LA HABANA, 28 jun (Xinhua) -- Cuba ha registrado una sensible disminución de los contagios por COVID-19 en los últimos siete días y parece encaminarse al control total de la pandemia, aunque las autoridades recomiendan con insistencia mantener la cautela.
Los casos disminuyeron en la última semana de 64 a apenas 20 al cierre del domingo, cuando el país acumuló 86 decesos y 2.332 infectados, desde que las enfermedad apareció en la isla hace poco más de tres meses.
"Esta es una semana en la que indudablemente se evidenciaron los avances en la consolidación de los resultados que el país va teniendo", aseguró el presidente Miguel Díaz-Canel en una reunión en la que se analizó el curso de la pandemia en la isla.
El mandatario apuntó que en las jornadas más recientes se ha reportado el menor número de casos activos desde el pico de la epidemia, cifra cercana incluso al entorno de la primera semana en que se empezó a manifestar la enfermedad en Cuba.
Comentó la tendencia en las tres últimas semanas, cuando cada día es mayor el número de personas recuperadas que los casos activos que ingresan a las instituciones de salud.
Aunque en esas tres semanas solo hubo tres fallecimientos, el mandatario recordó el esfuerzo que se realiza por continuar salvando vidas, lo cual ha permitido además una disminución considerable de los pacientes que llegan a estado grave o crítico.
"Estamos en un momento de recuperación", subrayó al evaluar el actual escenario del enfrentamiento al nuevo coronavirus, en el que La Habana es la única provincia que no ha entrado en la fase de recuperación post pandemia.
Ese territorio acumula 1.270 enfermos, con una tasa de incidencia de 3,98 por cada 100.000 personas.
Para comenzar la apertura, cada territorio debe cumplir varios índices sanitarios, entre los que se incluyen la tasa de incidencia, el índice reproductivo, los casos activos, el número de positivos con fuente de infección conocida en los últimos 15 días y los brotes de la enfermedad.
En la semana que concluye, la occidental provincia de Matanzas, a unos 100 kilómetros de La Habana, inició la primera etapa de la recuperación post COVID-19, fase que transitan otras 13 provincias cubanas y el municipio especial de la Isla de la Juventud.
Díaz-Canel subrayó que ahora el país tiene el desafío de evitar la aparición de nuevos brotes de la enfermedad y para ello, insistió, "resulta vital desterrar el exceso de confianza y continuar el tratamiento a cada caso sospechoso como si fuera positivo a la COVID-19, hasta tanto se confirme que no lo es".
"Cada vez que nos ha fallado algo hemos llegado a eventos o a brotes y algunos de ellos después se nos han complicado", señaló en referencia a los cinco casos positivos recién detectados en la localidad de El Roble, en el municipio de San José de las Lajas, en la provincia de Mayabeque, aledaña a La Habana.
En ese asentamiento rural se han tomado muestras para pruebas de PCR, biología molecular en tiempo real, a sus más de 400 habitantes para detectar de manera ágil posibles casos asintomáticos y contener la propagación de la enfermedad que apreció tras una misa oficiada el Día de los Padres, hace una semana.
Las autoridades locales decidieron restringir el movimiento de las personas en la localidad, así como intensificar las pesquisas sanitarias en otros poblados colindantes.
El viernes, Cuba envió tres brigadas médicas conformadas por 43 profesionales de la salud para colaborar en el enfrentamiento a la nueva pandemia en las islas caribeñas de Anguila y Martinica y en Guinea Bissau, en la costa oeste de África.
En el caso de Martinica, es la primera vez que 15 cooperantes cubanos llegan a suelo francés, tras un decreto aprobado en marzo en París, que autoriza la intervención de médicos cubanos para reforzar los sistemas de salud en algunos de sus territorios de ultramar.
También en Anguila, adonde llegaron cinco sanitarios, es la primera vez que médicos cubanos cooperan en un territorio británico de ultramar.
A Guinea Bissau fueron 23 colaboradores médicos, quienes se incorporaron al trabajo de la brigada cubana en ese país africano.
En las últimas semanas, Cuba ha enviado más de 30 brigadas, con unos 2.600 integrantes, para enfrentar la pandemia en una veintena de países de Latinoamérica, el Caribe, África, Europa y Medio Oriente.
Aquellas brigadas forman parte del contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastres y graves epidemias, creado por el fallecido ex presidente Fidel Castro en 2005 para auxiliar al estado de Nueva Orleans tras el devastador paso del huracán Katrina, pero Estados Unidos rechazó esa ayuda.
