Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 27 feb (Xinhua) -- Tanto autoridades como expertos coinciden que el terremoto y posterior tsunami de 8,8 grados, que sacudió hace 10 años a Chile, dejó grandes lecciones, aprendizajes y consecuencias físicas en el país sudamericano.
"Los efectos que provocó, marcaron un antes y un después en términos normativos y de las lecciones que aprendimos y que seguimos aprendiendo", aseguró a Xinhua el director del Centro de Investigación en Riesgos Naturales y Antropogénicos (RINA) de la Universidad Austral de Chile, Galo Valdebenito.
El académico aclaró que luego del 27 de febrero de 2010, Chile modificó todos sus códigos relacionados con los movimientos telúricos, marcando una pauta para el resto del mundo, debido a su magnitud.
Pero también, abundó, el terremoto dejó sus consecuencias físicas en el país sudamericano, porque la ciudad de Concepción, que sufrió el epicentro del movimiento, sufrió "desplazamientos geodésicos, es decir, desplazamientos corticales y movimientos verticales. Hubo zonas que se levantaron hasta 3,36 metros, y otras que se hundieron".
El terremoto del "27 F" se inició a las 03:34 hora local (06:34 GMT), duró entre cuatro a cinco minutos, y dejó como saldo 551 víctimas, según mencionó esta jornada el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Para Valdebenito, este tipo de megaterremoto puede ocurrir aproximadamente cada 390 años. El último en Chile tuvo lugar en Valdivia, también en el sur, en 1960, de 9,5 grados, el más grande en la historia de la humanidad desde que existen los registro sísmicos.
"Y van a seguir ocurriendo, el tema es cómo te preparas y, sobre todo, sacar lecciones", comentó.
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar chileno, frente a la costa de la entonces región del Biobío, a unos 500 kilómetros al sur de la capital. Según informes oficiales, fue percibido por un 80 por ciento de la población nacional, y dejó daños millonarios en la infraestructura de la zona centro-sur del país. El posterior tsunami, por su parte, causó la muerte de más de un centenar de personas a causa de asfixia por inmersión producto de las olas que impactaron las costas chilenas.
En la ciudad de Talca, a unos 200 kilómetros del epicentro, Felipe Rodríguez recordó para Xinhua que pensó que el "mundo se acababa" durante el terremoto.
"Recuerdo que todo se empezó a mover. Recuerdo, sobre todo, que se oscureció todo. La mañana siguiente salí a dar una vuelta en bicicleta por Talca, y estaba todo en el suelo. Había muchos locales, que eran de adobe, postes y monumentos en el suelo. Fue muy impactante", acotó.
Piñera viajó este viernes a la zona del epicentro y comentó que "desde la adversidad surge un pueblo noble, un pueblo fuerte, un pueblo valeroso, un pueblo solidario como quedó demostrado esa madrugada".
"Fue un esfuerzo titánico, pero la perseverancia, el compromiso, la generosidad y la solidaridad mostró que Chile era capaz de enfrentar cualquier adversidad cuando estaba unido", complementó el mandatario.
Tras el terremoto, el gobierno chileno creó el Centro Sismológico Nacional, habilitó cinco nuevas oficinas regionales de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y modernizó y aumento de 70 a 500 las estaciones sísmicas.
Valdebenito, quien también colabora en la Onemi, afirmó que Chile está "mucho mejor preparado", en comparación con 2010.
"Sin duda, la gran lección del terremoto del '27 F' no fue lo bien o mal que se comportaron nuestros edificios, el gran problema fue que no estábamos preparados para la emergencia post-terremoto", indicó.