Por Guo Yage
BEIJING, 17 jun (Xinhua) -- Después de varias semanas de cuidados atentos por parte de médicos y enfermeras de China y Sierra Leona, tres huérfanos, incluido un bebé de nueve meses, se han recuperado completamente de la COVID-19 en un hospital construido con la ayuda de China en ese país de África occidental.
La historia es solo una pequeña parte de la probada relación China-África, que se caracteriza por la igualdad, confianza y apoyo mutuo. Ese vínculo ahora se mantiene aún más fuerte, ya que las dos partes han luchado lado a lado contra la devastadora pandemia del coronavirus desde el principio.
El presidente chino, Xi Jinping, presidirá el miércoles una cumbre extraordinaria entre China y África, a la que asistirán muchos líderes africanos y jefes de organismos internacionales como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La cumbre virtual se presenta como el último testimonio del compromiso constante de las dos partes para superar el desafío del coronavirus a través de la cooperación y solidaridad, que es exactamente lo que han estado haciendo en los últimos meses.
Cuando China estaba sumida en su propia lucha contra el virus, muchos países africanos se apresuraron a ayudar al pueblo chino, entregando suministros médicos que eran necesitados con urgencia y enviando mensajes afectuosos.
El Banco de África con sede en Marruecos, por ejemplo, donó 150.000 máscaras quirúrgicas y 900.000 guantes médicos a la provincia china de Hubei a principios de febrero, mientras que la Unión Africana (UA) se convirtió en la primera organización regional importante en expresar su solidaridad con China.
China también ha extendido una mano amiga al continente. Hasta ahora, China ha enviado suministros muy necesarios a más de 50 países africanos y a la UA, ha enviado expertos médicos y ha compartido su experiencia antiepidémica a través de videoconferencias.
Desde el inicio del brote, los equipos médicos chinos han llevado a cabo unas 400 sesiones de capacitación relacionadas con el coronavirus en África y han capacitado a 20.000 trabajadores médicos locales.
Según un comunicado emitido el 13 de junio por la UA, China ha asegurado el suministro de 30 millones de kits de prueba, 10.000 ventiladores y 80 millones de mascarillas cada mes para África, una "contribución significativa".
Además, Xi ha transmitido en repetidas ocasiones su solidaridad y apoyo a través de conversaciones telefónicas con líderes sudafricano, egipcio, namibio y muchos otros africanos.
Y más apoyo está en camino. Hablando en la 73ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud, Xi dijo que China establecerá un mecanismo de cooperación para que sus hospitales se unan con 30 hospitales africanos, se acelere la construcción de la sede del Centro Africano para el Control y Prevención de Enfermedades para ayudar al continente a aumentar su capacidad de preparación y control de enfermedades, y convertir las vacunas de la COVID-19, cuando estén disponibles, en un bien público mundial.
China también ha estado respaldando la reapertura económica de África. Además de participar activamente en una iniciativa respaldada por el Grupo de los 20 para suspender los pagos del servicio de la deuda para los países más pobres del mundo, también ha ayudado a impulsar el comercio de los principales productos económicos de África en el mercado global.
El país asiático se convirtió en el mayor destino de exportación de Namibia en marzo. Y las promociones hechas en medio de la pandemia a través de las transmisiones en vivo en la plataforma electrónica de comercio mundial del Grupo Alibaba de China permitieron a los caficultores de Ruanda ganar cuatro dólares estadounidenses más por cada kilo de granos de café que vendieron.
En un momento en que China y África comparten la riqueza y la desgracia, algunos políticos estadounidenses en lugar de ayudar a África en su lucha contra la pandemia, han estado vendiendo falacias de la supuesta "amenaza de China", buscando abrir una brecha entre China y África.
Sin embargo, sus tramas maliciosas nunca funcionarán. Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la UA, dijo en abril que China y África nunca permitirán que las fuerzas que intentan explotar la situación actual siembren la discordia entre ellos.
Mientras tanto, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, calificó a China como un verdadero amigo de su país, y otros líderes africanos consideran a China un socio en el que se puede confiar ante las dificultades y los desafíos.
En este momento, todavía no se vislumbra el final de la crisis del coronavirus, y la situación en África parece empeorar. La OMS advirtió la semana pasada que la pandemia en África se está "acelerando", y dijo que si bien el continente tardó 98 días en llegar a los 100.000 casos de coronavirus confirmados, solo tomó 18 días llegar a los 200.000. Esa advertencia exige una acción más concreta en los próximos meses.
Estos últimos meses han permitido que el pueblo africano vea más claramente el verdadero significado y el valor de su fraternidad con el pueblo chino. Mientras continúan luchando contra este virus mortal, pueden seguir contando con China como su socio más confiable en esta era de incertidumbre.
