CARACAS, 11 jul (Xinhua) -- El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, ofreció hoy una rueda de prensa desde Caracas para resaltar la política antidrogas de su país y presentar un balance de la gestión gubernamental contra el tráfico ilícito de drogas en los últimos años.
Lo anterior ocurre en un contexto en el cual altos voceros del Gobierno de Estados Unidos han declarado que Venezuela es un "narcoestado" y han acusado a dirigentes venezolanos de colaborar con el referido delito internacional.
En respuesta, Reverol destacó que las cifras de las políticas antinarcóticas de Venezuela mejoraron sustancialmente desde que el Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez rompiera los convenios antidrogas con EE. UU. y expulsó a la Administración para el Control de Drogas (DEA, siglas en inglés) en 2005.
El ministro precisó que en los primeros seis años posteriores a la expulsión de la DEA se produjo un 44 por ciento de incremento en los decomisos de sustancias estupefacientes, y agregó que desde el año 2005 hasta hoy, su país se ha incautado de 773.532 toneladas métricas de drogas.
El alto funcionario refirió en varias oportunidades que la ONU ha ubicado a Venezuela como el cuarto país del mundo en materia de desmantelamiento de laboratorios de droga y en incautación.
Reverol lamentó que en EE. UU. ocurran 21,7 muertes por cada 100.000 habitantes por causas relacionadas a la adicción a las drogas, y denunció que en Colombia se concentra el 70 por ciento de la producción mundial de cocaína.
El territorio venezolano está libre de cultivos ilícitos desde hace 14 años, recalcó Reverol, quien recordó que su país ha capturado a 158 capos de la droga, 21 de ellos extraditados a Estados Unidos y 38 a Colombia.
Venezuela, continuó, ha destruido 368 laboratorios ilegales de drogas en su frontera con Colombia.
Según afirmó el ministro, 200 aeronaves al servicio del narcotráfico han sido neutralizadas e inhabilitadas por la acción de las fuerzas militares venezolanas, mientras otras 62 han sido incautadas o recuperadas por la acción de los cuerpos de seguridad del Estado.
A su jucio, EE. UU. pretende acusar a Venezuela de colaborar con el tráfico de estupefacientes para justificar una posterior agresión y una "guerra multiforme" contra la nación suramericana.