen, expresó que desde junio se mantienen reuniones y encuentros técnicos con integrantes del Ministerio de Salud de Argentina y con el embajador argentino en China, Luis María Klecker, con el fin de lograr consensos para la colaboración internacional.
"Aunque China y Argentina están separadas por un océano, están profundamente conectadas de corazón a corazón frente a la pandemia y estamos luchando lado a lado y avanzando hacia el mismo camino", sostuvo Liu.
La vacuna inactivada ha comenzado la tercera fase de ensayos clínicos en Perú y también obtuvo la aprobación para la tercera fase de pruebas clínicas en Emiratos Árabes Unidos (EAU) el 23 de junio.
El antígeno también ha conseguido la aprobación para los ensayos clínicos de tercera fase en Bahréin, obteniendo avances en el número de inoculaciones, y también de países y poblaciones involucradas.
Argentina reportó el primer caso de COVID-19 el tres de marzo y desde entonces el Gobierno chino ayudó con toneladas de insumos sanitarios al país sudamericano, recibidos en vuelos de carga y barcos que unieron el trayecto entre Buenos Aires y la ciudad china de Shanghai.
Además, fábricas argentinas del rubro textil lograron reconvertirse para producir camisolines, cofias o barbijos gracias a insumos tecnológicos que arribaron al país desde China.
Argentina confirmó hasta la noche del viernes 329.043 casos de pacientes con la enfermedad, de los cuales 6.730 fallecieron.