Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 14 feb (Xinhua) -- La expresión artística de origen africano del candombe vive estos días su mayor fiesta en Uruguay, con dos noches seguidas en el Desfile de Llamadas del Carnaval, en que las mejores comparsas demuestran su amor por el toque del tambor.
Los barrios Sur y Palermo de la ciudad de Montevideo, tradicionales reductos de la comunidad uruguaya de ascendencia africana, son el escenario de una fiesta que es seguida por todo el país a través de la televisión.
"El candombe es el emergente cultural más visible de nuestras tradiciones", dijo a Xinhua Isabel Ramírez, quien es la secretaria general de la Casa de la Cultura Afrouruguaya, que congrega a instituciones de esa comunidad.
Esta manifestación cultural nació entre los esclavos africanos traídos a Montevideo en los siglos XVIII y XIX, que cada 6 de enero celebraban el Día de Reyes según la tradición.
"Tiene un origen ritual y es parte fundamental del trabajo de nuestros antepasados esclavizados en estas tierras", contó Ramírez.
La fiesta se integró desde hace décadas al Carnaval y se realiza a principios de febrero, aunque este año se cambió del 7 y 8 de febrero para este viernes y mañana sábado debido a un pronóstico meteorológico.
Cada comparsa del candombe tiene hasta 80 percusionistas que baten los parches de los tambores "chico", "repique" y "piano", acompañadas de bailarinas, vedettes y personajes ancestrales como el "gramillero" y la "mama vieja".
Para entender esta expresión artística, que el siglo pasado se extendió a distintas clases y rincones del país sudamericano, no puede dejar de considerarse la compleja situación social de la comunidad de origen africano.
Según el último censo nacional, el 8 por ciento de los uruguayos se define como afrodescendiente y el 40 por ciento de ese total está por debajo de la línea de pobreza.
Ramírez advirtió que se está lejos de la "equidad racial" y que fue necesario que el Parlamento aprobara una ley en 2006 que declaró el 3 de diciembre de cada año como Día Nacional del Candombe, la cultura afrouruguaya y la equidad racial.
En 2009, esta manifestación cultural fue declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Durante la edición número 64 del Desfile de Llamadas del Carnaval participarán 46 comparsas, 22 de las cuales lo harán este viernes y las restantes mañana sábado.
Algunos de los participantes ven incluso con recelo que hoy en día se privilegie la competencia sobre la expresión cultural.
"Antes era un día de alegría, de liberación", comentó Ramírez, de 61 años, quien también es ejecutante y cantante, además de participar desde hace 40 años en el Desfile de Llamadas.
Dijo que ahora hay muchas comparsas y se tiene que desfilar "en menos de una hora y uno pasa corriendo".
Como integrante de la comparsa Valores va al frente de la formación y es difícil "saber cuál es el mejor sonido".
Comentó que los desfiles del 6 de enero en el Día de Reyes son aún los más genuinos, pues para algunos representan "la antesala" de lo que vendrá después, en que no solo los motiva ir a tocar y bailar, sino ganar.
A su vez, Gerardo Reyes, gerente de Eventos de la intendencia de Montevideo, entidad organizadora de la fiesta junto con la asociación de comparsas, valoró la actividad como una "gran fiesta popular".
Se estima que en las dos noches asistirán unos 80.000 espectadores, que disfrutarán de las comparsas en su trayecto de casi un kilómetro, que transcurre por angostas calles y antiguas casas como telón de fondo, en que la multitud colma con aplausos veredas y balcones.
