RÍO DE JANEIRO, 3 jul (Xinhua) -- La recuperación del mercado de trabajo brasileño tras el choque causado por la pandemia de COVID-19 será más lenta que la retomada de la actividad económica, cuyo peor momento fue en abril, según un estudio divulgado hoy por el estatal Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (Ipea).
El informe resaltó que la retomada económica de Brasil dependerá del control de la pandemia.
Para el director adjunto de Estudios y Políticas Macroeconómicas del Ipea, Marco Cavalcanti, en momentos de crisis, los costes de las dimisiones hacen con que los datos del mercado de trabajo empeoren más lentamente que los efectos inmediatos en la actividad económica. De forma similar, los costes de contratación hacen con que la retomada de los empleos sea más lenta en momentos de recuperación.
"Como hay muchos costes, los empresarios sólo contratarán o dimitirán si tienen la seguridad del escenario económico que viene por la frente. Si los empresarios estuvieran inseguros en relación a las perspectivas futuras, se lo pensarán dos veces antes de empezar a contratar. Todo escenario de recuperación de la actividad económica y del mercado de trabajo está condicionado, ciertamente, al control de la pandemia", explicó Cavalcanti.
Los últimos datos oficiales apuntan que el desempleo aumentó al 12,1 por ciento en las dos primeras semanas de junio, superior al 10,4 por ciento de la primera mitad de mayo.
Para Cavalcanti, la tasa de desempleo en Brasil está relacionada a la caída del 0,7 por ciento en la población ocupada y al aumento del 1,2 por ciento en la fuerza de trabajo, que incluye todas las personas trabajando o buscando empleo.
Una de las razones para ello es que bajó un 4,9 por ciento el número de personas que declararon no haber buscado trabajo debido a la pandemia, unas 900.000 personas en números absolutos.
"Son personas que, posiblemente, estaban con miedo de salir a la calle y personas que estaban desalentadas, creyendo que no conseguirían empleo", agregó el economista, quien recordó que el nivel de ocupación llegó a apenas el 49,1 por ciento de la población en edad activa.
Para Cavalcanti, un dato que indica que los efectos de la crisis pueden estar marchando es la reducción del número de personas apartadas del trabajo debido al aislamiento social: de 16,4 millones a 12,9 millones entre la primera mitad de mayo y la de junio, a la vez que el número de personas trabajando de forma remota también se redujo.
El estudio apunta que los señales que muestra el mercado de trabajo son mixtos, y la tendencia es que el regreso de más personas en busca de trabajo presione la tasa de desocupación. "No se puede afirmar, con seguridad, en lo que se refiere al mercado de trabajo. Que lo peor ya pasó", comentó.
Brasil es el país de América Latina más afectado por la COVID-19. Según divulgó hoy el gobierno, los casos confirmados ya sobrepasaron el millón y medio, llegando a los 1.539.081, mientras que al menos 63.174 personas fallecieron.
