BUENOS AIRES, 26 ene (Xinhua) -- El gobierno de Argentina busca reestructurar este año una deuda pública externa estimada en unos 100.000 millones de dólares, al fijar como fecha límite el 31 de marzo próximo, para llegar a un acuerdo con los acreedores privados, según recordaron analistas.
Las gestiones de esta renegociación ya iniciaron e incluyen la estancia del ministro de Economía, Martín Guzmán, a partir de mañana lunes en la ciudad estadounidense Nueva York.
Guzmán sostendrá en Nueva York reuniones con tenedores de bonos de deuda, representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y funcionarios del Tesoro de Estados Unidos.
El ministro de Economía contempla viajar también al Vaticano a principios de febrero próximo y reunirse en el marco de un seminario de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
En torno a la posibilidad de reestructurar la deuda, al gobierno del presidente Alberto Fernández se le han presentado dificultades, como la nueva elevación del índice Riesgo País, que el pasado viernes cerró en 2.080 puntos básicos, sumado a retrocesos en acciones y bonos.
Argentina enfrenta en medio de todo este proceso, el desafío de no perder su capacidad de acceder al crédito externo, lo que se traduce en generar mayor previsibilidad sobre la deuda y lograr al mismo tiempo el crecimiento económico.
Analistas argentinos centran la atención en algunos de los puntos nodales de la eventual negociación entre el gobierno y los tenedores de bonos de deuda, entre los que destacan los períodos de gracia y la quita de intereses.
"Hay dos variables claves para el éxito de una reestructuración: la quita (...) y el porcentaje de éstos que la aceptan", sostuvo el profesor de finanzas e historia económica en la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), Emilio Ocampo, institución conocida como UCEMA.
El profesor explicó el proceso de reestructuración de la deuda, en un artículo publicado en el diario argentino "La Nación".
"Aunque parezca contradictorio, un mayor porcentaje de bonistas (tenedores de bonos) estará dispuesto a aceptar una quita relativamente alta, si el plan asegura la sustentabilidad de la deuda a mediano y largo plazo", indicó Ocampo.
Por su parte, el analista Joaquín Candia, de la firma Rava Bursátil, explicó los alcances de la calificación de Riesgo País.
"Se consolida una tendencia alcista de la medición (Riesgo País) debido a la incertidumbre reinante sobre el asunto de la deuda soberana", señaló.
"Hasta que no haya más claridad en el horizonte, es esperable que se generen presiones alcistas sobre el Riesgo País", completó Candia.
Una de las situaciones más complejas tiene que ver con el caso de la Provincia de Buenos Aires, dónde el gobernador y ex ministro de Economía, Axel Kicillof, enfrenta vencimientos por unos 250 millones de dólares, que propuso diferir para el próximo 1 de mayo venidero.
La dificultad de la Provincia de Buenos Aires ha tenido una gran repercusión a nivel nacional por la caída en general de los bonos de Argentina, que retrocedieron hasta casi el 7 por ciento el día en que el ministro Guzmán descartó un rescate financiero para esa jurisdicción.
El economista Fausto Spotorno expuso las circunstancias de la situación, en una columna publicada por el diario "El Cronista".
"Si bien la Provincia de Buenos Aires es una jurisdicción diferente que la nación y, por lo tanto, un 'default' (cesación de pagos) en la Provincia no genera efectos legales para el gobierno nacional, lo cierto es que puede marcar el ritmo de las negociaciones", apuntó.
Spotorno señaló que la necesidad del gobierno de Fernández de colocar como plazo para un eventual acuerdo el 31 de marzo próximo, es porque a partir del segundo trimestre el país sudamericano enfrenta pagos de vencimientos de deuda mucho más elevados.
Aunque las circunstancias para la reestructuración de la deuda son difíciles, dichas negociaciones son una "condición necesaria" para salir del "estancamiento estructural del Producto Interno Bruto (PIB), que ya lleva nueve años", a decir del economista.