Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 12 mayo, 2020 (Xinhua) -- Un hombre porta una mascarilla mientras camina en una calle, en Santiago, capital de Chile, el 12 de mayo de 2020. El Ministerio de Salud de Chile elevó el martes a 31.721 la cifra de personas contagiadas con la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en todo el país sudamericano, de los cuales han muerto 335. (Xinhua/Jorge Villegas)
SANTIAGO, 12 may (Xinhua) -- El sistema de salud de Chile aún resiste el embate de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), mientras la economía ya marca el impacto de la pandemia que mantiene a millones de personas en cuarentena.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseveró este martes a los periodistas que "las próximas semanas serán las más difíciles, y van a exigir lo mejor de todos", mientras el país suma 31.721 personas contagiadas y 335 muertos.
Javiera Adriazola, becada de medicina interna por la Universidad Finis Terrae en el Instituto Nacional del Tórax, el más importante del país en su tipo, indicó a Xinhua que "por esta pandemia se tuvieron que suspender todas las operaciones no absolutamente necesarias. Se cancelaron las cirugías electivas, los procedimientos".
La médica recalcó que en Chile también cerraron los policlínicos de todos los hospitales, y dieron de alta a pacientes menos graves o estables para "tener más camas y poder atender a pacientes con coronavirus".
Explicó que el sistema de salud chileno se pudo preparar porque la enfermedad llegó con varias semanas de diferencia respecto a los países más afectados, como China, Francia, España e Italia.
"Nos pudimos preparar el personal de salud sobre los implementos que podemos usar, los protocolos. Les pudimos copiar o ver cómo estaban actuando los otros países, y ver cómo ellos estaban actuando para tomar tanto las cosas buenas como los errores", complementó.
Indicó que "ningún país podía estar preparado para una pandemia, ni con un sistema de salud bueno ni malo. Finalmente, todos vamos a ser tocados por este virus".
Desde enero a la fecha, el gobierno chileno ha incorporado cinco nuevos hospitales, aumentó las camas, las camas críticas, los ventiladores mecánicos y los elementos de protección personal, además del incremento de la dotación y la preparación de médicos.
Las medidas también han impactado la vida diaria de los chilenos, porque se decretó un estado de catástrofe con toque de queda nocturno en todo el país desde marzo pasado.
Asimismo, se cerraron las fronteras, los establecimientos educacionales, los comerciales, y se han levantado cordones y aduanas sanitarias y cuarentenas que actualmente alcanzan a 30 comunas y más de 5,8 millones de chilenos.
Todas estas medidas han golpeado duramente la economía, explicó a Xinhua el director de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso, Lisardo Gómez.
"En abril empieza a sentirse el efecto de la pandemia", dijo, y agregó que en ese mes el desempleo llegará a los dos dígitos, tras anotar 8,2 por ciento en el primer trimestre de 2020.
Sobre los planes de rescate económico que ha presentado el gobierno chileno, señaló que "van bien encaminados, pero no son todavía suficientes".
"El Estado tiene que hacer un mayor esfuerzo, tiene que aumentar el gasto, tiene que aumentar las transferencias. Ya vemos que la licuación de la economía vía crédito todavía es compleja", indicó.
Reflexionó que una de las medidas que ha propuesto el gobierno para mejorar la condición de la economía es a través del crédito, que "tiene una primera intención, pero lo traspasa al sistema bancario".
Sin embargo, comentó que debería ampliarse a otras formas de llegar con menos exigencias a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las que "realmente lo necesitan y generan la mayor parte del empleo".
No obstante, para el experto lo más importante es actuar "todos juntos con conciencia social, con conciencia de lo que puede significar para la vida humana", puesto que la vida de las personas es lo más importante, enfatizó.
A inicios de mayo, el Banco Central (BC) chileno informó que la economía del país sudamericano cayó un 3,5 por ciento interanual en marzo pasado, dado el impacto de las medidas restrictivas tomadas por el gobierno para prevenir el contagio de la COVID-19 en el país.