MONTEVIDEO, 13 may (Xinhua) -- A dos meses de la detección de los primeros casos de COVID-19, Uruguay transita hacia una nueva normalidad con "pasos cortos" en medio de una pandemia que hasta el momento pudo controlar.
En el proceso de normalización la idea es "testear, probar y seguir", dijo el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, quien se encarga de coordinar el grupo de científicos que asesora en este tema al presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
"No es posible el riesgo cero" en este escenario, aclaró Alfie a la prensa.
Con la declaración de la emergencia sanitaria el 13 de marzo pasado, se suspendieron las clases de la enseñanza, se cerraron los grandes centros comerciales y se exhortó al "aislamiento social", pero no hubo un confinamiento obligatorio.
"El país no se paró, sí tuvo un bajón muy grande porque algunas actividades el Gobierno prohibió que se realicen y otras porque la sola prohibición generó un descenso en el comercio enorme", señaló el presidente Lacalle Pou.
La semana pasada, el mandatario indicó que con "cuidado" de la salud se deben "acelerar" los "motores de la economía" para superar la crisis económica y social generada por la pandemia.
"Estamos tratando que ese motor de la economía ande para que los uruguayos con cuidado, con responsabilidad de su libertad, puedan salir de esta situación económica", enfatizó.
Un mes atrás se reactivó la industria de la construcción, el 22 de abril comenzó un proceso gradual de reapertura de las escuelas rurales, y la semana pasada reabrieron los comercios del Centro de la capital.
Hasta el momento, las actividades que retornaron no arrojaron resultados que generaran alarmas y la tasa de crecimiento de los casos en general es baja.
Uruguay acumula 719 casos de coronavirus, 19 de ellos mortales, con 155 personas con la infección en curso y 545 que ya se recuperaron, de acuerdo al informe de hoy del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
"Estamos bastante lejos" de la saturación del sistema sanitario, evaluó Lacalle.
En la misma línea, el ministro de Salud, Daniel Salinas, indicó que a dos meses de la detección de los primeros casos, el balance "es positivo" por "haber logrado mantener dentro de límites razonables a la epidemia".
En la semana 18 de la epidemia, "todavía nos mantenemos en la parte verde del semáforo" a nivel de "disponibilidad asistencial" y en "casos de infecciones respiratorias agudas graves", sostuvo Salinas en una entrevista que hoy publicó el semanario La Mañana.
No obstante, puntualizó que "no podemos caer en la falsa sensación de que todo está bien" y llamó a "estar en guardia".
Aún resta el desafío que representa el invierno austral que eleva todos los años las afecciones respiratorias.
"La nueva normalidad de la que habla nuestro presidente es que debemos mantener el distanciamiento social, detectar y aislar precozmente. De esa manera nos estamos protegiendo mejor, no estamos completamente inmunes, pero nos protegemos mejor", concluyó Salinas.