WASHINGTON, 27 marzo, 2020 (Xinhua) -- Vista de la Casa Blanca, en Washington, D.C., Estados Unidos, el 27 de marzo de 2020. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el viernes una ley sobre un paquete de estímulos de dos billones de dólares, el mayor paquete de estímulo en la historia del país, en un intento por rescatar la economía devastada por la COVID-19. (Xinhua/Liu Jie)
WASHINGTON, 27 mar (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy una ley sobre un paquete de estímulos de dos billones de dólares, el mayor paquete de estímulo en la historia del país, en un intento por rescatar la economía devastada por la COVID-19.
Hoy con anterioridad, la Cámara de Representantes aprobó el paquete por votación verbal, la forma más rápida de votar. El Senado aprobó la iniciativa el miércoles por la noche, luego de rondas de agotadoras negociaciones entre los demócratas y los republicanos.
"Esto proporcionará una ayuda requerida con urgencia", dijo Trump a los reporteros en la ceremonia de firma en la Oficina Oval en la Casa Blanca. Importantes funcionarios como el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y líderes republicanos del Congreso estuvieron presentes, pero ningún demócrata asistió.
La iniciativa, cuyo fin es amortiguar los estragos de la COVID-19 en la economía, ofrecerá a las pequeñas empresas préstamos de emergencia, incentivos fiscales empresariales, beneficios ampliados por desempleo, 1.000 dólares en pago directo para los trabajadores estadounidenses, ayuda gubernamental para industrias como aerolíneas y hoteles, y más apoyo para hospitales y gobiernos estatales y locales.
Quienes ganen hasta 75.000 dólares recibirán un pago de 1.200 dólares, más 500 dólares adicionales por cada hijo. Los pagos en efectivo se eliminarán gradualmente para quienes ganen más de 75.000 dólares y no serán para quienes ganen más de 99.000 dólares al año.
El paquete ampliará los beneficios por desempleo, lo que permitirá a las personas desempleadas obtener 600 dólares adicionales a la semana durante cuatro meses, además de los beneficios estatales por desempleo para compensar el 100 por ciento de los salarios perdidos.
El paquete incluye más de 100.000 millones de dólares en subvenciones para médicos, enfermeras y hospitales, y 45.000 millones de dólares para el Fondo de Asistencia por Desastres. Cerca de 27.000 millones de dólares serán para la respuesta al coronavirus, incluyendo 16.000 millones de dólares para construir la Reserva Nacional Estratégica con suministros críticos como mascarillas, respiradores y todo tipo de elementos farmacéuticos.
El Departamento del Tesoro proporcionará 500.000 millones de dólares en préstamos a industrias en dificultades como aerolíneas y hoteles y a los gobiernos estatales y locales. Las aerolíneas recibirán 29.000 millones de dólares en subvenciones, y 29.000 millones de dólares en préstamos y garantías de préstamo, así como apoyo con incentivos fiscales.
El rescate del gobierno para las compañías e industrias duramente golpeadas fue uno de los puntos difíciles de la negociación. Los demócratas insistieron en una disposición de supervisión, en que los receptores fueran revelados inmediatamente y en que las compañías beneficiadas con los préstamos no pudieran participar en la recompra de acciones durante cierto tiempo.
Inicialmente, la Casa Blanca propuso un paquete de estímulo de un billón de dólares, pero varias rondas de negociaciones entre legisladores condujeron a un paquete de más de dos billones. Esta cifra es mucho mayor que el rescate de 700.000 millones de dólares de Wall Street por la crisis financiera de 2008.
En una declaración emitida hoy por la tarde, la Federación Minorista Nacional (NRF) dio la bienvenida al la rápida aprobación de la iniciativa. "Este paquete de asistencia económica proporciona un puente crucial para los millones de negocios minoristas y empleos minoristas estadounidenses que ayudarán a apoyar la economía estadounidense en este momento difícil", dijo el presidente y director general de NRF, Matthew Shay.
Diane Swonk, economista en jefe de Grant Thornton, una importante firma contable, escribió esta semana en un blog que estas medidas "no impedirán una recesión". El objetivo es atenuar el golpe a la economía "para que tengamos una base a partir de la cual recuperarnos", dijo.
