ESPECIAL: Cuba celebra un especial Día de la Madre

Actualizado 2020-05-10 22:54:51 | Spanish. xinhuanet. com

CUBA-HABANA-COVID-19

LA HABANA, 10 mayo, 2020 (Xinhua) -- Imagen del 9 de mayo de 2020 de un hombre comprando flores en un mercado en el marco del Día de las Madres en La Habana, capital de Cuba. La pandemia del nuevo coronavirus no ha impedido que los cubanos celebren el domingo el tradicional Día de la Madre, aunque de un modo diferente, obligados por el necesario aislamiento social. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 10 may (Xinhua) -- La pandemia del nuevo coronavirus no ha impedido que los cubanos celebren este domingo el tradicional Día de la Madre, aunque de un modo diferente, obligados por el necesario aislamiento social.

En una sociedad que venera a las progenitoras, para muchos resulta difícil tener que honrar a las madres desde lejos y sin fiestas que reúnan a toda la familia, pero las autoridades han sido claras en el llamado a mantener la disciplina y cumplir con lo establecido.

Incluso el presidente Miguel Díaz-Canel pidió a la ciudadanía mantener una actitud social responsable, en particular durante el Día de la Madre, una festividad tradicional que en la isla se celebra cada segundo domingo de mayo.

"Es un Día de las Madres al que hemos convocado a celebrar desde el distanciamiento social, pero en el sentimiento estará el cariño, el respeto y la admiración para todos las madres cubanas", afirmó el mandatario.

Las familias acostumbran reunirse este día o visitar los cementerios en un ritual de recordación filial, pero ambas tradiciones están ahora obstaculizadas por la presencia de la COVID-19, que hasta hoy domingo se ha cobrado la vida de 77 cubanos y contagió a otros 1.766.

Pero en medio de esa amenaza mortal, los cubanos se las arreglan para dar alguna particular muestra de cariño, que a veces se traduce en el regalo de un pastel.

"Ni siquiera voy a entrar a la casa. Desde la puerta le entregaré el dulce", dijo a Xinhua la joven Mislaydis Alcántara, quien cargaba un recién horneado pastel para regalárselo a su madre.

Alcántara confesó que lo que más añora es poder besar y abrazar a su madre, "y las fiestas que este día siempre arman mis hermanos".

También Juana Mendieta, una jubilada sexagenaria que tiene tres hijos, habló con nostalgia de otras celebraciones familiares, pero está consciente de que ahora las circunstancias son otras y más peligrosas.

"Lo que más quisiera es tener aquí como siempre a mis hijos, pero sé que eso no es posible, incluso por cuidar de mi propia salud", comentó con un dejo de melancolía.

Y es que, en tiempos normales, pocos son los cubanos que en este día no participan en las celebraciones familiares que, con mayores o menores recursos, se hacen en prácticamente todos los hogares de la isla desde que se comenzó la tradición en 1920.

De acuerdo con los historiadores, fue en Santiago de las Vegas, una localidad situada a unos 35 kilómetros al sur de La Habana, donde primero se festejó el Día de la Madre, el segundo domingo de mayo de 1920.

Referencias bibliográficas indican que fue Víctor Muñoz, un conocido periodista de la época, quien publicó el 9 de mayo de ese año en el diario "El Mundo" una crónica titulada "Mi clavel blanco".

En ese texto, Muñoz señaló que "el día de hoy es el segundo domingo de mayo, que los americanos (estadounidenses) consagran como el Día de las Madres, y que muchos cubanos quieren destinar al mismo objeto".

Ese mismo día, el teatro del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas se colmó de público que, convocado por varios intelectuales de la localidad, quería rendir homenaje a las mujeres con hijos.

Los miembros de aquella institución, alentados por el intelectual Francisco Montoto, patrocinaron un programa donde se recitaron los versos del Héroe Nacional José Martí a su progenitora, y el poema "A mi madre", del intelectual socialista Diego Vicente Tejera.

Al año siguiente, el 22 de abril, siendo Muñoz concejal del Ayuntamiento habanero, propuso y logró instituir el agasajo en toda la capital cubana, aunque en 1928, a propuesta del senador Pastor del Río, la Cámara de Representantes le dio carácter de Ley Nacional, y así el segundo domingo de mayo se oficializó como Día de la Madre.

En realidad, los cubanos sólo copiaron la iniciativa de la estadounidense Anna Jarvis, quien afligida por la muerte de su madre en 1907, inició una campaña nacional por correspondencia para que se declarara una fecha en homenaje a las madres.

En la actualidad, la celebración del Día de la Madre ha pasado a ser algo casi obligado entre los cubanos, en una sociedad en la que las progenitoras son vistas y tratadas como una parte sagrada de la familia.

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ESPECIAL: Cuba celebra un especial Día de la Madre

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LA HABANA, 10 mayo, 2020 (Xinhua) -- Imagen del 9 de mayo de 2020 de un hombre comprando flores en un mercado en el marco del Día de las Madres en La Habana, capital de Cuba. La pandemia del nuevo coronavirus no ha impedido que los cubanos celebren el domingo el tradicional Día de la Madre, aunque de un modo diferente, obligados por el necesario aislamiento social. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 10 may (Xinhua) -- La pandemia del nuevo coronavirus no ha impedido que los cubanos celebren este domingo el tradicional Día de la Madre, aunque de un modo diferente, obligados por el necesario aislamiento social.

En una sociedad que venera a las progenitoras, para muchos resulta difícil tener que honrar a las madres desde lejos y sin fiestas que reúnan a toda la familia, pero las autoridades han sido claras en el llamado a mantener la disciplina y cumplir con lo establecido.

Incluso el presidente Miguel Díaz-Canel pidió a la ciudadanía mantener una actitud social responsable, en particular durante el Día de la Madre, una festividad tradicional que en la isla se celebra cada segundo domingo de mayo.

"Es un Día de las Madres al que hemos convocado a celebrar desde el distanciamiento social, pero en el sentimiento estará el cariño, el respeto y la admiración para todos las madres cubanas", afirmó el mandatario.

Las familias acostumbran reunirse este día o visitar los cementerios en un ritual de recordación filial, pero ambas tradiciones están ahora obstaculizadas por la presencia de la COVID-19, que hasta hoy domingo se ha cobrado la vida de 77 cubanos y contagió a otros 1.766.

Pero en medio de esa amenaza mortal, los cubanos se las arreglan para dar alguna particular muestra de cariño, que a veces se traduce en el regalo de un pastel.

"Ni siquiera voy a entrar a la casa. Desde la puerta le entregaré el dulce", dijo a Xinhua la joven Mislaydis Alcántara, quien cargaba un recién horneado pastel para regalárselo a su madre.

Alcántara confesó que lo que más añora es poder besar y abrazar a su madre, "y las fiestas que este día siempre arman mis hermanos".

También Juana Mendieta, una jubilada sexagenaria que tiene tres hijos, habló con nostalgia de otras celebraciones familiares, pero está consciente de que ahora las circunstancias son otras y más peligrosas.

"Lo que más quisiera es tener aquí como siempre a mis hijos, pero sé que eso no es posible, incluso por cuidar de mi propia salud", comentó con un dejo de melancolía.

Y es que, en tiempos normales, pocos son los cubanos que en este día no participan en las celebraciones familiares que, con mayores o menores recursos, se hacen en prácticamente todos los hogares de la isla desde que se comenzó la tradición en 1920.

De acuerdo con los historiadores, fue en Santiago de las Vegas, una localidad situada a unos 35 kilómetros al sur de La Habana, donde primero se festejó el Día de la Madre, el segundo domingo de mayo de 1920.

Referencias bibliográficas indican que fue Víctor Muñoz, un conocido periodista de la época, quien publicó el 9 de mayo de ese año en el diario "El Mundo" una crónica titulada "Mi clavel blanco".

En ese texto, Muñoz señaló que "el día de hoy es el segundo domingo de mayo, que los americanos (estadounidenses) consagran como el Día de las Madres, y que muchos cubanos quieren destinar al mismo objeto".

Ese mismo día, el teatro del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas se colmó de público que, convocado por varios intelectuales de la localidad, quería rendir homenaje a las mujeres con hijos.

Los miembros de aquella institución, alentados por el intelectual Francisco Montoto, patrocinaron un programa donde se recitaron los versos del Héroe Nacional José Martí a su progenitora, y el poema "A mi madre", del intelectual socialista Diego Vicente Tejera.

Al año siguiente, el 22 de abril, siendo Muñoz concejal del Ayuntamiento habanero, propuso y logró instituir el agasajo en toda la capital cubana, aunque en 1928, a propuesta del senador Pastor del Río, la Cámara de Representantes le dio carácter de Ley Nacional, y así el segundo domingo de mayo se oficializó como Día de la Madre.

En realidad, los cubanos sólo copiaron la iniciativa de la estadounidense Anna Jarvis, quien afligida por la muerte de su madre en 1907, inició una campaña nacional por correspondencia para que se declarara una fecha en homenaje a las madres.

En la actualidad, la celebración del Día de la Madre ha pasado a ser algo casi obligado entre los cubanos, en una sociedad en la que las progenitoras son vistas y tratadas como una parte sagrada de la familia.

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