Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 19 feb (Xinhua) -- Bolivia debe apostar a la agricultura ecológica por varias razones, desde la salud hasta lo económico para las familias productoras, principalmente en el área rural, donde se mantiene un sistema de producción ancestral amigable con el medio ambiente, dijo el experto Miguel Crespo.
"La agricultura ecológica u orgánica, que actualmente se encuentra con gran demanda, es una técnica que procura utilizar los medios menos perjudiciales para el medio ambiente", agregó el especialista y director de la institución privada Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma).
Este tipo de producción "se caracteriza por la no utilización de aditivos químicos, que son sustituidos por productos de origen natural como fuente principal de aporte de nutrientes a los cultivos, buscando siempre el equilibrio entre sostenibilidad y producción", explicó a Xinhua.
La agricultura ecológica nace en Bolivia en 1991, regulada por normativas internacionales y luego nacionales, pero no sobrepasa el 1,5 por ciento su producción total agraria en el país, por lo que organismos apuestan elevar su productividad por las ventajas que representa en ingresos económicos, mercados y salud.
Crespo consideró que Bolivia debe ingresar a esa dinámica, pues está basada en el respeto a la naturaleza, el bienestar, la salud y mejores posibilidades de ingresos para las familias, por su demanda en los mercados de exportación.
Alertó que el avance de la frontera agrícola, aquellas áreas susceptibles de incorporarse a la producción agrícola mediante diversos métodos y con distintos plazos, afecta la producción ecológica.
"La presencia de productores industriales y convencionales dificulta la certificación ecológica. A ello se suma la oferta de insumos químicos sin control y productos tóxicos que fueron prohibidos en otros países", indicó.
El director de Probioma mencionó que Bolivia produce principalmente cultivos orgánicos de castaña, café, cacao y quinua real.
"Otros cultivos también se están exportando en calidad ecológica, como frijol negro, sésamo, maca, cañihua, maní, cebolla, manzana, menta, amaranto y chía", precisó.
Manifestó que algunas empresas exportan productos que incluyen pastas, cereales, risotto, tabulé, nuggets, muffins, panqueques, galletas y cereales, que son totalmente naturales, la mayor parte de ellos biológicos y derivados de cultivos ancestrales bolivianos como la quinua, el amaranto, la cañihua y la chía.
Por su parte, Adolfo Valdez, gerente general de la Asociación de Organizaciones de Productores Agroecológicos de Bolivia, dijo a Xinhua que la producción orgánica no pasa del 1,5 por ciento de la producción agraria de Bolivia.
"En Bolivia se tiene una oferta alimentaria menos saludable y poco amigable con el medio ambiente", aseveró.
Respecto al total de la producción nacional, la agricultura ecológica certificada representa el 1 por ciento y los no certificados deben llegar a 0,5 por ciento.
Sobre los beneficios, el experto dijo que la producción de los orgánicos posibilita la conservación de la fertilidad en los suelos.
"Con los alimentos ecológicos se tiene menor contaminación del medio ambiente. En la agricultura tradicional está extendido el uso desmesurado de fertilizantes y aditivos químicos, que son vertidos al medio que nos rodea y que afectan irremediablemente a la naturaleza y al entorno", agregó.
Recordó que en Bolivia hay iniciativas aisladas para mejorar la calidad de los alimentos y su nivel nutricional.
"El reto es producir alimentos ecológicos para la exportación y tener mejores ingresos para las familias del área rural", añadió.
Valdez dijo que la canasta familiar se contrajo a 12 productos de 45 en 2015, y lamentó que se consuma más papa y pollo, en vez de alimentos orgánicos que hay en el mercado nacional.
Al respecto, recomendó emprender políticas destinadas a satisfacer las necesidades del mercado interno con una producción diversificada, con base en la gran riqueza de recursos genéticos.
También sugirió ajustar el marco regulatorio y su implementación, fomentar la agricultura ecológica con una visión integral, encontrar un punto de partida y metas alcanzables, facilitar la certificación y la comercialización, y fomentar al sector desde la sociedad civil.