Por Alien Fernández
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat entrenando en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 16 may (Xinhua) -- Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social.
Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación.
La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar en La Habana, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia.
"Más que desarrollar nuevas capacidades, el entrenamiento que estoy realizando es, sobre todo, para mantener mi capacidad aérobica y la resistencia de la fuerza", dijo a Xinhua.
La atleta pasa horas en el espacio de entrenamiento de unos 2,5 metros cuadrados, donde practica natación entre 30 y 45 minutos, bicicleta de una a dos horas, carrera durante unos 50 minutos y realiza trabajo de gimnasio y fortalecimiento TRX (ejercicio de resistencia del cuerpo entero).
La deportista cubana comenzó estos entrenamientos en casa hace poco más de un mes, luego de llegar a Cuba procedente de una competencia en México y cumplir con una cuarentena de 14 días.
Amat, la única deportista de su familia, comenzó la práctica deportiva en nado sincronizado con sólo cinco años y llegó a integrar el equipo nacional, pero esta disciplina exige una dieta que le fue muy difícil de cumplir.
"A los 15 años decidí cambiarme para triatlón, donde tengo un régimen regulado de alimentación, pero puedo comer un poquitico más", narró entre risas.
El triatlón es conocido como la disciplina que agrupa a los deportistas considerados de hierro por el notable gasto energético y esfuerzo en nadar 1.500 metros, recorrer 40 kilómetros en bicicleta y 10 kilómetros de carrera pedestre.
Amat es la protagonista del mejor resultado histórico del pentatlón femenino cubano, al quedar en el séptimo lugar en los Juegos Panamericano de Lima 2019, y ha subido al podio en cinco de las seis últimas copas panamericanas de la disciplina.
El único modo que tiene la joven para alcanzar la clasificación olímpica, es acumular nuevos puntos en las próximas copas panamericanas de triatlón, todas canceladas temporalmente.
Dióseles Fernández, preparador de la Selección Nacional Femenina Cubana de triatlón, dijo a Xinhua que el entrenamiento bajo techo permite a la atleta ganar potencia, pero es muy tedioso.
"Por ejemplo, en el ciclismo, cuando entrena en carretera, la ayuda la dirección del viento o rodar cuesta abajo; mientras en bicicleta estática es constante la fuerza, pero todos los ejercicios de resistencia los hace en el mismo lugar y eso puede afectarla psicológicamente", explicó.
Fernández, quien integró el primer equipo nacional masculino cubano de triatlón en 1991, creó un grupo en redes sociales, donde indica a sus alumnas los ejercicios para mantener el entrenamiento sin salir de casa.
Desde el pasado 24 de marzo, como parte de las medidas para la prevención y control de la COVID-19, dejaron de funcionar en Cuba todas las instituciones docentes deportivas, incluidas las Escuelas de Formación de Atletas de Alto Rendimiento, academias, estadios y combinados deportivos.
El periodista de la página deportiva del "Diario Juventud Rebelde", Luis Autié, dijo a Xinhua que el entrenamiento en condiciones difíciles no es un escenario totalmente nuevo para los deportistas cubanos.
Recordó que el bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace casi seis décadas, ha implicado necesariamente que se generen en Cuba metodologías de preparación y equipamientos poco convencionales pero efectivos.
"La inmensa mayoría de los atletas de nuestro país no tienen acceso a muchas de las tecnologías de punta aplicadas al deporte; así y todo, el país caribeño, desde el triunfo de la Revolución en 1959, es considerado una potencia deportiva", subrayó.
Otro acontecimiento que marcó la capacidad de resiliencia de los atletas cubanos, ocurrió en 1966, cuando Estados Unidos intentó impedir la participación de Cuba en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Juan, Puerto Rico, sin embargo, la nación caribeña logró obtener el segundo lugar por países, con 78 preseas (35 de oro, 19 de plata y 24 de bronce).
Según el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Cuba espera ubicarse entre los 20 primeros puestos durante los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021, por lo que comenzó su preparación desde la anterior edición de Río de Janeiro 2016.
Hasta la fecha, 41 atletas de ocho deportes tienen asegurada su presencia en esa cita.
Mientras, otros 253 deportistas se encuentran en la preselección, entre ellos Amat, quien en tiempos de coronavirus continúa soñando con representar a su país en la fiesta de los cinco aros.
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat (d), entrenando mientras es asesorada por su instructor Dióseles Fernández (i), en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat (frente), entrenando en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat (i), entrenando mientras es asesorada por su instructor Dióseles Fernández (d), en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat (i), entrenando mientras es asesorada por su instructor Dióseles Fernández (d), en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 7 de mayo de 2020 de Leslie Amat (i), entrenando mientras es asesorada por su instructor Dióseles Fernández (d), en su casa en La Habana, capital de Cuba. Mientras las instalaciones deportivas de Cuba continúan cerradas por el nuevo coronavirus, los atletas del país caribeño procuran mantener la forma física sin violar el aislamiento social. Tal es el caso de Leslie Amat, quien no renuncia a convertirse en la primera triatleta cubana en competir en unos juegos olímpicos, decidió montar un peculiar gimnasio en su casa para continuar la preparación. La joven, de 27 años, sube todos los días a la azotea de su hogar, donde nada en una piscina inflable, pedalea en una bicicleta estática y corre con dos ligas atadas a la cintura que le hacen resistencia. (Xinhua/Joaquín Hernández)
