COMENTARIO: China enfrenta dos enemigos en la epidemia de coronavirus

Actualizado 2020-02-15 16:53:35 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 15 feb (Xinhua) -- Enfrentar un virus mortífero que se propaga con rapidez entre una población superior a los 1.400 millones de habitantes resulta de por sí un reto mayúsculo, pero China debe hacer frente al mismo tiempo a un enemigo inesperado: los intentos de algunas partes por empañar su imagen internacional y debilitar su desarrollo.

Al primero de los enemigos, la epidemia de COVID-19 que se había cobrado hasta el viernes la vida de más de 1.500 personas, China lo ha enfrentado con todos los medios a su alcance, movilizando recursos médicos y poniendo la capacidad científica y tecnológica del país en función de controlar el brote.

Hospitales con capacidad para más de mil pacientes fueron construidos desde cero en apenas unos días y otros espacios se habilitaron para albergar a otros miles de personas contagiadas en la ciudad de Wuhan, epicentro del brote.

Hasta este viernes, se habían enviado a la provincia central de Hubei un total de 217 equipos médicos compuestos por 25.633 trabajadores sanitarios de todo el país, quienes se suman a la primera línea de lucha contra el coronavirus en las regiones más afectadas.

Al mismo tiempo, el Gobierno central había asignado hasta el jueves 25.940 millones de yuanes (3.710 millones de dólares) para mejorar las condiciones laborales del personal médico que arriesga su propia salud para salvar la vida de otros. Hasta el 11 de febrero, unos 1.700 de ellos habían resultado contagiados con la enfermedad.

En internet se hizo viral la reacción de una enfermera en Wuhan al recibir la noticia del fallecimiento de su madre. Visiblemente consternada, hizo tres reverencias inclinando su cuerpo en dirección a su pueblo natal e inmediatamente se incorporó al cuidado de los pacientes.

Otras medidas específicas han sido lanzadas por las autoridades para mantener la estabilidad macroeconómica y apoyar a las pequeñas y medianas empresas en la superación del impacto de la epidemia, protegiendo al mismo tiempo el mercado laboral.

Al segundo de los enemigos, las mentiras y manipulaciones malintencionadas de algunas partes, China ha respondido con la mejor arma a su alcance: la verdad.

Las autoridades actualizan diariamente el avance de la enfermedad, el número de casos y las medidas que se toman para controlar la situación. Sin embargo, los datos más minuciosos y la información más actualizada parecen insuficientes para quienes se mueven por ideas preconcebidas sobre lo que sucede en China.

El pico de unos 15.000 nuevos casos de coronavirus registrado el jueves fue manipulado en ciertos medios como un supuesto reconocimiento de Beijing de que la enfermedad estaba mucho más extendida de lo que se pensaba. La noticia dio la vuelta al mundo y no pocos la dieron como cierta, extendiendo la alarma.

Pero con solo tomarse el trabajo de profundizar un poco más, cualquiera podía encontrar que el repentino aumento del jueves respondía a un cambio en el criterio de diagnóstico clínico de la enfermedad por parte de los especialistas sanitarios chinos, quienes buscan no dejar a ningún posible caso sin la atención correspondiente.

Omitir y no ofrecer el contexto de una información resulta la definición por excelencia de la manipulación, pero en otros casos se apela directamente a la mentira.

Así sucedió con un senador estadounidense que aseguró a la prensa, sin mostrar prueba alguna, que el nuevo coronavirus estaba relacionado con la investigación de armas biológicas en China.

El embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, calificó la aseveración como "absolutamente loca" y carente de asidero en la realidad.

El nuevo coronavirus no discrimina naciones ni sistemas políticos y económicos, y constituye una amenaza común para la humanidad que debería ser enfrentada mediante la cooperación, la confianza mutua y los esfuerzos concertados de todos los países.

Con la promesa de que ninguna persona quedará desatendida, toda una nación se vuelca en estos momentos al trabajo de contención y prevención de la epidemia. Para triunfar en la batalla, China cuenta con ricas experiencias de desarrollo del socialismo con características chinas y la modernización del sistema y la capacidad de gobernanza del país.

La victoria no será entonces únicamente frente a un enemigo microscópico y letal, sino tambien frente a todos los que han intentado poner en tela de juicio el nombre de China.

 
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COMENTARIO: China enfrenta dos enemigos en la epidemia de coronavirus

Spanish.xinhuanet.com 2020-02-15 16:53:35

BEIJING, 15 feb (Xinhua) -- Enfrentar un virus mortífero que se propaga con rapidez entre una población superior a los 1.400 millones de habitantes resulta de por sí un reto mayúsculo, pero China debe hacer frente al mismo tiempo a un enemigo inesperado: los intentos de algunas partes por empañar su imagen internacional y debilitar su desarrollo.

Al primero de los enemigos, la epidemia de COVID-19 que se había cobrado hasta el viernes la vida de más de 1.500 personas, China lo ha enfrentado con todos los medios a su alcance, movilizando recursos médicos y poniendo la capacidad científica y tecnológica del país en función de controlar el brote.

Hospitales con capacidad para más de mil pacientes fueron construidos desde cero en apenas unos días y otros espacios se habilitaron para albergar a otros miles de personas contagiadas en la ciudad de Wuhan, epicentro del brote.

Hasta este viernes, se habían enviado a la provincia central de Hubei un total de 217 equipos médicos compuestos por 25.633 trabajadores sanitarios de todo el país, quienes se suman a la primera línea de lucha contra el coronavirus en las regiones más afectadas.

Al mismo tiempo, el Gobierno central había asignado hasta el jueves 25.940 millones de yuanes (3.710 millones de dólares) para mejorar las condiciones laborales del personal médico que arriesga su propia salud para salvar la vida de otros. Hasta el 11 de febrero, unos 1.700 de ellos habían resultado contagiados con la enfermedad.

En internet se hizo viral la reacción de una enfermera en Wuhan al recibir la noticia del fallecimiento de su madre. Visiblemente consternada, hizo tres reverencias inclinando su cuerpo en dirección a su pueblo natal e inmediatamente se incorporó al cuidado de los pacientes.

Otras medidas específicas han sido lanzadas por las autoridades para mantener la estabilidad macroeconómica y apoyar a las pequeñas y medianas empresas en la superación del impacto de la epidemia, protegiendo al mismo tiempo el mercado laboral.

Al segundo de los enemigos, las mentiras y manipulaciones malintencionadas de algunas partes, China ha respondido con la mejor arma a su alcance: la verdad.

Las autoridades actualizan diariamente el avance de la enfermedad, el número de casos y las medidas que se toman para controlar la situación. Sin embargo, los datos más minuciosos y la información más actualizada parecen insuficientes para quienes se mueven por ideas preconcebidas sobre lo que sucede en China.

El pico de unos 15.000 nuevos casos de coronavirus registrado el jueves fue manipulado en ciertos medios como un supuesto reconocimiento de Beijing de que la enfermedad estaba mucho más extendida de lo que se pensaba. La noticia dio la vuelta al mundo y no pocos la dieron como cierta, extendiendo la alarma.

Pero con solo tomarse el trabajo de profundizar un poco más, cualquiera podía encontrar que el repentino aumento del jueves respondía a un cambio en el criterio de diagnóstico clínico de la enfermedad por parte de los especialistas sanitarios chinos, quienes buscan no dejar a ningún posible caso sin la atención correspondiente.

Omitir y no ofrecer el contexto de una información resulta la definición por excelencia de la manipulación, pero en otros casos se apela directamente a la mentira.

Así sucedió con un senador estadounidense que aseguró a la prensa, sin mostrar prueba alguna, que el nuevo coronavirus estaba relacionado con la investigación de armas biológicas en China.

El embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, calificó la aseveración como "absolutamente loca" y carente de asidero en la realidad.

El nuevo coronavirus no discrimina naciones ni sistemas políticos y económicos, y constituye una amenaza común para la humanidad que debería ser enfrentada mediante la cooperación, la confianza mutua y los esfuerzos concertados de todos los países.

Con la promesa de que ninguna persona quedará desatendida, toda una nación se vuelca en estos momentos al trabajo de contención y prevención de la epidemia. Para triunfar en la batalla, China cuenta con ricas experiencias de desarrollo del socialismo con características chinas y la modernización del sistema y la capacidad de gobernanza del país.

La victoria no será entonces únicamente frente a un enemigo microscópico y letal, sino tambien frente a todos los que han intentado poner en tela de juicio el nombre de China.

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