COMENTARIO: Gobierno de EE. UU. da un mal ejemplo en lucha global contra virus

Actualizado 2020-03-23 20:05:57 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 23 mar (Xinhua) -- Al culpar, criticar y manchar a China, el gobierno de Estados Unidos está dando un mal ejemplo en la lucha global contra el nuevo coronavirus de una manera cada vez más peligrosa.

Se evidencia que el gobierno estadounidense está menos preocupado por centrarse en la prevención y el control de la epidemia doméstica y en su lugar está enfocado en criticar a China por una variedad de razones infundadas y absurdas y tratar de sacar a China de su lugar usando palabras racistas y xenofóbicas.

Los políticos de la Casa Blanca han acusado incansablemente a China de ser el lugar de nacimiento del virus, reaccionando lentamente al brote, inventando datos e incluso llamando al coronavirus el "virus chino" o el "virus de Wuhan".

A medida que las infecciones aumentan bruscamente en el país norteamericano, el gobierno estadounidense ha respondido gastando una cantidad sustancial de su energía en culpar a los demás e ignorado el hecho de que sólo la solidaridad y la cooperación derrotarán una pandemia mundial que aún se está desarrollando.

Desde el 3 de enero, China ha estado notificando regularmente a la parte estadounidense sobre el desarrollo de epidemias, medidas de prevención y control. Sin embargo, el lado estadounidense desperdició el precioso tiempo que China había comprado para la lucha global contra el virus.

La difamación y la estigmatización no pueden negar el progreso que China ha logrado en contener la propagación del virus, ni ayudará a la prevención y el control de epidemias en Estados Unidos. Solo hace que los políticos de la Casa Blanca que iniciaron la campaña de difamación contra China se vean desagradables e irracionales.

Tal retórica tiene sentido en un año electoral en Estados Unidos, cuando los políticos intentan desviar la atención de los votantes estadounidenses de la insatisfacción con la incapacidad del gobierno en respuesta a la epidemia en China y eludir sus responsabilidades.

Esto revela la decadencia política y la ilusión de la "democracia" en Estados Unidos. En muchos aspectos, la administración estadounidense está dando un mal ejemplo en la lucha global contra el virus.

Desde el brote, China ha realizado esfuerzos concertados y ha adoptado las medidas de prevención y control más estrictas, exhaustivas e integrales que generan efectos positivos.

Mientras el pico de la epidemia en China ha pasado recientemente, China ha estado ayudando incesantemente a los demás países. El gobierno chino ha anunciado asistencia como pruebas de reactivos, máscaras y batas protectoras a 82 países, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Africana. Se han entregado muchos lotes de estos suministros a los destinatarios.

Además, China ha compartido valiosa experiencia de tratamientos con el resto del mundo, realizó videoconferencias con expertos en salud de otros países y organizaciones internacionales y envió equipos médicos a Irán, Irak, Italia y Serbia. Los gobiernos locales en China y las empresas y organizaciones civiles chinas también están haciendo donaciones a los países afectados. Lo que China ha hecho se ha traducido en un eslogan popular que dice: "Nuestra asociación, más fuerte que el metal y la piedra, desafía la distancia geográfica".

Como potencia principal, Estados Unidos debería haber estado en la primera línea para ayudar a otros países a combatir la epidemia. Funcionarios estadounidenses han dicho en muchas ocasiones que van a ofrecer 100 millones de dólares para ayudar a China y otros países afectados por el coronavirus. Pero China no ha recibido fondos ni suministros donados en nombre del gobierno de EE. UU. hasta el momento. El servicio de voz pagado por la administración de EE. UU. solo socava su veracidad, credibilidad y sentido de responsabilidad.

El gobierno de EE. UU. debe mantener su propia casa en orden y desempeñar un papel constructivo para mejorar la cooperación internacional en la lucha contra el virus, dejar de manchar a China y reflexionar sobre sus propios errores antes de cometer más.

 
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COMENTARIO: Gobierno de EE. UU. da un mal ejemplo en lucha global contra virus

Spanish.xinhuanet.com 2020-03-23 20:05:57

BEIJING, 23 mar (Xinhua) -- Al culpar, criticar y manchar a China, el gobierno de Estados Unidos está dando un mal ejemplo en la lucha global contra el nuevo coronavirus de una manera cada vez más peligrosa.

Se evidencia que el gobierno estadounidense está menos preocupado por centrarse en la prevención y el control de la epidemia doméstica y en su lugar está enfocado en criticar a China por una variedad de razones infundadas y absurdas y tratar de sacar a China de su lugar usando palabras racistas y xenofóbicas.

Los políticos de la Casa Blanca han acusado incansablemente a China de ser el lugar de nacimiento del virus, reaccionando lentamente al brote, inventando datos e incluso llamando al coronavirus el "virus chino" o el "virus de Wuhan".

A medida que las infecciones aumentan bruscamente en el país norteamericano, el gobierno estadounidense ha respondido gastando una cantidad sustancial de su energía en culpar a los demás e ignorado el hecho de que sólo la solidaridad y la cooperación derrotarán una pandemia mundial que aún se está desarrollando.

Desde el 3 de enero, China ha estado notificando regularmente a la parte estadounidense sobre el desarrollo de epidemias, medidas de prevención y control. Sin embargo, el lado estadounidense desperdició el precioso tiempo que China había comprado para la lucha global contra el virus.

La difamación y la estigmatización no pueden negar el progreso que China ha logrado en contener la propagación del virus, ni ayudará a la prevención y el control de epidemias en Estados Unidos. Solo hace que los políticos de la Casa Blanca que iniciaron la campaña de difamación contra China se vean desagradables e irracionales.

Tal retórica tiene sentido en un año electoral en Estados Unidos, cuando los políticos intentan desviar la atención de los votantes estadounidenses de la insatisfacción con la incapacidad del gobierno en respuesta a la epidemia en China y eludir sus responsabilidades.

Esto revela la decadencia política y la ilusión de la "democracia" en Estados Unidos. En muchos aspectos, la administración estadounidense está dando un mal ejemplo en la lucha global contra el virus.

Desde el brote, China ha realizado esfuerzos concertados y ha adoptado las medidas de prevención y control más estrictas, exhaustivas e integrales que generan efectos positivos.

Mientras el pico de la epidemia en China ha pasado recientemente, China ha estado ayudando incesantemente a los demás países. El gobierno chino ha anunciado asistencia como pruebas de reactivos, máscaras y batas protectoras a 82 países, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Africana. Se han entregado muchos lotes de estos suministros a los destinatarios.

Además, China ha compartido valiosa experiencia de tratamientos con el resto del mundo, realizó videoconferencias con expertos en salud de otros países y organizaciones internacionales y envió equipos médicos a Irán, Irak, Italia y Serbia. Los gobiernos locales en China y las empresas y organizaciones civiles chinas también están haciendo donaciones a los países afectados. Lo que China ha hecho se ha traducido en un eslogan popular que dice: "Nuestra asociación, más fuerte que el metal y la piedra, desafía la distancia geográfica".

Como potencia principal, Estados Unidos debería haber estado en la primera línea para ayudar a otros países a combatir la epidemia. Funcionarios estadounidenses han dicho en muchas ocasiones que van a ofrecer 100 millones de dólares para ayudar a China y otros países afectados por el coronavirus. Pero China no ha recibido fondos ni suministros donados en nombre del gobierno de EE. UU. hasta el momento. El servicio de voz pagado por la administración de EE. UU. solo socava su veracidad, credibilidad y sentido de responsabilidad.

El gobierno de EE. UU. debe mantener su propia casa en orden y desempeñar un papel constructivo para mejorar la cooperación internacional en la lucha contra el virus, dejar de manchar a China y reflexionar sobre sus propios errores antes de cometer más.

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