Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 23 mar (Xinhua) -- Siguiendo una tradición de casi seis décadas, Cuba volvió ahora a enviar brigadas médicas a seis países para ayudar en el enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus.
Quizás la más relevante de esas misiones de cooperación ha sido la enviada a Lombardía, la región del norte de Italia, que se ha convertido en el epicentro de la epidemia en Europa, y donde medio centenar de médicos cubanos cierran filas junto a colegas de China y Rusia.
Los cubanos, casi todos con experiencia en el enfrentamiento de la epidemia de ébola en Guinea y otros países de Africa Occidental en 2014, fueron recibidos con aplausos en el aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino.
El asesor de Salud y Bienestar de Lombardía, Giulio Gallera, informó que los cubanos en un primer momento trabajarán en el hospital de Crema, en el sur de la región, y después serán enviados al nuevo hospital de campaña que se construirá en Bérgamo, la zona más afectada en la región por la COVID-19.
Es la primera vez que Cuba presta ese tipo de cooperación a un país desarrollado como Italia, aunque resulta habitual la presencia de médicos cubanos en América Latina y naciones del Tercer Mundo, pues la isla, que tiene una economía endeble, no puede ofrecer recursos materiales, pero envía a sus profesionales de la salud.
Para apoyar en el enfrentamiento a la epidemia, en este momento hay brigadas similares de la isla en Venezuela, Nicaragua, Surinam, Granada y Jamaica, y hay distintas modalidades de colaboración sanitaria cubana en otros 31 países donde está presente el nuevo coronavirus.
En medio del acecho del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (causante del COVID-19), la decisión de nuestro gobierno ha sido mantener la colaboración médica, y en aquellas naciones donde existen internacionalistas cubanos, convertirlos en bastión de avanzada para enfrentar la pandemia, comentó este lunes el diario oficial Granma.
Hace poco más de una semana, la isla protagonizó otro acto de solidaridad al permitir al atraque y posterior evacuación del crucero británico MS Braemar, que estuvo varios días en busca de un lugar donde desembarcar tras ser rechazado en varios puertos del Caribe desde finales de febrero.
En el buque viajaban cinco casos diagnosticados con COVID-19 y otras 40 personas, entre pasajeros y tripulantes, que estaban aislados dentro del barco por presentar síntomas gripales.
En una compleja pero calculada operación sanitaria, unos 700 pasajeros bajaron a tierra en el puerto de Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana, y tomaron una caravana de autobuses conducidos por choferes vestidos con trajes especiales y mascarillas.
Los ómnibus fueron directo hasta la pista del aeropuerto internacional habanero, donde los pasajeros abordaron cuatro vuelos charter fletados por el gobierno británico.
En uno de los aviones, acondicionado previamente, viajaron los cinco enfermos confirmados, y unas 40 personas, entre pasajeros y tripulantes, que estaban aislados dentro del barco por presentar síntomas gripales.
Desde el mismo puerto de Mariel, el embajador británico en La Habana, Anthony Stokes, agradeció el apoyo de Cuba en lo que consideró una operación resultado del esfuerzo entre las dos naciones.
En la actualidad, Cuba mantiene cooperantes médicos en casi 60 países, donde trabajan unos 29.000, cerca de la mitad en Venezuela, mediante convenios de cooperación implementados a través de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esa cooperación médica con el exterior se inició el 24 de mayo de 1963, cuando medio centenar de profesionales de la salud viajaron a Argelia, donde había ocurrido un terremoto devastador.
En casi seis décadas, más de 400.000 especialistas sanitarios cubanos han prestado cooperación en 164 países.