LA HABANA, 1 ago (Xinhua) -- El gobierno cubano comenzó a implementar un ambicioso plan, llamado "Estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19", en busca reactivar la economía de la isla.
Buena parte del gabinete ministerial cubano, incluido el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha desfilado en los últimos días por la televisión nacional para explicar de manera sectorial el alcance de ese programa.
De acuerdo con lo anunciado por el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, la estrategia "se encamina a eliminar las trabas que accionan en la economía, pero manteniendo y defendiendo el concepto de planificación".
Gil recordó que la industria turística de la isla está detenida desde hace cuatro meses, lo que representa una pérdida sostenida de ingresos en divisas durante un periodo relativamente prolongado, al tiempo que otros ingresos por exportaciones también han resultado afectados y disminuye la demanda de productos exportables tradicionales.
A ese complejo contexto económico hay que sumar el gasto de 1.000 millones de pesos (igual al dólar al cambio oficial) para financiar el enfrentamiento al nuevo coronavirus, y el déficit presupuestario generado por las medidas de protección salarial a los trabajadores.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) pronosticó para este año una contracción de la economía cubana de 8 por ciento, cifra inferior al promedio estimado de la región que debe ser de un 9,1 por ciento.
La isla, que desde hace más de medio siglo vive bajo el asedio económico de Estados Unidos, comenzó el año con serios problemas de liquidez, golpeada por un grupo de medidas impuestas por la administración de Donald Trump para asfixiar a la economía cubana.
"Ante una situación excepcional requerimos de una hoja de ruta que nos conduzca sin improvisaciones para imponernos a ese escenario, pero tomando en cuenta cuál es el contexto en el que estamos diseñando la estrategia con la presencia del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos", subrayó Gil.
La estrategia aprobada es amplia y abarca 16 áreas claves de la economía cubana, con prioridad para la producción de alimentos, y en ella se destacan el impulso a la empresa estatal y también a otras formas de gestión, incluida las privadas.
Las nuevas medidas otorgan más autonomía a las empresas estatales, los gobiernos locales y los emprendimientos privados, e incluyen la dolarización en una parte de las ventas minoristas.
Como parte de las nuevas políticas, los privados podrán importar y exportar a través de empresas estatales, una decisión que acerca ese sector a la idea gubernamental de que "todos los actores económicos estén en igualdad de condiciones".
Unas 600.000 personas están inscritas oficialmente como trabajadores por cuenta propia, como se denomina en la isla a los privados, aunque se estima que la llegada a la isla del nuevo coronavirus, hace cuatro meses y medio, dejó sin trabajo a un 40 por ciento de ellos, sobre todo los vinculados al turismo y la hostelería.
En esa dirección, abrió la semana pasada en La Habana la primera tienda mayorista para restaurantes privados, "Mercabal", que vende con grandes formatos y un descuento del 20 por ciento, y el gobierno anunció la próxima apertura de otros centros similares.
Por la ausencia de esos mercados, los privados tuvieron que adquirir suministros durante muchos años en las tiendas minoristas estatales, lo que sumado a la caída de las importaciones, generó constantes crisis de abastecimiento.
