MONTEVIDEO, 5 jun (Xinhua) -- La tasa de desempleo en Uruguay se ubica en marzo en 10,1 por ciento, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en esta encuesta midió por primera vez el impacto de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 en el trabajo.
Si bien el desempleo bajó 0,4 puntos respecto a febrero, cuando se situó en 10,5 por ciento y alcanzó el mayor nivel en 13 años, los resultados "no son estrictamente comparables" por un cambio metodológico, puntualizó el INE.
A raíz de la emergencia sanitaria decretada el pasado 13 de marzo con la detección de los primeros casos, la Encuesta Continua de Hogares (ECH) dejó de realizarse en la modalidad presencial y pasó a ser efectuada vía telefónica.
En marzo cayó la tasa de empleo (demanda de trabajo) a un 53,1 por ciento (desde un 56,4 en febrero) y la tasa de actividad (oferta de trabajo) a 59 por ciento (desde un 63,0).
La investigación arrojó que los ocupados ausentes temporalmente de sus trabajos (empleados que sin haber trabajado mantienen un vínculo con la empresa) representaron el 9,4 por ciento del total de los ocupados en marzo, siendo que en igual mes de 2019 estos representaban el 5,4 por ciento del total de los ocupados.
"Uno de los efectos de la emergencia sanitaria en el empleo parece observarse en la evolución de los ocupados ausentes temporalmente", sostuvo el INE.
Según el documento oficial, en el tercer mes de 2020 la incidencia del desempleo entre las mujeres fue mayor, con una tasa de 10,5 por ciento, superior al 9,8 por ciento registrado entre los varones.
El peso del indicador fue algo superior en Montevideo (10,6), la capital que concentra a casi la mitad de la población uruguaya, en relación al interior del país (10,6).
Tras verificar mínimos históricos, en los últimos tres años la desocupación había mostrado una lenta tendencia ascendente, y se estimó en 8,9 por ciento en 2019, el mayor registro anual desde el 2007 (9,4 por ciento).
Luego de la emergencia sanitaria se tramitaron unas 170.000 solicitudes de seguro de desempleo -cuyos requisitos se flexibilizaron para conservar las fuentes de trabajo-, una cifra "sideral" sin precedentes, según el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.
Con una epidemia de COVID-19 que se tiene bajo "relativo control", Uruguay está en un proceso de normalización de la actividad con "reaperturas" en curso en la enseñanza, el comercio, los servicios y el deporte.
De acuerdo a estimaciones oficiales primarias, como efecto de la pandemia la economía uruguaya se contraerá un 3 por ciento en 2020, dejando atrás 17 años de crecimiento ininterrumpido.