Por Pau Ramírez
RIO DE JANEIRO, 11 jul (Xinhua) -- La economía brasileña tardará en recuperarse del impacto causado por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) porque antes de la llegada de la pandemia su recuperación de la crisis económica de 2015 y 2016 ya era lenta, aseguró el profesor de Economía del Instituto Brasileño de Mercado de Capitales de Sao Paulo, André Diz.
"A inicios de 2020 estábamos en un momento de recuperación, pero fuimos sorprendidos con los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre, con una caída del 1,5 por ciento. Los datos sectoriales apuntaban a una recuperación que no se confirmó con los datos del PIB", dijo el economista en entrevista a Xinhua.
Según Diz, "trimestre contra trimestre, (la economía) creció menos en el primer trimestre de 2020 que en el último trimestre de 2019. Esto ya mostraba que antes de la pandemia nuestra recuperación era lenta. Y si miramos más lejos, vemos que después de la crisis de 2016, está un año fuera de la crisis, empieza a andar de lado en 2017, 2018 y 2019, y posiblemente 2020 sería un escenario parecido, es decir, con una recuperación lenta".
No obstante, admitió que "con la llegada de la pandemia este escenario empeoró mucho. Ya vimos lo que sucedió en Asia, en Europa y lo que sucede en América, y esto dificulta mucho la recuperación de la economía brasileña. Una economía que ya no crecía bastante sufrirá mucho más ahora después de la pandemia en 2020".
Diz lamentó que el gobierno brasileño no haya tomado de forma seria la gravedad de la situación y del virus, ya que actuó con lentitud y falta de eficiencia.
"Creo que el gobierno no ayuda de forma coordinada. Lo primero que destacaría es que fue muy lento tomando decisiones. Si América y Brasil tenían alguna ventaja en esta pandemia era que era una de las últimas regiones en llegar. Vimos lo que sucedió en Asia, vimos lo que sucedió en Europa, el gobierno ya podría haber tomado medidas mucho más organizadas y estar preparadas a inicios de marzo", subrayó.
El especialista sugirió "desde el punto de vista político, una mejor coordinación en términos de ministerios, que el Ministerio de Salud organice mejor con los estados el combate a la pandemia, y económicamente, creo que pasamos por dos puntos: el primero, mantener el consumo y el segundo, ayudar a las empresas".
"Desde el punto de vista de las pequeñas empresas, el gobierno tiene que pensar en un canal más productivo para que los recursos de los préstamos lleguen a los pequeños empresarios. El gobierno dispuso con el Banco Central de los recursos, pero el sector bancario, con miedo del riesgo de que estas empresas no actuasen bien, estancó los recursos", dijo al señalar que este es otro aspecto que tiene que ser mejorado.
El economista consideró "muy importante" el auxilio económico ofrecido a los informales.
"La renta media brasileña es muy baja y 600 reales para las personas, dependiendo de la composición del domicilio, pudiendo haber más de una persona recibiendo esta ayuda, mantiene un padrón mínimo de dignidad de acceso a alimentos y pago de cuentas básicas", destacó.
Para él, "el impacto de la pandemia en la economía brasileña fue muy fuerte, principalmente en las personas más humildes, porque el gran sector impactado fue el de servicios, que ocupa muchas personas con rendimientos menores. Muchas veces los servicios más básicos, como transporte, alimentación y hospedaje, la primera forma de ocupación de las personas, tienen salarios algo más bajos, y creo que esta ayuda, a pesar de parecer poca, es muy significativa".
