Por Pau Ramírez
LUZIANIA, 18 julio, 2020 (Xinhua) -- Imagen del 10 de julio de 2020 de un trabajador agrícola descansado durante la cosecha de algodón en la granja Onca, en Luziania, estado de Goiás, Brasil. El sector algodonero brasileño confía en que la recuperación económica de China tras la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19) impulse nuevamente el mercado que se vio afectado por la paralización económica mundial, con una caída de las exportaciones, explicó a Xinhua el productor y director de la algodonera GM, Carlos Moresco. (Xinhua/Lucio Tavora)
RIO DE JANEIRO, 18 jul (Xinhua) -- El sector algodonero brasileño confía en que la recuperación económica de China tras la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) impulse nuevamente el mercado que se vio afectado por la paralización económica mundial, con una caída de las exportaciones, explicó a Xinhua el productor y director de la algodonera GM, Carlos Moresco.
Moresco afirmó en entrevista a Xinhua que el descenso de la demanda mundial por algodón provocará un aumento del excedente y con ello la caída de los precios, aunque se mostró esperanzado que en dos años la situación empiece a mejorar para regresar a la normalidad.
"Creo que debemos tener un déficit de consumo de algodón a corto plazo, todo el mundo sentirá esto, con lo que tendremos un excedente de producción. Los 'stocks' mundiales serán más altos el año que viene. Esto impactará en los precios, que serán menores, y esto se reflejará en las plantaciones", que se reducirán, explicó.
"Estados Unidos tendrán unas plantaciones de algodón un 11 por ciento menores, en Brasil calculo que la reducción será de entre el 15 y el 20 por ciento y en el resto de países, como China o India, creo que también habrá ajustes, aunque ellos plantan el algodón ahora, a mitad del año, y los números de sus plantíos no se conocerán hasta los próximos meses", afirmó.
"Con la COVID-19 hubo una disminución de la producción en Brasil, porque las plantas en el extranjero estaban paralizadas y apenas ahora están retomando las actividades, pero no a la misma intensidad de antes. Lo que importa es que están retomando, aunque claro que nuestros embarques de algodón se verán afectados en esta cosecha", lamentó.
Para Moresco, "el mercado algodonero como un todo se recuperará, Europa, Estados Unidos (...) China, al ser el primer país en enfrentar la COVID-19, es el primer país en recuperarse. Creo que la recuperación tardará unos dos años, en 2023 imagino que se tendrán los niveles que tuvimos el año pasado", pronosticó.
Brasil es actualmente el cuarto mayor productor mundial de algodón y el segundo exportador.
En la cosecha 2018-19 Brasil produjo un récord de 2,7 millones de toneladas de algodón, un 36 por ciento más que en la temporada anterior, gracias a un aumento del 37,8 por ciento del área cultivada.
En 2019, las exportaciones fueron de un récord de 1,61 millones de toneladas, un 65 por ciento más que en 2018, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Economía de Brasil.
La facturación en 2019 fue de 2.640 millones de dólares, un 56 por ciento más que en 2018.
Moresco recordó la importancia del mercado chino para el algodón brasileño.
"En los últimos dos o tres años, las exportaciones de algodón crecieron mucho, impulsadas por China, que compra cerca del 35 por ciento del algodón brasileño".
En el caso del socio director de GM Algodonera, que produce "unas 4.000 toneladas anuales de pluma, cerca del 70 por ciento van destinadas a la exportación, mayoritariamente a China".
El productor y empresario resaltó que "el algodón brasileño es tan bueno como los mejores, nuestra calidad es igual que la del algodón estadounidense".
Además de China, los principales mercados para Brasil son Vietnam, Indonesia, Bangladesh y Turquía.
"La gran mayoría del algodón es para hilado. Hoy en día, el algodón en el mundo se usa para varias cosas, como ropas, vestuarios, la industria automovilística también lo usa mucho", recordó.
En el caso chino, explicó que el país asiático "consume unas 9.000.000 de toneladas por año de fibra y produce 6.000.000 de toneladas de fibra, por lo que necesita importar 3.000.000 de toneladas de fibra, para atender su demanda interna", y es aquí donde Brasil encuentra su espacio en el mercado chino.
Para Moresco, los chinos "son unos grandes exportadores de hilos y de ropas de algodón que también lo usan en la industria automovilística, la construcción civil (...) es muy variado su consumo, pero son grandes exportadores también", resaltó.
Debido a la pandemia de la COVID-19, el productor resaltó que el sector algodonero brasileño extremó las medidas de precaución.
"Estamos trabajando normal en las haciendas pero extremando las medidas de seguridad. Si algún trabajador presenta síntomas de la COVID-19, vamos al médico y se le aísla. En el proceso de producción usamos máscaras, alcohol en gel, desinfectamos las manos (...) Por ahora no tenemos problemas" con el virus, resaltó.
No obstante, debido a la menor demanda, Moresco aseguró que este año reducirá "las plantaciones de algodón y plantaré más soya y maíz", tras recordar que "el 75 por ciento de la soya brasileña exportada va a China".
