LA PAZ, 22 may (Xinhua) -- Tras 73 días de haberse registrado los primeros casos de COVID-19, Bolivia alcanzó el viernes los 5.579 infectados, con varios municipios que prevén flexibilizar la emergencia sanitaria desde el lunes 25 de mayo, a excepción de La Paz (oeste), que tiene el 6,8 por ciento del total y decidió ampliarla hasta el 1 de junio.
El jefe nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, encargado de dar la información oficial dijo que, en este periodo de dos meses y 12 días, se alcanzaron los 230 muertos, que representan un promedio del 4 por ciento, por debajo del 5 por ciento promedio mundial. Asimismo, el número de recuperados llegó a 575.
Precisó que los departamentos de Santa Cruz (este) con 3.665 contagiados, equivalente al 66 por ciento, y Beni (noreste) con 1.015, que representa al 18 por ciento, son las regiones donde los casos se han disparado de forma incontrolable.
Los dos departamentos concentran el 84 por ciento del total, en tanto que La Paz (oeste), con 381 casos, el departamento más poblado de Bolivia, alcanza apenas el 6,8 por ciento y pese a esa reducción decidió sostener la cuarentena hasta el 1 de junio.
El otro departamento con más población, Santa Cruz, comunicó que la cuarentena se extenderá hasta el 31 de mayo, esperando con esta medida llegar a controlar el ascenso acelerado de contagios.
El secretario de la Gobernación cruceña, Vladimir Peña, informó este viernes que la cuarentena dinámica, tal y como se lleva adelante, se mantendrá hasta el 31 de mayo y que a partir del 1 de junio se harán ajustes al plan de contención para minimizar los casos de contagio en el departamento.
Peña adelantó que las nuevas directrices para el cumplimiento de la población se darán a conocer el sábado en un pronunciamiento conjunto entre el gobernador Rubén Costas y la alcaldesa de la capital cruceña, Angélica Sosa.
El tercer Índice de Riesgo Municipal COVID-19, presentado el viernes, confirma que la zona capital de La Paz permanece en la categoría de "alto riesgo" de contagios, por lo que deberá extender su confinamiento por una semana.
El alcalde Luis Revilla confirmó que a partir del lunes 1 de junio la medida será flexibilizada en La Paz, donde el confinamiento pasará a una fase media, que permitirá el retorno parcial a las actividades laborales.
Bolivia vive desde el 10 de marzo restricciones parciales por el coronavirus. Una cuarentena desde el domingo 22 de marzo que se radicalizó con un estado de emergencia sanitaria desde el 26 de marzo, y un virtual estado de sitio que debió cumplirse desde el 15 de abril y se amplió hasta el 30 de abril.
Posteriormente el aislamiento se extendió hasta el 10 de mayo y a partir del 11 de mayo se ingresó a la cuarentena rígida y dinámica, que se extenderá hasta el 24 de mayo en un intento de evitar la propagación de la COVID-19, que se incrementó considerablemente en las últimas semanas.
El panorama para el departamento de Beni, que es la segunda región menos poblada de Bolivia, se complica por las cifras diarias que hacen colapsar el sistema sanitario y señalan la falta de médicos especializados, lo que obligó a esa Gobernación decretar un "desastre sanitario departamental".
"Se declara desastre sanitario departamental por la propagación del coronavirus COVID-19, en el marco del artículo 39 de la Ley 602, del 14 de noviembre de 2014, de Gestión de Riesgos, y su reglamento, debido a la pandemia que ha puesto la salud y la vida de la población beniana en riesgo", señala el artículo 1° del documento presentado por el gobernador Fanor Amapo.
Esta situación obliga al Gobierno Departamental del Beni a gestionar los recursos humanos de salud, equipamiento, técnicos, económicos y logísticos, mientras que el Gobierno nacional se encargará de la asistencia inmediata para las tareas de prevención, mitigación y recuperación.
