Una mujer verifica su temperatura corporal a través de una cámara termográfica de la empresa china Hikvision, en etapa de prueba, en los molinetes de acceso de la Estación Retiro de trenes, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 16 de julio de 2020. La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 16 jul (Xinhua) -- La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses.
Esta semana, el Ministerio de Transporte de Argentina, mediante la empresa estatal Trenes Argentinos Operaciones (TAO), comenzó la etapa de prueba de nuevos equipos tecnológicos de control en los molinetes de acceso a la neurálgica Línea Mitre de trenes, en la estación terminal ubicada en el barrio de Retiro, al norte de la capital argentina.
En entrevista con Xinhua, el gerente de la Línea Mitre, Iván Kildoff, valoró este jueves la tecnología que se utiliza en la iniciativa, provista por la compañía china Hikvision.
"Esta tecnología tiene la capacidad de detectar si la persona posee síntomas de la COVID-19, la temperatura, y cuando la enfoca la pantalla, puede determinar si tiene colocado el barbijo o no", sostuvo el funcionario.
Los dispositivos cuentan con una cámara térmica que permite lecturas de temperatura a distancia desde 1,8 metros y, por medio de analíticas de video, detecta si la persona está utilizando correctamente el barbijo o la mascarilla.
Kildoff explicó que si el usuario de transporte no lleva el tapabocas correctamente colocado, los molinetes que permiten el ingreso a la zona de andenes no se abrirán, y lo mismo en el caso de constatarse una temperatura corporal elevada.
"Si la temperatura no es la indicada, no podría acceder a la zona de andén para subir al tren", afirmó el funcionario.
La tecnología china está conectada a un centro de monitoreo y envía una señal de alarma que activa una luz o sirena, y también permite capturar el rostro de personas que hayan tenido lecturas de temperatura elevada, para poder realizar el seguimiento de esos casos.
"Es una prueba que dura unos 15 días y está apuntada para realizarse en las estaciones intermedias. Hoy se realiza acá en una estación cabecera, con mayor flujo de pasajeros. Si funciona bien en esta, que tiene un montón de pasajeros, tiene que funcionar en las otras", explicó Kildoff.
La tecnología se suma a otros elementos de seguridad e higiene establecidos para el transporte público de Buenos Aires, reservado para trabajadores que desempeñan tareas esenciales, con la finalidad de proteger a usuarios y también a operarios del sistema ferroviario.
La compañía estatal TAO puso en marcha los primeros protocolos contra la COVID-19 el 18 de marzo pasado, dos días antes de que el gobierno del presidente Alberto Fernández estableciera una cuarentena obligatoria que rige, en principio, hasta el viernes 17 de julio.
Los esfuerzos de la población argentina cuentan en este caso con el apoyo de la compañía china de videovigilancia Hikvision, presente en más de 150 países y regiones, con centros de investigación y desarrollo.
La firma cuenta con alrededor de 25.000 empleados a nivel mundial y vio impactado su negocio tradicional por las restricciones a la movilidad a causa de la pandemia, pero logró recuperar sus ventas al adecuar la tecnología a las nuevas necesidades en el marco de la situación sanitaria global.
La batalla contra la COVID-19 en Argentina incluye también el despliegue de cámaras termográficas chinas para prevenir contagios de la enfermedad en autobuses de Buenos Aires, provistos por la firma china Dahua Technology.
El país austral contabiliza hasta la noche del jueves 114.783 casos, de los cuales 2.112 fallecieron y 49.120 se recuperaron.
Un hombre verifica su temperatura corporal a través de una cámara termográfica de la empresa china Hikvision, en etapa de prueba, en los molinetes de acceso de la Estación Retiro de trenes, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 16 de julio de 2020. La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses. (Xinhua/Martín Zabala)
Una mujer verifica su temperatura corporal a través de una cámara termográfica de la empresa china Hikvision, en etapa de prueba, en los molinetes de acceso de la Estación Retiro de trenes, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 16 de julio de 2020. La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses. (Xinhua/Martín Zabala)
Un hombre verifica su temperatura corporal a través de una cámara termográfica de la empresa china Hikvision, en etapa de prueba, en los molinetes de acceso de la Estación Retiro de trenes, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 16 de julio de 2020. La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses. (Xinhua/Martín Zabala)
Un hombre verifica su temperatura corporal a través de una cámara termográfica de la empresa china Hikvision, en etapa de prueba, en los molinetes de acceso de la Estación Retiro de trenes, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, el 16 de julio de 2020. La tecnología de reconocimiento facial china se volvió una aliada de Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus (COVID-19), al ayudar a que se respeten medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, o controlando la temperatura corporal de usuarios antes de ingresar a trenes y autobuses. (Xinhua/Martín Zabala)