MONTEVIDEO, 17 jun (Xinhua) -- La ciencia en Uruguay respondió a un desafío inédito al ampliar la capacidad nacional de "tests" (pruebas) para la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), consideró Carlos Batthyány, director ejecutivo del Instituto Pasteur (IP) de Montevideo, ente clave para el control de la pandemia en el país.
Batthyány relató a Xinhua que el pasado 2 de marzo, cuando el país veía muy lejos al nuevo coronavirus, el IP recibió la advertencia de sus pares del exterior sobre la "gravedad" de la pandemia y la dificultad para acceder a "los dispositivos diagnósticos".
El instituto se comprometió ante el Ministerio de Salud uruguayo a presentar en un mes un kit de diagnóstico propio.
"Y nos fue muy bien. Pudimos desarrollar un 'kit' diagnóstico que no tiene nada que envidiarle a ninguno de los que vienen del norte", destacó el directivo.
Esto, sumado a que la institución científica enclavada en el barrio capitalino Malvín Norte diseñó una red de laboratorios clínicos para el diagnóstico de la enfermedad.
"En un mes y medio creamos una red de seis laboratorios clínicos para hacer diagnósticos en distintas partes del país y en varios lugares de Montevideo", recordó Batthyány.
Los investigadores también analizaron la dinámica evolutiva del genoma viral para entender cómo mutaba y cuáles fueron las puertas de entrada.
El virus ingresó desde España, Australia, Estados Unidos y Canadá, luego hubo una circulación local y desde hace algunas semanas se registra un brote en la frontera con Brasil, que está en remisión.
"Uruguay es de los que tiene más genoma secuenciados por casos positivos diagnosticados, está quinto en esa tabla mundial", subrayó el científico.
Otro eje de investigación del instituto busca un método de serodiagnóstico para analizar la respuesta inmune de los pacientes al virus, algo que está en una etapa de prototipado.
El IP procesó 10.000 "tests" (en los más de 54.000 realizados en el país), una cifra alta considerando que la población uruguaya es de 3,4 millones.
"Si bien no logramos llegar en forma sostenida a los 1.000 'test' de PCR (reacción en cadena de la polimeras) por día, hoy con orgullo podemos decir que somos de los países de la región que hacemos más 'tests' de PCR por millón de habitantes (15.336)", afirmó.
El 13 de marzo se detectaron los primeros casos de la COVID-19 en la nación, por lo que el gobierno decretó la emergencia social; sin embargo, Uruguay tiene actualmente la pandemia bajo relativo control.
Hasta el momento, el país registra 849 casos, de los cuales sólo 24 tienen la infección en curso, 801 ya se recuperaron y 24 fallecieron.
En esa línea, Batthyány consideró que este relativo éxito se explica por factores, como la baja densidad poblacional (20 habitantes por kilómetro cuadrado), el contar con solo una gran ciudad (Montevideo), y solo un aeropuerto y un puerto realmente internacionales.
También, destacó, fue clave contar con un sistema de salud donde "cualquiera tiene derecho a todas las prestaciones" y con 19 camas de cuidados intensivos cada 100.000 habitantes, así como la colaboración entre autoridades, sistema sanitario e instituciones académicas.
"No estábamos bien preparados desde el punto de vista de las capacidades diagnósticas pero las pudimos desarrollar en tiempo y forma", evaluó.
El experto recalcó que esta crisis sanitaria demostró que en la ciencia "estábamos prontos para dar respuestas concretas a problemas concretos de la sociedad".
Consultado si Uruguay puede soñar con seguir a Nueva Zelanda en declarase, al menos por unos días, libre de la COVID-19, Batthyány aclaró que el "problema" es la frontera seca con Brasil, que incluye varias ciudades separadas solo por una calle.
Hasta que no exista una vacuna y con una "inmunidad de rebaño" aún reducida en el mundo, "vamos a convivir con el virus un tiempo largo y tendremos que abrir y cerrar 'compuertas', siempre con la información del sistema de salud, que no podemos saturar", señaló.