Por Zhao Yan
Diones Carmo, un productor rural, observa el proceso de almacenamiento de soya en Fazenda Carmo, en Passo Fundo, estado de Río Grande do Sul, Brasil. La estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) nació en Brasil con el propósito de utilizar la ciencia y la tecnología para desarrollar la agricultura y aumentar la producción. (Xinhua/Lucio Tavora)
PASSO FUNDO, Brasil, 5 mar (Xinhua) -- La estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) nació en Brasil con el propósito de utilizar la ciencia y la tecnología para desarrollar la agricultura y aumentar la producción.
Embrapa, empresa de innovación tecnológica, fue creada en 1973 y está vinculada al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) de Brasil.
Brasil es un gran país agrícola, donde la mayoría de las tierras está cubierta por extensos campos, con excepción de la gran selva tropical amazónica en el norte y las ciudades costeras densamente pobladas.
La agricultura no solo es el pilar de la economía del país sudamericano, sino también le ha convertido en uno de los principales exportadores de productos agrícolas del mundo.
La directora de la Unidad de Trigo de Embrapa, Ana Christina Albuquerque, recordó a Xinhua que el uso de la ciencia y la tecnología se refleja en la investigación y la modificación genética para un mayor rendimiento.
Embrapa ha buscado además la cooperación internacional en ciencia y tecnología en el área agrícola, lo que incluye a países de Africa, Asia y del propio continente americano, según la explicación de Albuquerque.
"En el campo del trigo, tenemos un proyecto de intercambio muy importante para la prevención de toxinas de Fusarium (género de hongos) con China", comentó.
Dijo que China cuenta con una "rica" experiencia en el tratamiento de Fusarium, que es "muy útil" en el sur de Brasil.
A decir de la entrevistada, instituciones de investigación de ambos países comparten además germoplasma de trigo, soya y otros cultivos.
El gobierno brasileño comenzó a investigar las mejoras del suelo desde la década de 1970, con el propósito de que los cultivos se adaptaran de mejor manera al clima tropical.
"Tomemos el trigo como ejemplo. Nuestro vecino Argentina es un importante productor de trigo. Pero la lluvia en el sur de Brasil es el doble que la lluvia anual que necesita el trigo o sea el nivel en Argentina. Por lo tanto (...) tuvimos que tropicalizar el trigo", explicó Albuquerque.
Lo mismo ocurre con la soya, el producto agrícola más exportado de Brasil, país que a su vez cuenta con la economía más grande de América Latina.
Saliendo de la ciudad de Passo Fondo, en el estado de Río Grande do Sul, el más austral de Brasil, a ambos lados de la carretera se ve un gran manto amarillo y verde ligeramente ondulado.
Este manto lo forman en realidad campos de soya, producto que en el mes de marzo empieza a madurar en forma gradual en el sur brasileño.
Tras mejorar el suelo, Brasil comenzó a introducir la tecnología de hibridación y transgénica, para lograr que las semillas fueran más resistentes al calor y a la humedad.
Gracias a esfuerzos conjuntos del gobierno y grandes empresas agrícolas, muchos cultivos, además de ganado, se han adaptado al clima local.
El país sudamericano se transformó así de forma rápida de un importador de granos a tener autosuficiencia, para luego convertirse en un "granero" a nivel mundial.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Paulo Fernando mostró a Xinhua un campo experimental de Embrapa con tecnología de hibridación o transgenética.
"Existen siete campos de experimentación como este en todo Brasil", dijo Fernando.
Explicó que en ellos se prueban las variedades de soya más "adecuadas" de crecimiento en una región, para promover así el cultivo de estas variedades entre los agricultores locales.
En zonas agrícolas tradicionales del sur brasileño como Passo Fondo el área de siembra es limitado, por lo que el país ha promovido en los últimos años el método de cultivo directo en las regiones centrales, con latitudes más bajas y temperaturas más altas.
En la región central, por ejemplo, la soya comienza a plantarse entre noviembre o diciembre de cada año, para madurar en febrero del año siguiente.
Alrededor de 14 millones de hectáreas se cultivan en la actualidad con este método directo.
