Por César Mariño García y Gao Chunyu
BOGOTA, 20 mar (Xinhua) -- Las imágenes de supermercados abarrotados de compradores que buscan abastecer sus alacenas contrastan con los centros educativos que en Colombia han cerrado el acceso presencial a sus estudiantes como medida para evitar la propagación de la COVID-19, que hasta hoy ha dejado 145 casos confirmados de contagio en el país.
Las medidas de emergencia sanitaria y económica ordenadas por el gobierno colombiano se refieren a la prohibición de reuniones de más de 50 personas y la implementación inmediata de la educación virtual y el trabajo desde casa, configurando así el distanciamiento social, aspecto que en otros países ha demostrado ser el más eficaz para contrarrestar la propagación del virus.
Instituciones como la Universidad de San Buenaventura, que ofrece 38 programas educativos, han atendido las instrucciones gubernamentales y han desarrollado de manera acelerada estos modelos, tanto en la planta docente como en el personal administrativo y, por supuesto, en el estudiantado, que recibirá las clases en sus hogares de manera paulatina.
Luis Alfredo Téllez Casas, jefe de Comunicaciones de esta Universidad, dijo a Xinhua que "la virtualidad no es una modalidad desconocida en la educación colombiana, de hecho, ya se tenían unos cursos que se manejan con la modalidad virtual, pero lógicamente no estábamos preparados para de un momento a otro implementarlo en todas las clases".
"Los profesores están trabajando fuertemente para desarrollar los contenidos y se pueda seguir el proceso lo más efectivamente posible, y no haya ningún traumatismo. La idea es que los estudiantes entren en el horario habitual de manera virtual, como si fuera presencial", agregó.
Para los docentes y directivos, la llegada de la pandemia al país ofrece unos retos para los que, si bien no estaban completamente preparados, se están utilizando todas las herramientas tecnológicas que procurarán el desarrollo idóneo de todos los procesos académicos.
"Esta situación nos ha permitido conocer una realidad que no teníamos prevista, y será un punto de partida para aprovechar toda la tecnología, y así reforzar muchos programas educativos en el futuro", señaló Téllez.
En el mismo sentido, Ingrid Sierra González, docente de Expresión Artística de la misma universidad, pero con sede en Medellín, segunda ciudad del país, estima los aspectos positivos que esta nueva dinámica educativa trae a nivel profesional y familiar.
"Podemos revisar y reflexionar sobre la manera como estamos llevando nuestra vida social, si realmente lo que salimos a hacer fuera de nuestra casa es lo que nos gusta hacer, es lo que nos apasiona y es lo que realmente tienen sentido para este momento de la sociedad", dijo.
Para ella, quien además es madre de dos hijos pequeños, "poder estar al frente y en constante movimiento con la familia te hace pensar las relaciones, si son relaciones amables, si son relaciones tortuosas, si son relaciones violentas, y eso nos lleva a pensar en el proceso en que está uno como ser humano".
De igual forma, los centros culturales como museos y salas de exhibiciones han cerrado también sus puertas, y las calles de las ciudades en Colombia comienzan a verse más despejadas, con una ciudadanía que paulatinamente se ha vuelto consciente de la urgencia de unas medidas inesperadas pero necesarias para la salud de la sociedad en su conjunto.
La realización de simulacros obligatorios y de toques de queda para que las personas se queden en casa durante este fin de semana, han cambiado el panorama de ruido y movimiento de las principales zonas de entretenimiento y congregación de las ciudades colombianas.
"No todo está en la prevención del lavado de manos y el uso de antibacteriales, es necesario que se adopten medidas de fondo que nos ayuden a que el golpe del virus no sea tan mortal", dijo a Xinhua Juan Camilo Vargas, estudiante de ingeniería industrial de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
El gobierno colombiano prohibió además el arribo de viajeros internacionales a la capital colombiana desde el 23 de marzo y por un período de 30 días.
El aislamiento obligatorio de adultos mayores, el aplazamiento de obligaciones financieras y el restablecimiento en todo el territorio nacional del suministro del servicio del agua para deudores que lo tenían suspendido, hacen parte del estado de emergencia con que el gobierno de Colombia afronta la pandemia.
Los ciudadanos se preparan para atender estas medidas y hacer frente a un cambio, por ahora temporal, de las dinámicas sociales que buscan que la tasa de contagios disminuya considerablemente durante las próximas semanas.
