BRASILIA, 11 feb (Xinhua) -- Los próximos pasos en la política monetaria de Brasil requieren "cautela" y observar los efectos del ciclo de recortes de la tasa de interés sobre la actividad económica y la inflación, difundió hoy el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BC) en el acta de su reunión de la semana pasada.
El Copom del BC redujo la semana pasada de 4,5 a 4,25 por ciento la tasa básica de interés de referencia Selic, que ahora se encuentra en el nivel más bajo de la serie histórica.
Al divulgar la decisión del recorte de la tasa en 0,25 puntos porcentuales, la entidad ya anticipó que permanecerá sin cambios durante varios meses.
La autoridad monetaria retomó a mediados del año pasado el ciclo de recorte en la tasa de interés de referencia, a partir de que la Selic se encontraba en 6,5 por ciento anual.
Según el acta divulgada este martes, la decisión de la semana pasada del Copom refleja un escenario básico y el balance de riesgos en cuanto a la prospección de la inflación.
Las expectativas de inflación para los próximos años están en el 3,4 por ciento (2020), el 3,75 por ciento (2021) y el 3,5 por ciento (2022), según la encuesta Focus efectuada entre las principales instituciones financieras del país sudamericano.
Los datos de la actividad económica publicados desde la anterior reunión del Copom indican la continuación del proceso de recuperación gradual de la economía brasileña.
En el escenario externo hay un entorno relativamente favorable para las economías emergentes, a pesar del aumento de la incertidumbre.
La entidad consideró importante observar los efectos del ciclo de estímulo monetario iniciado en 2019, dada la incertidumbre por el grado de desocupación, la velocidad de recuperación de la economía y el poder de la política monetaria.
"El Comité considera que una mejor comprensión de estos efectos es esencial para definir los próximos pasos de la política monetaria", indicó.
En la etapa actual del ciclo económico "se recomienda cautela en la aplicación de la política monetaria", según consideró.
"Teniendo en cuenta los efectos retardados del ciclo de flexibilización que comenzó en julio de 2019, el Comité considera apropiada la interrupción del proceso de flexibilidad monetaria", sostuvo.
Hizo hincapié en que sus próximos pasos dependerán de la evolución de la actividad económica y el equilibrio de los riesgos, así como de las proyecciones y expectativas de inflación, con un peso cada vez mayor para 2021.
