ESPECIAL: Polvo del desierto africano del Sahara ensombrece al Caribe

Actualizado 2020-06-26 22:40:59 | Spanish. xinhuanet. com

Por Raúl Menchaca

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara sobre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 26 jun (Xinhua) -- Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia del nuevo coronavirus.

Una bruma lechosa se aprecia a simple vista sobre toda el área caribeña, ante lo cual expertos cubanos pronostican que el fenómeno se mantendrá al menos hasta mediados de la próxima semana.

"Es difícil hacer un pronóstico a largo plazo sobre cuándo se retirará la nube, pero debe mantenerse por lo menos hasta mediados de la próxima semana", explicó a Xinhua el meteorólogo cubano Eugenio Mojena, quien es reconocido en la isla como el mayor experto en el tema.

Mojena, doctor en ciencias físicas desde 1986, estudia el fenómeno desde la década de los años 70 del siglo pasado, cuando el hallazgo fortuito en una revista de un artículo sobre el polvo del Sahara, lo hizo comenzar a investigar la influencia de lejanas tormentas en el Caribe y en Cuba en particular.

"Lo que está pasando en el Caribe es un evento que ha ocurrido muchas veces con una gran nube de polvo del Sahara que cubre también el sureste de Estados Unidos, México e inclusive puede salir al Pacífico", aseveró el meteorólogo de 70 años.

Nacidas en las tormentas de arena del Sahara, esas nubes ascienden entre cinco y siete kilómetros, y recorren largas distancias impulsadas por los vientos alisios que en esta época del año las arrastra hasta esta zona geográfica.

A partir de la década de 1970 hubo un incremento muy grande de las tormentas de arena, y por ende de las nubes de polvo, debido a la sequía crónica que comenzó a padecer la parte norte de África, lo que incrementó la cantidad de polvo que llega al Caribe.

La influencia de esas nubes, que no dejan pasar la radiación solar, obstaculiza la formación de ciclones tropicales, inhibe la lluvia, acrecienta la sensación de calor e incrementa la sequía.

Mojena señaló que esas nubes, que contienen varios minerales además de virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos, tienen también un impacto directo sobre la salud humana, en particular en el sistema respiratorio.

Para el experto cubano, esa es una de las causas de que el Caribe sea lo que calificó como un "corredor del asma".

"Ahora coinciden con la llegada del nuevo coronavirus y son un factor a tener en cuenta al exacerbar las crisis respiratorias y las infecciones", apuntó el especialista, quien trabaja en el Instituto de Meteorología de Cuba desde 1969.

Las autoridades cubanas, por intermedio del director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, descartaron la relación entre esas nubes y el nuevo coronavirus, aunque alertaron que pueden "aumentar las afecciones respiratorias y alérgicas".

Durán, quien cada día informa a través de la televisión nacional sobre la evolución de la pandemia en Cuba, recomendó "ahora más que nunca" usar el nasobuco, como llaman los cubanos a la mascarilla sanitaria, cuyo empleo es obligatorio en lugares públicos para prevenir los contagios de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

A su vez, Valia Torres, una mujer que aprovecha las mañanas para hacer ejercicio en un discreto parque de La Habana, sostuvo que "las autoridades sanitarias están recomendando el uso del nasobuco por los problemas que pueda traer el polvo y además cuidarse de la COVID-19",

La opinión de Torres es respaldada por el geólogo y profesor universitario, Rolando García, quien consideró que la llegada del polvo sahariano "es prácticamente otra pandemia paralela a la que sufrimos".

"Son partículas muy finas, con un diámetro de micrones, que no vemos, pero que inhalamos", ahondó el académico.

Frente a esa amenaza, la joven Amanda Sánchez recomendó por su parte seguir las instrucciones de las autoridades y "quedarse en casa si no es necesario salir a la calle".

El Caribe se encuentra de nueva cuenta bajo la influencia de un fenómeno anual, que este año coincidió con el impacto del nuevo coronavirus, lo que ensombrece no solo los cielos sino también la vida de las personas.

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de una mujer ejercitándose en un parque frente a una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara que cubre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de un hombre tomando una fotografía de una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara que cubre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

 
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ESPECIAL: Polvo del desierto africano del Sahara ensombrece al Caribe

Spanish.xinhuanet.com 2020-06-26 22:40:59

Por Raúl Menchaca

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara sobre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 26 jun (Xinhua) -- Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia del nuevo coronavirus.

Una bruma lechosa se aprecia a simple vista sobre toda el área caribeña, ante lo cual expertos cubanos pronostican que el fenómeno se mantendrá al menos hasta mediados de la próxima semana.

"Es difícil hacer un pronóstico a largo plazo sobre cuándo se retirará la nube, pero debe mantenerse por lo menos hasta mediados de la próxima semana", explicó a Xinhua el meteorólogo cubano Eugenio Mojena, quien es reconocido en la isla como el mayor experto en el tema.

Mojena, doctor en ciencias físicas desde 1986, estudia el fenómeno desde la década de los años 70 del siglo pasado, cuando el hallazgo fortuito en una revista de un artículo sobre el polvo del Sahara, lo hizo comenzar a investigar la influencia de lejanas tormentas en el Caribe y en Cuba en particular.

"Lo que está pasando en el Caribe es un evento que ha ocurrido muchas veces con una gran nube de polvo del Sahara que cubre también el sureste de Estados Unidos, México e inclusive puede salir al Pacífico", aseveró el meteorólogo de 70 años.

Nacidas en las tormentas de arena del Sahara, esas nubes ascienden entre cinco y siete kilómetros, y recorren largas distancias impulsadas por los vientos alisios que en esta época del año las arrastra hasta esta zona geográfica.

A partir de la década de 1970 hubo un incremento muy grande de las tormentas de arena, y por ende de las nubes de polvo, debido a la sequía crónica que comenzó a padecer la parte norte de África, lo que incrementó la cantidad de polvo que llega al Caribe.

La influencia de esas nubes, que no dejan pasar la radiación solar, obstaculiza la formación de ciclones tropicales, inhibe la lluvia, acrecienta la sensación de calor e incrementa la sequía.

Mojena señaló que esas nubes, que contienen varios minerales además de virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos, tienen también un impacto directo sobre la salud humana, en particular en el sistema respiratorio.

Para el experto cubano, esa es una de las causas de que el Caribe sea lo que calificó como un "corredor del asma".

"Ahora coinciden con la llegada del nuevo coronavirus y son un factor a tener en cuenta al exacerbar las crisis respiratorias y las infecciones", apuntó el especialista, quien trabaja en el Instituto de Meteorología de Cuba desde 1969.

Las autoridades cubanas, por intermedio del director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, descartaron la relación entre esas nubes y el nuevo coronavirus, aunque alertaron que pueden "aumentar las afecciones respiratorias y alérgicas".

Durán, quien cada día informa a través de la televisión nacional sobre la evolución de la pandemia en Cuba, recomendó "ahora más que nunca" usar el nasobuco, como llaman los cubanos a la mascarilla sanitaria, cuyo empleo es obligatorio en lugares públicos para prevenir los contagios de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

A su vez, Valia Torres, una mujer que aprovecha las mañanas para hacer ejercicio en un discreto parque de La Habana, sostuvo que "las autoridades sanitarias están recomendando el uso del nasobuco por los problemas que pueda traer el polvo y además cuidarse de la COVID-19",

La opinión de Torres es respaldada por el geólogo y profesor universitario, Rolando García, quien consideró que la llegada del polvo sahariano "es prácticamente otra pandemia paralela a la que sufrimos".

"Son partículas muy finas, con un diámetro de micrones, que no vemos, pero que inhalamos", ahondó el académico.

Frente a esa amenaza, la joven Amanda Sánchez recomendó por su parte seguir las instrucciones de las autoridades y "quedarse en casa si no es necesario salir a la calle".

El Caribe se encuentra de nueva cuenta bajo la influencia de un fenómeno anual, que este año coincidió con el impacto del nuevo coronavirus, lo que ensombrece no solo los cielos sino también la vida de las personas.

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de una mujer ejercitándose en un parque frente a una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara que cubre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

CUBA-HABANA-POLVO DEL DESIERTO DEL SAHARA

Imagen del 25 de junio de 2020 de un hombre tomando una fotografía de una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara que cubre el cielo de La Habana, capital de Cuba. Como cada año por estas fechas, una extensa nube de polvo del desierto africano del Sahara ensombrece los cielos del Caribe y aporta una preocupación más a la salud de las personas, en estos tiempos de la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). (Xinhua/Joaquín Hernández)

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