COMENTARIO: Más allá del juego de suma cero

Actualizado 2020-02-17 15:13:36 | Spanish. xinhuanet. com

Por Shi Xiaomeng

BEIJING, 17 feb (Xinhua) -- En un momento en que China lucha con todas sus fuerzas contra la epidemia de neumonía causada por el nuevo coronavirus, algunos políticos estadounidenses parecen estar poniendo en escena un espectáculo grotesco e insensible que está dejando boquiabierto al resto del mundo.

En la reciente conferencia internacional sobre seguridad celebrada en la ciudad alemana de Múnich, altos cargos estadounidenses, de forma notable el secretario de Estado, Mike Pompeo, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, estuvieron ocupados en extender un temor infundado a China.

Intentaron etiquetar a Beijing como antagonista ideológico de Occidente y como una amenaza a lo que consideran el orden mundial liderado por EE. UU., al tiempo que difamaron con virulencia a la compañía china Huawei en un intento de evitar que coopere en tecnología 5G con los aliados europeos de Estados Unidos.

Un libro publicado recientemente titulado "Miedo falso: las relaciones entre Estados Unidos y China" argumenta que "Washington está en la actualidad asediado por políticos de línea dura. Para ellos, China es, de hecho, una causa de temor".

Escrito por el académico chino Xin Jiyan, el libro analiza los aspectos históricos, culturales y económicos de las relaciones entre China y Estados Unidos, y defiende que ha llegado el momento de que esos halcones de Washington dejen a un lado la mentalidad de suma cero.

En el universo de esos político que consideran a China un rival estratégico, EE. UU. debería ser siempre el supremo gobernante y el resto, incluso sus aliados europeos, seguirlo.

Ansiosos por mantener a "Estados Unidos primero", los defensores de la política de suma cero en Washington han conducido una campaña arancelaria mundial contra casi todos los grandes socios comerciales estadounidenses.

Además, han atacado el multilateralismo dejando paralizadas instituciones clave como la Organización Mundial del Comercio y han buscado sabotear el desarrollo de las capacidades de China en sectores como la próxima generación de comunicaciones móviles, intentando dejar a Huawei fuera de ese mercado.

"Mentimos, engañamos, robamos". Quizás lo que revelaba esa franqueza cruda de Pompeo el año pasado en una intervención en un acto en la Universidad A&M de Texas sirve como buena nota a pie de página de la adicción de Washington a estar en la cumbre del mundo.

Parece que esos políticos estadounidenses siguen viviendo en el viejo mundo donde el poder significa derecho y la ganancia de uno, pérdida para el otro. Hoy, sin embargo, vivimos en un mundo diferente en el que ninguna nación debería estar por encima de las otras y donde todos los países deben unirse en aras de un futuro compartido para la humanidad.

En este mundo cada vez más interconectado, el ascenso de China no implica necesariamente declive de Estados Unidos ni del bloque occidental. La batalla contra el nuevo coronavirus sirve para recordar que la suerte de todas las naciones está entretejida.

Desde que estallara la epidemia en China, el Gobierno del país asiático ha adoptado medidas rápidas y resueltas para evitar la propagación del virus, además de compartir información con el resto del mundo y potenciar la cooperación internacional de manera oportuna.

Nadie puede estar solo en esta aldea global ante crisis como esta o muchos otros retos mundiales como el cambio climático o el terrorismo.

Washington debe reconocer esta tendencia actual en el mundo, renunciar a su mentalidad de suma cero y trabajar con China y los otros países para hacer de este mundo un lugar mejor. Propagar el miedo infundado a China no beneficia los intereses de nadie.

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享
Xinhuanet

COMENTARIO: Más allá del juego de suma cero

Spanish.xinhuanet.com 2020-02-17 15:13:36

Por Shi Xiaomeng

BEIJING, 17 feb (Xinhua) -- En un momento en que China lucha con todas sus fuerzas contra la epidemia de neumonía causada por el nuevo coronavirus, algunos políticos estadounidenses parecen estar poniendo en escena un espectáculo grotesco e insensible que está dejando boquiabierto al resto del mundo.

En la reciente conferencia internacional sobre seguridad celebrada en la ciudad alemana de Múnich, altos cargos estadounidenses, de forma notable el secretario de Estado, Mike Pompeo, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, estuvieron ocupados en extender un temor infundado a China.

Intentaron etiquetar a Beijing como antagonista ideológico de Occidente y como una amenaza a lo que consideran el orden mundial liderado por EE. UU., al tiempo que difamaron con virulencia a la compañía china Huawei en un intento de evitar que coopere en tecnología 5G con los aliados europeos de Estados Unidos.

Un libro publicado recientemente titulado "Miedo falso: las relaciones entre Estados Unidos y China" argumenta que "Washington está en la actualidad asediado por políticos de línea dura. Para ellos, China es, de hecho, una causa de temor".

Escrito por el académico chino Xin Jiyan, el libro analiza los aspectos históricos, culturales y económicos de las relaciones entre China y Estados Unidos, y defiende que ha llegado el momento de que esos halcones de Washington dejen a un lado la mentalidad de suma cero.

En el universo de esos político que consideran a China un rival estratégico, EE. UU. debería ser siempre el supremo gobernante y el resto, incluso sus aliados europeos, seguirlo.

Ansiosos por mantener a "Estados Unidos primero", los defensores de la política de suma cero en Washington han conducido una campaña arancelaria mundial contra casi todos los grandes socios comerciales estadounidenses.

Además, han atacado el multilateralismo dejando paralizadas instituciones clave como la Organización Mundial del Comercio y han buscado sabotear el desarrollo de las capacidades de China en sectores como la próxima generación de comunicaciones móviles, intentando dejar a Huawei fuera de ese mercado.

"Mentimos, engañamos, robamos". Quizás lo que revelaba esa franqueza cruda de Pompeo el año pasado en una intervención en un acto en la Universidad A&M de Texas sirve como buena nota a pie de página de la adicción de Washington a estar en la cumbre del mundo.

Parece que esos políticos estadounidenses siguen viviendo en el viejo mundo donde el poder significa derecho y la ganancia de uno, pérdida para el otro. Hoy, sin embargo, vivimos en un mundo diferente en el que ninguna nación debería estar por encima de las otras y donde todos los países deben unirse en aras de un futuro compartido para la humanidad.

En este mundo cada vez más interconectado, el ascenso de China no implica necesariamente declive de Estados Unidos ni del bloque occidental. La batalla contra el nuevo coronavirus sirve para recordar que la suerte de todas las naciones está entretejida.

Desde que estallara la epidemia en China, el Gobierno del país asiático ha adoptado medidas rápidas y resueltas para evitar la propagación del virus, además de compartir información con el resto del mundo y potenciar la cooperación internacional de manera oportuna.

Nadie puede estar solo en esta aldea global ante crisis como esta o muchos otros retos mundiales como el cambio climático o el terrorismo.

Washington debe reconocer esta tendencia actual en el mundo, renunciar a su mentalidad de suma cero y trabajar con China y los otros países para hacer de este mundo un lugar mejor. Propagar el miedo infundado a China no beneficia los intereses de nadie.

010020070760000000000000011105031387916351