Por René Quenallata
Vecinos de la zona de Sopocachi se asoman por sus ventanas para agitar pañuelos durante una procesión religiosa en la ciudad de La Paz, Bolivia, el 10 de abril del 2020. En plena cuarentena por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19), la Semana Santa en Bolivia se celebró el viernes con platillos tradicionales, pero sin turismo, procesiones ni eventos religiosos en las iglesias católicas. (Xinhua/Str)
LA PAZ, 10 abr (Xinhua) -- En plena cuarentena por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), la Semana Santa en Bolivia se celebró hoy con platillos tradicionales, pero sin turismo, procesiones ni eventos religiosos en las iglesias católicas.
Cocinar los 12 platillos para rememorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo es una de las tradiciones que marca la Semana Santa en Bolivia, donde se rescata la comida típica ancestral de las diferentes regiones transmitidas por las migraciones internas.
El antropólogo y director general del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT), Julio Condori, manifestó a Xinhua que una costumbre social que se evidencia en Bolivia en Semana Santa es la manifestación de una variedad de platillos tradicionales ancestrales sin el acompañamiento de la carne roja.
"Las migraciones internas enriquecieron la variedad de comidas que se entrelazan desde la amazonia pasando por los valles hasta el altiplano y viceversa", aseveró.
Aunque la tradición religiosa dicta que sean 12 los platillos, actualmente son un promedio de cinco los que se cocinan en Viernes Santo, dijo Condor, quien agregó que la gente este año se vio obligada a reducir los platillos por la emergencia sanitaria que afecta al comercio en general y a las familias bolivianas que no pudieron acceder con facilidad al mercado.
A decir del investigador, entre los platillos que se preparan son quesohumacha, carbonada, ají de papalisa, papas a la huancaina, revuelto de achojcha, ají de cochayuyo, ají de arvejas, pesque de quinua, pejtu de habas, plato paceño, wallake de pejerrey, trucha, mauri o karachi, lagua de choclo, arroz con leche y ají de chuño, entre otros.
Destacó que estos platillos suelen ser preparados en familia, amigos, vecinos y comunidades como una forma de recordar la fecha, pero este año se redujo a las familias.
En tanto, Lourdes Omoya, ex gerente de la empresa estatal Boliviana de Turismo (Boltur), dijo a Xinhua que este año, por la cuarentena que vive el país, el turismo se redujo a cero y con grandes afectaciones al sector hotelero, gastronómico, transporte, artesanías y los empleos indirectos de toda la cadena de la industria sin chimenea.
Recordó que anteriormente cada fin de semana "largo" por el feriado de Viernes Santo era generalmente la ocasión propicia para salir de viaje, por lo que desde el Viceministerio de Turismo se recomendaba destinos en diferentes regiones del país andino.