ESPECIAL: Vuelos de parapente en acantilados del Pacífico peruano

Actualizado 2020-03-16 08:33:25 | Spanish. xinhuanet. com

Por Juan Limachi

LIMA, 15 mar (Xinhua) -- La experiencia de los parapentistas peruanos significa mucha adrenalina al planear como aves mecidas por los vientos costeros sobre los acantilados de la Costa Verde de Lima, en el Pacífico de Perú.

Mientras en la ciudad se enfrentan medidas restrictivas frente al nuevo coronavirus, estos deportistas continúan con su práctica aunque en número menor al habitual.

El presidente de la Asociación Peruana de Instructores de Parapente, Eduardo Gómez, compartió con Xinhua esta sensación única que los intrépidos deportistas experimentan en el aire, al volar con sus coloridos parapentes de alas extensas.

"La experiencia y la emoción que siento al volar es como sentirte libre como una ave. Es la libertad, porque es un deporte ecológico que no tiene motor, que no depende más que de la naturaleza", expresó.

Gómez representa a un grupo de parapentistas que practican esta actividad a las orillas de acantilados de unos 300 metros con vista al océano.

De su experiencia en los aires, el deportista afirmó que el parapente ha mejorado con los años, además de que ahora son mejores en estética y seguridad.

La Asociación Peruana de Instructores de Parapente integra alrededor de 80 deportistas y a decenas de practicantes que fluyen por el parapuerto de la Costa Verde, un espacio con pista de pasto para suavizar el aterrizaje.

Uno de estos amantes del parapente es Jhony Medina, deportista chileno que aprovechó su visita a Perú para volar por los acantilados.

"Creo que la experiencia es menos complicada de lo que pensé. Pensé que podía haber algunos vacíos en el aire que provocan algunos movimientos bruscos, pero no, es bastante placentero, como que el viento a uno lo lleva", dijo.

Este deporte extremo gana cada vez más adeptos y el parapuerto de Costa Verde atrae más aficionados, que buscan instrucción y experimentar la sensación del vuelo sobre los acantilados de Lima.

"En el parapente llevo tres años y tengo 29 años", compartió Willber Hildebrandt, poco después de aterrizar y recoger las alas del parapente.

Según el joven, en esta actividad recreativa también se emplean conocimientos científicos como el comportamiento del aire, la navegación aérea y técnicas de pilotaje.

"A pesar de que es un aparato que parece una simple tela, atrás de estas alas hay todo un tema de ingeniería, que hace justamente que con energía eólica pueda subir a flote", explicó.

Respecto a la sensación de volar como las aves, Hildebrant detalló que existen varios niveles dentro de esta actividad.

"Hay varios niveles de parapentistas. Tú puedes volar solo o puedes volar con pasajeros, dependiendo de qué tanto vayas a escalar en tu rango", expresó al hacer un alto en su actividad.

De acuerdo al deportista, la satisfacción de volar no se circunscribe a su persona, sino que se expande por su círculo familiar, donde hay varios practicantes de este deporte.

"Mi motivación es compartir esta experiencia con mis seres más queridos: mi papá, mi mamá, mis amigos. Esa es mi motivación, hacer sentir esa experiencia a mis amistades", puntualizó.

Con las amenazas del coronavirus, que ya alcanzó 71 casos en Perú y la prohibición de reuniones masivas en la ciudad, el deporte del parapente continúa con una decena de parapentistas dando colorido y vida a esta capital, ubicada en las orillas del Pacífico.

 
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ESPECIAL: Vuelos de parapente en acantilados del Pacífico peruano

Spanish.xinhuanet.com 2020-03-16 08:33:25

Por Juan Limachi

LIMA, 15 mar (Xinhua) -- La experiencia de los parapentistas peruanos significa mucha adrenalina al planear como aves mecidas por los vientos costeros sobre los acantilados de la Costa Verde de Lima, en el Pacífico de Perú.

Mientras en la ciudad se enfrentan medidas restrictivas frente al nuevo coronavirus, estos deportistas continúan con su práctica aunque en número menor al habitual.

El presidente de la Asociación Peruana de Instructores de Parapente, Eduardo Gómez, compartió con Xinhua esta sensación única que los intrépidos deportistas experimentan en el aire, al volar con sus coloridos parapentes de alas extensas.

"La experiencia y la emoción que siento al volar es como sentirte libre como una ave. Es la libertad, porque es un deporte ecológico que no tiene motor, que no depende más que de la naturaleza", expresó.

Gómez representa a un grupo de parapentistas que practican esta actividad a las orillas de acantilados de unos 300 metros con vista al océano.

De su experiencia en los aires, el deportista afirmó que el parapente ha mejorado con los años, además de que ahora son mejores en estética y seguridad.

La Asociación Peruana de Instructores de Parapente integra alrededor de 80 deportistas y a decenas de practicantes que fluyen por el parapuerto de la Costa Verde, un espacio con pista de pasto para suavizar el aterrizaje.

Uno de estos amantes del parapente es Jhony Medina, deportista chileno que aprovechó su visita a Perú para volar por los acantilados.

"Creo que la experiencia es menos complicada de lo que pensé. Pensé que podía haber algunos vacíos en el aire que provocan algunos movimientos bruscos, pero no, es bastante placentero, como que el viento a uno lo lleva", dijo.

Este deporte extremo gana cada vez más adeptos y el parapuerto de Costa Verde atrae más aficionados, que buscan instrucción y experimentar la sensación del vuelo sobre los acantilados de Lima.

"En el parapente llevo tres años y tengo 29 años", compartió Willber Hildebrandt, poco después de aterrizar y recoger las alas del parapente.

Según el joven, en esta actividad recreativa también se emplean conocimientos científicos como el comportamiento del aire, la navegación aérea y técnicas de pilotaje.

"A pesar de que es un aparato que parece una simple tela, atrás de estas alas hay todo un tema de ingeniería, que hace justamente que con energía eólica pueda subir a flote", explicó.

Respecto a la sensación de volar como las aves, Hildebrant detalló que existen varios niveles dentro de esta actividad.

"Hay varios niveles de parapentistas. Tú puedes volar solo o puedes volar con pasajeros, dependiendo de qué tanto vayas a escalar en tu rango", expresó al hacer un alto en su actividad.

De acuerdo al deportista, la satisfacción de volar no se circunscribe a su persona, sino que se expande por su círculo familiar, donde hay varios practicantes de este deporte.

"Mi motivación es compartir esta experiencia con mis seres más queridos: mi papá, mi mamá, mis amigos. Esa es mi motivación, hacer sentir esa experiencia a mis amistades", puntualizó.

Con las amenazas del coronavirus, que ya alcanzó 71 casos en Perú y la prohibición de reuniones masivas en la ciudad, el deporte del parapente continúa con una decena de parapentistas dando colorido y vida a esta capital, ubicada en las orillas del Pacífico.

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